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viernes, 2 de septiembre de 2011

Contra la represión, miles de ojos atentos para denunciarla

Sindicato Asociación de Reporteros Independientes, ARI, solidariza con Señal 3 de la Victoria
En la madrugada del jueves 25 de agosto, la sede del Canal Comunitario de la Victoria, Señal 3, fue atacada violentamente por tropas de la policía, quienes en una actitud demencial golpearon a personas que se encontraban en el recinto y destruyeron implementos de trabajo de los comunicadores.  Este hecho se vincula también con otros ataques ilegales a otras casas del barrio, entre ellas nada menos que al hogar de la alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda.
Como organización de comunicadores populares, brindamos a Señal 3 nuestra más amplia solidaridad y expresamos nuestro repudio más enérgico a la brutal represión de que fueron objeto, por una policía violenta y desbocada, que viola las propias leyes que dicen proteger.  Es en estos hechos y en estos barrios de gente pobre, donde se demuestran que la Constitución, las leyes y reglamentos, en realidad solo fueron redactados para favorecer a los privilegiados y a los magnates que controlan este país. Para ellos son los “derechos”, para los humildes los palos, las bombas químicas, las balas.
La desesperación por controlar las luchas populares, que cuestionan las bases mismas de sustentación del injusto sistema que nos rige, ha hecho que el gobierno extreme la represión, incentivando a la policía a cometer mas y peores abusos con el objeto de amedrentar a la gente. Si las luchas continúan, se amplían y radicalizan,  la violencia del estado se hará más aguda y es ahí, donde los comunicadores populares deberán jugársela por registrar estos abusos y apoyar las denuncias.
Cualquier persona que tenga un celular, una cámara pequeña, una conexión a Internet, es un comunicador popular en potencia, que debe ponerse al servicio de la causa popular. Multipliquemos los ojos, los oídos vigilantes, las manos prestas a la acción solidaria. Que los represores sepan que están siendo observados por miles y millones podrán juzgar lo que hacen y, como nunca antes, la impunidad total ya no será tan fácil.
Santiago, 27 de agosto
Sindicato Asociación de Reporteros Independientes ARI