Sindicato
Asociación de Reporteros Independientes, ARI, solidariza con Señal 3 de la Victoria
En la madrugada
del jueves 25 de agosto, la sede del Canal Comunitario de la Victoria, Señal 3, fue atacada
violentamente por tropas de la policía, quienes en una actitud demencial
golpearon a personas que se encontraban en el recinto y destruyeron implementos de
trabajo de los comunicadores. Este hecho
se vincula también con otros ataques ilegales a otras casas del barrio, entre
ellas nada menos que al hogar de la alcaldesa de Pedro Aguirre Cerda.
Como organización
de comunicadores populares, brindamos a Señal 3 nuestra más amplia solidaridad
y expresamos nuestro repudio más enérgico a la brutal represión de que fueron objeto, por
una policía violenta y desbocada, que viola las propias leyes que dicen
proteger. Es en estos hechos y en estos
barrios de gente pobre, donde se demuestran que la Constitución, las
leyes y reglamentos, en realidad solo fueron redactados para favorecer a los
privilegiados y a los magnates que controlan este país. Para ellos son los
“derechos”, para los humildes los palos, las bombas químicas,
las balas.
La desesperación
por controlar las luchas populares, que cuestionan las bases mismas de
sustentación del injusto sistema que nos rige, ha hecho que el gobierno extreme
la represión, incentivando a la policía a cometer mas y peores abusos con el
objeto de amedrentar a la gente. Si las luchas continúan, se amplían y
radicalizan, la violencia del estado se
hará más aguda y es ahí, donde los comunicadores populares deberán jugársela
por registrar estos abusos y apoyar las denuncias.
Cualquier persona
que tenga un celular, una cámara pequeña, una conexión a Internet, es un
comunicador popular en potencia, que debe ponerse al servicio de la causa
popular. Multipliquemos los ojos, los oídos vigilantes, las manos prestas a la
acción solidaria. Que los represores sepan que están siendo observados por
miles y millones podrán juzgar lo que hacen y, como nunca antes, la impunidad
total ya no será tan fácil.
Santiago, 27 de
agosto
Sindicato
Asociación de Reporteros Independientes ARI