Fue un 2 de junio – un día como hoy – pero de 1990 que la pequeña ciudad
de Iquique de ese entonces hacía reventar los informativos mundiales. Después
de años de denuncias y de búsqueda aparecieron 21 cuerpos en lo que hoy se
conoce como la Fosa Clandestina de Pisagua, donde se retrataba la violencia de
un régimen que se instauró a punta de fuego y balas como fue el gobierno
militar. Por esa razón ayer
todos los organismos pertenecientes de la Coordinadora de Derechos Humanos de
Iquique y la Corporación de ex presos políticos e Pisagua se dieron cita en el
Cementerio Nº 3 en el Mausoleo “Para que Nunca Más” para conmemorar la fecha y
por ende recordar a los caídos, es decir a los ejecutados políticos en la
pequeña caleta.
El primero en dirigirse al numeroso público que se congregó en el lugar
fue el reconocido profesor y militante comunista Hugo Bolívar Salazar quien
recordó a todos los compañeros que cayeron por “tener ideas diferentes y ser
leales con un gobierno que de verdad buscaba la igualdad. Murieron por ser
idealistas, por querer un mundo más justo y humano”, recalcó el docente.
Dijo que espera que
la memoria de estos hombres “amigos y colegas no se pierda nunca, porque todos
creímos en un proyecto, el del presidente Salvador Allende Gossens”, explicó.
Acto seguido el
reconocido militante comunista Rigoberto Echeverría también prisionero en
Pisagua recordó en forma amplia la llegada de los prisioneros a la pequeña
caleta y que fue justamente un 18 de septiembre de 1973 a pocos días del golpe
de estado que este año cumple 40 años.
“Fue el 18 de
septiembre de 1973 cuando desembarcaron del mercante Maipo una cincuentena de
presos detenidos en los días después del golpe en Valparaíso. Los pocos
residentes del viejo puerto de Pisagua y los reos comunes ya habían sido
trasladados a Iquique. El recinto de tres pisos llegó a superar su capacidad
con aproximadamente 500 prisioneros traslados desde el Regimiento de
Telecomunicaciones de Iquique, desde diferentes Comisarías de la Región de
Tarapacá, además a los de Valparaíso. Mujeres fueron retenidas en el viejo
teatro. Hasta 30 personas fueron encerradas en celdas de cuatro por diez
metros. A diferencia de los prisioneros peruanos del siglo 19, estos eran
civiles, presos políticos, quienes fueron tratados como prisioneros de guerra”,
planteó.
Agregó que el
recinto fue comandado por el teniente coronel Ramón Larraín y el capitán
Benavides. A partir del golpe, el general Carlos Forestier Haensen fue Jefe de
la Zona en Estado de Sitio de la Provincia de Tarapacá y Comandante en Jefe de
la Sexta División de Ejército, con autoridad máxima sobre los sucesos en el
Campo de Prisioneros de Pisagua.
“Numerosos
sobrevivientes afirmamos y denunciamos la brutalidad vivida por los
prisioneros, quienes fueron sometidos a torturas. La crueldad ejercido por el
Comandante Larraín fue motivado por un odio irracional hacia todos los que
estábamos allí.
En Pisagua se
constituyeron tres Consejos de Guerra, además del que el Informe de Verdad y
Reconciliación denomina el "ilegal y supuesto Consejo conocido solamente
por los Bandos del 11 y 12 de octubre de 1973". En total estos Consejos de
Guerra procesaron a 147 personas.
“Entre el 29 de
septiembre de 1973 y junio de 1974, fueron ejecutadas 26 personas, detenidos en
el Campo de Prisioneros de Pisagua a quienes recordamos hoy dijo el anciano
militante del Partido Comunista Rigoberto Echeverría.
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