Al cumplirse 2 años del asesinato del adolescente Manuel Gutiérrez, muerto por un disparo de subametralladora efectuado por el carabinero Miguel Millacura, su familia y amigos convocaron a un acto cultural y velatón en la plaza Vicuña Mackenna, a los pies del cerro Huelén. El acto transcurrió sin incidentes, hasta que los numerosos jóvenes congregados, precedidos por un grupo de baile Tinku, intentaron caminar por Alameda hasta el frontis de la Biblioteca Nacional para realizar una velatón en sus escalinatas. En ese momento fueron atacados por un carro lanzaaguas que impactó brutalmente en el grupo de bailarines y músicos, obligando a dispersarse al resto de los manifestantes. Acto seguido actuaron los piquetes de antimotines, golpeando y arrestando a las bailarinas y músicos, destruyéndoles sus trajes y tocados.
Observadores de Derechos Humanos, presentes en el lugar, calificaron la actuación de la policía de un acto de simple prepotencia, de violencia absurda e innecesaria, donde se atacó a un pequeño carnaval pacífico, compuesto por bailarines y músicos folclóricos y chicos que portaban velas en sus manos. Los más afectados fueron los integrantes del Tinku, que vieron dañados sus atuendos e instrumentos.
Es estima en más de una decena los detenidos
Observadores de Derechos Humanos, presentes en el lugar, calificaron la actuación de la policía de un acto de simple prepotencia, de violencia absurda e innecesaria, donde se atacó a un pequeño carnaval pacífico, compuesto por bailarines y músicos folclóricos y chicos que portaban velas en sus manos. Los más afectados fueron los integrantes del Tinku, que vieron dañados sus atuendos e instrumentos.
Es estima en más de una decena los detenidos
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