Profesores de Lota cumplen nueve días en huelga de hambre

 Desde el pasado 6 de julio los docentes del Liceo Carlo Cousiño A-45 Jorge Parra y Pablo Soto no ingieren alimentos. La medida responde al rechazo del proyecto de ley de Carrera Profesional Docente.

Nueve días en huelga de hambre cumplen hoy dos profesores del Liceo Carlos Cousiño A-45 de Lota, en Concepción, quienes desde el pasado lunes 6 de julio decidieron dejar de ingerir alimentos para que el Gobierno les escuche y "deponga" el proyecto de ley de Carrera Profesional Docente.

Jorge Parra (de 34) es profesor de mecánica automotriz. Paulo Soto (de 28 años) imparte clases de historia y pese a que el primero sufre diabetes y el más joven padece de dolor de riñones, ninguno dudó en poner en riesgo su salud para tomarse el liceo y comenzar una huelga de hambre con el propósito de lograr un "acuerdo digno".

A la fecha, han transcurrido 44 días desde que el Magisterio decidiera llevar a cabo un paro indefinido en rechazo al proyecto propuesto por el Ejecutivo. Y tras participar en varias manifestaciones, tanto en Concepción como en Santiago, Jorge y Pablo decidieron radicalizar su postura porque "a través de las movilizaciones no hemos sido escuchados. Hemos visto que ha habido encuestas a los profesores, que hay una mesa de diálogo pero al final no hay humo blanco".

Piden que se instaure el modelo 50-50, de modo que el 50% de las horas lectivas sean destinadas a impartir clase y la otra mitad se dedique a la corrección de pruebas y la preparación de clases. Además, exigen que se reduzca el número de alumnos por clase, el que hasta ahora asciende a 45 en el liceo donde trabajan. "Al tener tantos alumnos no les podemos dar una educación de calidad" explica Parra.

No se sienten representados por la conducción que el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, ha hecho del conflicto y hacen un llamado a los dirigentes a "dejar la política y escuchar a las bases".

La poca fuerza de su voz da cuenta de que Jorge Parra lleva más de una semana sin comer. Reconoce que está débil y sabe que sus parientes están preocupados, sin embargo, cuenta con su apoyo pues viene de una familia de maestros. El padre de Parra también se dedicó a la enseñanza y pese a que su estado de salud es crítico tiene la esperanza de ver resarcida la "deuda histórica".

Y aunque las fuerzas flaqueen, ánimo no falta, "vamos a estar en huelga hasta que nos tengan que sacar en ambulancia, hasta las últimas consecuencias", aseguran.

Pn/fg

AGENCIA UNO.