© AFP 2016/ Ahmad Al-Rubaye
“El hambre nos mata”, con este eslogan las mujeres iraquíes salieron a las calles para protestar contra la hambruna con la que los milicianos de Daesh intentan martirizar a la población hasta la muerte.
Los habitantes de la ciudad iraquí de Faluya, en la provincia de Anbar, bajo control de Daesh (organización proscrita en Rusia y otros países) sufren una grave escasez de alimentos.
Una fuente anónima de la población local, declaró a Sputnik que decenas de mujeres se echaron a las calles del centro de la urbe para pedir el cese del genocidio de la población mediante la hambruna.
Según sus declaraciones, eso solo caldeó la situación ya que las manifestantes tomaron piedras y empezaron a tirarlas hacia los yihadistas. Dos de los milicianos fueron hospitalizados en estado crítico porque varias rocas cayeron sobre sus cabezas. Los demás terroristas solo tienen heridas leves.
"Justo después los militantes de Daesh comenzaron a detener a las protestantes y las llevaron a un lugar desconocido", agregó la fuente.
Anteriormente las FFAA de Irak y las unidades de milicias lograron abrir un corredor a la ciudad de Faluya por el cual los moradores pueden escapar de la localidad.
Faluya es la segunda ciudad controlada por Daesh en la provincia de Anbar por su número de militantes acuartelados y su nivel de fortificación.
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