Contrareforma laboral del gobierno de Hollande. Rechazo del 70 % de la población. Amplio movimiento juvenil en las calles. 120 convocatorias en el país. Sindicatos convocan huelga general el 31/03.
1- Quieren aplicar una Reforma Laboral que ataca a los trabajadores
El Proyecto de reforma de la ley del trabajo o "ley El Khomri" (por el nombre de la Ministra de Trabajo Myriam El Khomri) fue presentado por el gobierno de Francois Hollande del Partido Socialista (PS). Es una reforma que asesta un duro golpe a los derechos laborales. Aplica la mayoría de las reivindicaciones de la patronal, que quieren asimilar al modelo laboral de Alemania, Italia o España, con mayor flexibilidad y precarización.
¿Qué derechos ataca la reforma Komri?
Aumento de la jornada laboral de 10 a 12 horas.
Reducción de las indemnizaciones por despido improcedente.
Las empresas podrán despedir o suspender si justifican mediante Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) sus “pérdidas”.
Reducción de los sueldos y del complemento de las horas extras por decisión unilateral de la empresa (sin la intervención de los sindicatos ni del estado) en caso de reestructuraciones, apertura de nuevos mercados o “causas excepcionales”.
Aumento de la jornada de los aprendices menores de edad hasta las 40 horas semanales y 10 horas por día. Fin del piso de 24 horas semanales para el contrato a tiempo parcial.
Descentraliza la negociación colectiva al nivel de la empresa. Hace primar los acuerdos de empresa por sobre el convenio colectivo por rama económica.
Despidos colectivos que el proyecto de ley contempla por “descensos en pedidos o cifra de negocios”, “cambios tecnológicos” o “reorganizaciones para mantener la competitividad”.
Reducción de las indemnizaciones por despido improcedente.
Las empresas podrán despedir o suspender si justifican mediante Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) sus “pérdidas”.
Reducción de los sueldos y del complemento de las horas extras por decisión unilateral de la empresa (sin la intervención de los sindicatos ni del estado) en caso de reestructuraciones, apertura de nuevos mercados o “causas excepcionales”.
Aumento de la jornada de los aprendices menores de edad hasta las 40 horas semanales y 10 horas por día. Fin del piso de 24 horas semanales para el contrato a tiempo parcial.
Descentraliza la negociación colectiva al nivel de la empresa. Hace primar los acuerdos de empresa por sobre el convenio colectivo por rama económica.
Despidos colectivos que el proyecto de ley contempla por “descensos en pedidos o cifra de negocios”, “cambios tecnológicos” o “reorganizaciones para mantener la competitividad”.
Aunque mantiene formalmente la ley de la jornada laboral de 35 horas a la semana, “la dinamita por la vía de los hechos” como señala el diario El País (25/02).
El presidente François Hollande afirma que la reforma flexibilizará la contratación, cuando lo cierto es que posibilita el despido libre y otorga poder a los empresarios sobre sindicatos y convenios colectivos. Según el Ministro del Interior, ante el estancamiento de la economía, la reforma mejorará la competitividad de las empresas. El desempleo en Francia ya alcanza el 10,5% de la fuerza de trabajo, y el doble en la juventud.
“Es un retorno a hace cien años”, “es la Francia de La taberna y de Germinal (obras de Émile Zola)” se señala en algunos medios. La contra-reforma ha sido calificada por el inspector de trabajo y miembro del ala izquierda PS, Gerard Filoche, como “la más importante contrarrevolución en un siglo”. Entre los principales sectores que la apoyan está la asociación de grandes empresas MEDEF además de la derecha.
2- Amplio rechazo social y convocatoria
Según encuestas un 70 % de la gente rechaza la reforma. Una petición de firmas en el sitio “change.org” ya superó las 1.209.000 firmas. La plataforma propone una huelga general “por una convergencia de la lucha de los asalariados, precarios, parados, jubilados, de todas las personas que sobreviven con el mínimo”. Video-artistas lanzaron una campaña llamada #OnVautMieuxQueCa (Valemos Más Que Eso) que tuvo amplia repercusión en las redes sociales.
El amplio rechazo se transformó en la acción de decenas de organizaciones juveniles a las que se fueron plegando los sindicatos y centrales sindicales más importantes del país.
CGT Jeunes, Solidaires Etudiant-e-s, UNEF, FIDL, SGL, UNL, DIDF Jeunes, Génération Précaire, JOC, Maison des Potes, MRJC, OLF, Sos Racisme, AL, Ensemble, Jeunes Ecologistes, Jeunes Socialistes, Mouvement des Jeunes Communistes, ND Campus, NPA Jeune, Réseau jeune du Parti de Gauche, UEC son algunas de las organizaciones firmantes de un llamamiento a la movilización.
En el comunicado público se señala: “A través del proyecto de la Ley del Trabajo, el gobierno ha desencadenado una ofensiva sin precedentes contra la juventud y los trabajadores. Con esta reforma, nosotros, estudiantes secundarios, universitarios, jóvenes, que ya tenemos condiciones precarias en nuestra educación y para nuestras posibilidades de conseguir trabajo, ahora deberíamos aceptar seguir siendo precarios de por vida.” Y denuncian el proyecto de “trabajar más para ganar menos”. En su comunicado destacan que el 25 % de los jóvenes está desempleado en Francia.
Como hemos señalado en La Izquierda Diario, se han realizadonumerosas asambleas en universidades y escuelas preparatorias. “Masificación, coordinación y convergencia” empieza a ser la consigna de la juventud. El Sindicato Nacional de Ferroviarios (SNFC) ha convocado la huelga en el sector plegándose así a las manifestaciones. Muchos señalan que es un clima que recuerda movilizaciones del año 2006 de la juventud contra el Contrato de Primer Empleo.
Esto ha presionado a las principales centrales sindicales del país a rechazar el proyecto. Sin embargo, exigen cambios radicales y no el retiro del proyecto. Tras una reunión el lunes 07 con el gobierno, han convocado a Huelga General para el 31 de marzo.
3- El gobierno “socialista” de Hollande busca asestar un golpe a los sindicatos
Señala el diario El País: “La batalla no ha hecho más que empezar, pero cuenta con todos los condicionantes para ser la mayor del mandato de cinco años de Hollande, la que más consecuencias tendrá para el socialismo francés, para el pulso entre socialdemócratas y socioliberales y para el futuro del presidente y del primer ministro.” (El País. 07/03)
El proyecto, que busca flexibilizar las formas de contratación y despido, quitar derechos individuales y terminar con derechos colectivos de los sindicatos, otorgando amplio poder a las empresas, representa el proyecto más polémico del mandato de Francois Hollande. Para la gran patronal MEDEF que apoya el proyecto, éste “va en buena dirección”.
Ante un estallido de denuncia social, el primer ministro Manuel Valls, ha pospuesto la presentación ante el Consejo de Ministros al 24 de marzo para “volver a trabajar” sobre el texto. Así, el gobierno tuvo que retroceder luego que inicialmente tenía previsto su presentación para el 9 de marzo, lo que muestra la fuerza que pueda alcanzar el descontento con la reforma, mostrando el temor a que se pueda transformar en una gran lucha de la juventud y los trabajadores.
En el propio Partido Socialista, se empiezan a abrir las primeras fisuras de rechazo a una reforma que, cuestionan, no se atrevió ni siquiera el anterior gobierno derechista de Nicolás Sarkozy.
Todo parece indicar que Francia se aproxima a un nuevo clima de movilizaciones.
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