La oposición y el gobierno marcharon ayer en Caracas, intentando marcar una correlación de fuerzas en torno al referéndum revocatorio.
En el marco de una crítica situación económica y social, y una dura disputa de poderes entre el gobierno de Maduro y la Asamblea Nacional en manos de la derecha, este miércoles 11/5 se realizaron movilizaciones de ambos sectores en Caracas y otros puntos del país. La pelea principal pasa por la aprobación de un referéndum revocatorio que impulsa la derecha contra Maduro y sus tiempos de convocatoria. Mientras tanto, los trabajadores y el pueblo pobre siguen pagando las consecuencias de la crisis económica con una inflación galopante y un fuerte desabastecimiento de productos esenciales.
Las marchas convocadas en Caracas no se caracterizaron por su masividad, ni la del gobierno ni la de la oposición, si las comparamos con la de años anteriores, aunque buscaron marcar correlación de fuerzas en la puja en torno al referéndum revocatorio. El chavismo marchó tranquilamente en su ruta prevista, y hasta pudo desviarse hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE), mientras que de la oposición tuvo el acceso trancado hacia el centro de la ciudad con la intencionalidad del gobierno de debilitarla.
A pesar de medidas restrictivas de las autoridades para que avance hacia la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), la marcha de la derecha igual se realizó. Es que en varios puntos de la movilización que tenía prevista la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con destino hacia el CNE, encontraron contingentes de efectivos castrenses y policiales que les cerraron el paso, incluso con el incidente en que a Capriles Radonski le rociaron "gas" en los ojos. Los argumentos del alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, y del Jefe del Distrito Capital, Daniel Aponte, era más que leguleyos y hasta con doble rasero, desde que “no tenían permiso” a “a la posibilidad de que pudieran generarse acciones violentas”. El chavismo piensa que a la derecha se le va a impedir sus planes impidiéndole el acceso a tal o cual lugar, cuando en verdad han sido sus políticas a lo largo de todos estos años los que les han permitido avanzar a sus anchas llegando ahora a controlar la Asamblea Nacional.
Fue tanto así que a pesar de los obstáculos que buscó ponerle el gobierno, en rueda de prensa al final de la tarde de éste miércoles, el secretario general de la MUD, Jesús “Chuo” Torrealba, afirmaba que “esta movilización cumplió con su objetivo de exigirle al CNE que cumpla con su propio reglamento del referendo revocatorio y que respete la celeridad que establece la Constitución de la República”. Además informaba el dirigente derechista que “a nivel nacional la marcha fue contundente, a pesar de que en Caracas no lograron el objetivo de llegar a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE)”. Y para darle continuidad a su política de buscar destituir a Maduro y buscar que el referéndum revocatorio se realice este año, la MUD anunció que este próximo sábado realizarán una nueva movilización en Caracas, que al finalizar dicha movilización informaran las siguientes acciones a tomar desde la oposición.
El chavismo por su parte también cantó victoria, siendo que su marcha obviamente no tuvo inconvenientes, y era realizada para “celebrar la declaratoria de inconstitucionalidad” del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre la Ley que la derecha había hecho votar en la Asamblea Nacional de “Otorgamiento de Títulos de Propiedad para los beneficiarios de la Gran Misión Vivienda Venezuela” que el gobierno argumenta que se trata de privatización de los terrenos sobre las que fueran construidas y de las viviendas mismas para cobrárselas.
Como ya estaba previsto, luego de cumplir su periplo, fueron recibidos por Maduro frente al Palacio de Miraflores, la sede del gobierno, quien sostuvo que ninguna de las acciones “conocidas o no conocidas hasta ahora” que trate de activar la oposición para “revocar el poder político tendrá viabilidad política”. “Vayan olvidándose de ello” recalcaba. Anunció además que en los próximos días va a renovar el Decreto de Emergencia Económica, que se venció hace un par de días, y que “será para todo el año”.
Si de demostración de fuerza callejera se trataba, ambas marchas no fueron ni “contundentes” como sostenía la MUD sobre la realizada por ellos, ni “victoriosa del pueblo” como sostenía el chavismo sobre la propia. La puja entre asegurar el reconocimiento del revocatorio y acelerar sus tiempos, como quiere la MUD, o deslegitimarlo o al menos retrasarlo lo más posible, como pretende el gobierno, seguirá estando en el centro de la caldeada atmósfera política nacional. La derecha ya anunció una nueva convocatoria a marchar el próximo sábado, exigiendo “agilizar la aprobación de las firmas” para poner en marcha el referéndum revocatorio.
El gobierno, en medio de un descalabro económico y en decadencia política, se sustenta cada vez en el apoyo de las FFAA y en una fuerte influencia en el CNE y en el TSJ, ensayando a diestra y siniestra acuerdos empresariales cada vez más antipopulares, y preparando nuevos aumentos de precios de bienes básicos, con el argumento de asegurar “su reaparición en el mercado”. La derecha, por su parte, atrincherada en la Asamblea Nacional luego de ganar la mayoría en las parlamentarias de diciembre del año pasado, y envalentonada por los avances del derechismo continental y el apoyo tajante del imperialismo, acelera sus planes destituyentes, para imponer su plan reaccionario, antipopular y proimperialista, aunque se cubre de toda una demagogia de “democracia” y “política” por la propia crisis que golpea al pueblo.
Por esto es que a la vez que hay que denunciar los reaccionarios planes destituyentes de la derecha, es necesario oponerse a la política de ajustes del gobierno de Maduro, sin brindarle el menor apoyo político. Rechazamos también cualquier intento de recomponerse como árbitro bonapartista, pues aunque sea bajo el argumento de “enfrentar la guerra económica” sus principales golpes irán dirigidos contra los trabajadores y las luchas populares, como muestran la militarización de barrios populares so pretexto de la “inseguridad”, la criminalización de protestas populares y las persecuciones a luchadores obreros. Es necesario fortalecer y coordinar las luchas y reclamos, contra los ajustes, el desabastecimiento, la inflación, uniéndolas, con un Programa de Emergencia en la perspectiva de una salida independiente de los trabajadores y del pueblo.
Milton D'León
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