Este miércoles, la Federación de Correos de Chile realizó la primera asamblea federativa, en la cual se reunieron cerca de 300 trabajadores de los tres sindicatos que negociarán desde la federación este año, y algunos trabajadores del Sindicato de Operadores Postales.
Entre las mesas de diálogo y la movilización
La primera respuesta de la empresa fue una negativa absoluta a todas las demandas que los trabajadores presentaron, lo que, como muchos trabajadores dijeron en la asamblea, “es parte de la forma en la que el gobierno y los empresarios quieren vernos a los trabajadores, de rodillas”.
A su vez, en la reciente asamblea de la Federación de Correos de Chile (FETRACORTEL) se discutió en torno al mismo contenido del petitorio, que, como planteaban algunos, en comparación con el petitorio del 2013, está muy por debajo de las necesidades y el “costo de vida” que viene en ascenso. En ese mismo sentido, muchos plantearon la necesidad de “prepararse para enfrentar la intransigencia de la gerencia”.
Temas como la Renta Variable, los PPI, los Courier, el sueldo base, la jubilación, entre otros temas, fueron puestos como ejes centrales por distintas salas, que plantearon la ausencia de estos en el petitorio.
El debate central estuvo puesto en dos elementos; uno, la estrategia que seguirán los trabajadores en esta negociación; y, el segundo, un plan de acción que unifique a los mismos. Ante la exigencia de varios trabajadores con respecto a qué estrategia seguirán, el presidente de la federación, Guillermo Flores, planteó que “nuestra estrategia es agotar, en todas las mesas negociadoras, nuestra negociación colectiva”, lo que generó crispaciones y aceptaciones en sectores. Ante esto, se evidenció, por parte de algunos trabajadores, la necesidad de un “comité de huelga”, como el que había el 2013, ante lo cual la directiva no se refirió.
A su vez, está planteado como fundamental la unidad de los trabajadores para enfrentar la mano dura que viene teniendo la empresa contra los trabajadores, pues a los "correano", les vienen implementando una serie de políticas de sobreproducción, hostigamiento y malos tratos.
En conversaciones con algunos trabajadores, posterior a la asamblea, muchos plantearon que “los dirigentes no dijeron nada nuevo, no se refirieron a nuestras preguntas centrales, no quieren una huelga, pero los trabajadores no podemos rendirnos ante la gerencia así sin más”.
Lo que se viene para los trabajadores
Hoy por hoy, ya comenzaron las mesas de diálogo entre la gerencia y la directiva, por su parte, los trabajadores deben ya definir pisos mínimos que no cederán ante la empresa. Lo que sí, el 19 de julio será una fecha clave para el conjunto de los correanos, pues en esta se definirán las mesas de trabajo, mientras que el 25 del presente será la última respuesta de la empresa, y tres días después, los trabajadores deberán decidir si van o no a huelga.
FUENTE: LID
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