La crisis de legitimidad se manifiesta de manera explícita en la actual coyuntura. Ya nadie se opone, ni puede negarse a ella, como hace 4 años atrás cuando recién comenzábamos a incorporarla en nuestros análisis. Actualmente se conversa en los pasillos del Congreso, en los Tribunales de Justicia y la Moneda; también se anuncia a través de los medios masivos y se manifiesta a través de las encuestas —con resultados históricos de desaprobación para Bachelet y el Gobierno. Las reformas y la mal llamada clase política, para nosotros representantes de turno de la gran Burguesía y el Imperialismo, comienzan a formar parte del itinerario de temas de conversación, de forma cada vez más recurrentes en las tediosas vidas de la clase trabajadora y nuestro pueblo.
Como hemos venido señalando hace un buen tiempo, resulta insuficiente y miope caracterizar la crisis de legitimidad, únicamente por la sucesiva y vertiginosa exposición pública de los hechos de corrupción, que evidencian grados de disputa al interior del bloque en el poder. Ya que esta encuentra en realidad su génesis, su base intrínsecamente material, en la crisis integral del Capitalismo a nivel internacional; de disputa interburguesa, de crisis de la democracia y sobreproducción, que tensionan a la Burguesía a lanzarse en ofensiva contra el proletariado a nivel mundial; cuestión que sitúa en una coyuntura de relevancia histórica a nuestra clase y que nos impone el deber de trabajar infatigablemente por su profundización. Es decir, el paso objetivo —pero también subjetivo—, de la crisis de legitimidad a un estadio mayor de ingobernabilidad, expresado, en este periodo en la profundización de la conciencia de las masas mediante su accionar concreto, articulado y de carácter nacional contra los pilares del modelo1.
Desde este prisma, el panorama nacional no deja de mostrar señales de profundización del escenario, abriendo posibilidades a la izquierda revolucionaria para disputar la hegemonía ideológica de la clase dominante sobre la conciencia de las masas, mediante una agitación impulsada desde la lucha concreta, a través de los métodos históricos de nuestra clase. No mediante el desarrollo formal y académico de la conciencia, a través de la adscripción de consignas abstractas alejadas del que hacer concreto.
Deterioro del crecimiento y el empleo de la economía del país.
En este sentido podemos afirmar que la crisis internacional aterrizó en Chile hace bastante tiempo, y hoy lo podemos evidenciar en diversos fenómenos en curso. Uno de ellos, es el actual deterioro del crecimiento y el empleo de la economía del país, cuestión que se haya en estrecho vínculo con dos elementos de tremenda relevancia: La actual caída del precio y del nivel de las exportaciones de las materias primas, principalmente el Cobre. Además las cifras anunciadas respecto al incremento inusitado de la cesantía, los magros resultados del IMACEC de Junio y Julio, con tendencia a la baja; 0,8% y 0,5% respectivamente2.
En el primer caso, podemos ver cómo ha afectado directamente la disminución del flujo de materias primas en el mercado internacional a países tan promiscuos y dependientes de la exportación de sus recursos naturales como Chile, repercutiendo significativamente en la minería y manufactura de nuestro país, dando importantes señales de contracción3
La crisis económica internacional en curso, a nivel nacional, ha desnudado la compleja situación de endeudamiento del “coloso minero”. La que, paradójicamente, se produjo en la época con mayores ganancias. Al no haber inversión estratégica en este periodo, la empresa se vio en la necesidad de multiplicar significativamente su deuda. De aquí al 2030, CODELCO deberá pagar las deudas generadas en los momentos de auge y de disminución de las exportaciones de la cuprífera, la que no muestra visos de mejorar su dramática situación a mediano plazo. Los precios internacionales de las materias primas se encuentran en un nivel bajo y han tenido repuntes insignificantes. Estos se mantendrán así al menos tres o cuatros años más, incluso algunos expertos hablan de un ciclo que podría durar hasta 20 años4. Adicionalmente, la escasa inversión estructural de la empresa para efectos de innovación y renovación de su infraestructura, de acuerdo a los estándares internacionales de producción del mineral, dan señales más que evidentes de una tendencia inevitable hacia la profundización de la actual crisis de legitimidad y de gobernabilidad en curso; al representar los recursos naturales, producto de la naturaleza rentista de nuestra economía, uno de los principales pilares del modelo y fuente de ingreso del país. En este marco podemos interpretar las palabras del actual Presidente de CODELCO, Nelson Pizarro, quien afirmó que en la empresa “no hay un puto peso”, como una señal clara desde la Burguesía ante la crisis. Esta posición, que se repite a nivel internacional, y que apunta a la superación de la misma mediante la precarización de las condiciones de vida del proletariado, a la realización del salvataje estatal de las empresas privadas y a la capitalización de la empresas del Estado a manos del mercado. Es decir, con estas palabras, independiente del abultado sueldo de quienes las esgrimen, se da un portazo en las narices a las próximas negociaciones colectivas que iniciarán los distintos sindicatos de la empresa y del sector público principalmente. A su vez, se da una señal clara a las “cigarras”5 —diría el señor Pérez Mackena— que inescrupulosamente han querido querido echar mano al hormiguero de los recursos, “cuidados responsablemente” por las AFP, y de los Recursos Naturales chilenos; indicando que no habrá dineros para implementar mejoras a las condiciones de vida de la clase trabajadora y el Pueblo.
Lo interesante de la crisis de CODELCO, es que no cabe duda que abrirá un nuevo grado de conflictividad en la lucha de clases, por lo tanto, paulatinamente instalará la necesidad de luchar sostenidamente por la renacionalización de nuestros recursos naturales. A su vez abrirá el debate en torno a la actual Ley Reservada del Cobre, de la cual ya conocemos la opinión de varios políticos, pero no sabemos aun públicamente, cual es la opinión de nuestras honorables FF.AA. En este mismo sentido, no sabemos tampoco cuanto tensionará, adicionalmente, este debate al bloque en el poder en su conjunto.
En la misma línea, la actual crisis de las materias primas ha afectado el empleo, aportando a la pérdida de 70 mil puestos de trabajo en estos últimos 12 meses en el sector minero y manufactura. A su vez, las recientes cifras sobre el aumento del 7,1% de las tasas de desocupación entregadas por el INE, encienden las alarmas, ya que alcanzan las cifras más altas desde Septiembre–Noviembre de 2011. En este contexto, el gobierno ha salido a señalar la disposición de generar más y más empleo6, cuestión que no se corresponde si contrastamos el escuálido 0,2% de creación de trabajo asalariado, con el incremento explosivo de “cuentapropistas”, que aumentaron en 7,6% en los últimos 12 meses, alcanzando la cifra de 1.739.580, concentrando prácticamente de forma absoluta la generación de empleo en el país, desprovisto en su mayoría de seguridad social y condiciones dignas de trabajo, cuestión que se haya en absoluto correlato con la situación internacional, donde la tónica de la crisis ha traído aparejada desocupación y creación de subempleo. Es decir, precarización inusitada de las condiciones materiales de vida del proletariado y el pueblo en su conjunto.
Bajo este contexto, debemos mirar más allá de nuestro propio ombligo, tener la capacidad de mirar con integralidad y visión de totalidad el periodo. Estamos ante una coyuntura histórica, que nos brinda la posibilidad de agudizar aún más las contradicciones de clase, en la medida que nuestro pueblo, mediante la lucha por sus reivindicaciones concretas, toma la iniciativa, se articula y organiza. Debemos aportar con los métodos históricos de lucha de nuestra clase, agitar de forma concreta la lucha contra los pilares del modelo que nos permita pasar de la lucha económica a la política por reivindicaciones inabsorbibles por el Estado, para que al calor de este proceso, profundicemos la crisis, la convirtamos en crisis de gobernabilidad y comencemos definitiva e ininterrumpidamente a plantearnos como clase, la lucha por el poder y por el Socialismo.
Dirección Nacional
Trabajadores al Poder
06 de Septiembre, 2016
Notas:
1 “[TP] Precisiones de la Táctica de Periodo y Situación Política”,https://unicasolucionrevolucion.blogspot.nl/2016/09/tp-precisiones-de-la-tactica-de-periodo.html
2 “Imacec: actividad económica de julio aumenta 0,5%, la cifra más baja de 2016” http://www.t13.cl/noticia/negocios/imacec-actividad-economica-julio-aumenta-05-y-es-mas-2016
3 Mostrando contracciones en relación a un año atrás, de – 5,9% y -2,4% respectivamente. De esta forma la producción industrial –que agrupa a estos sectores más electricidad, gas y agua– registró una contracción significativa de -3,8% en relación a Junio 2015. La tercera, 30 de Julio 2016
4 John LaForge and Warren Pies. “Oil & The Super-Cycle Overhang”, http://www.cmgwealth.com/wp-content/uploads/2015/08/Oil-and-The-Super-Cycle-Overhang-John-LaForge-NDR-August-2015.pdf. En este documento se señala —la traducción es nuestra—: “El moribundo super-ciclo de las materias primas se mantiene como la influencia más importante para todo el complejo de materias primas. Este es el factor que supera todos, aún en 2015. Este ha sido el caso de los últimos 4 años, y sospechamos que se mantendrá así un tiempo, conociendo que el oso promedio dura cerca de 20 años.”
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