Municipios alternativos: Vecinos de Til Til se coordinan en asambleas barriales
Ante
la precariedad, han desarrollado actividades autónomas entre la
comunidad. Pero hoy van más allá: Para las próximas elecciones
municipales llevarán candidatos surgidos de sus asambleas, los que,
una vez en el cargo, actuarán sólo según su mandato, practicando
la democracia directa para mejorar sus vidas.
“Dos
años demoraron en ponernos un medidor de luz”, dice una vecina de
la localidad de Polpaico, en la comuna de Til Til,
ubicada a 45 minutos al norte de Santiago. Aunque
muy cerca de la capital, el nublado día de nuestra visita da la
impresión de estar en alguna zona rural del sur de Chile. Abandonada
y lejos de los avances de la urbe, por cierto.
La
poca diligencia que el Municipio ha demostrado con este sector es
achacado por los vecinos a problemas “entre políticos”. Las
familias viven en sitios tomados en la ribera del río, no cuentan
con agua potable, atención de salud eficiente ni bomberos cerca. En
este escenario, hoy rechazan el asistencialismo, pasaron a
organizarse para resolver sus problemas inmediatos y crear espacios
para hacer más humana su vida cotidiana.
Ibis
se ha propuesto construir un centro cultural para atraer a jóvenes y
niños, obligados a escoger entre las labores del campo o viajar a
Santiago a formar parte del ejército de reserva de proletarios.
Evaristo,
su hijo, tiene discapacidad mental, por lo que otro de sus proyectos
es formar junto a otras familias una instancia educativa cercana, ya
que el único colegio especial no da abasto y el más próximo está
en Lampa, a 17 kilómetros.
MANOS
A LA OBRA
Jaime
Yovanovic (Profesor
J) es un viejo mirista que llegó a vivir a Til Til en
marzo del año pasado. Estudioso de experiencias comunitarias, vino
con la idea de generar lazos entre lo vecinos, con vistas a mejorar
sus condiciones de vida y llevar a la práctica las ideas libertarias
en asambleas barriales que fuesen instancias de encuentro y
conocimiento.
Superada
la desconfianza inicial de los lugareños, se ha dedicado por
completo a la tarea, y hoy uno más de los vecinos, quizás con
algunas cosas más claras, pero uno más al fin.
Según
explica, las asambleas vecinales no son una “organización”, sino
“un encuentro fugaz de vecinos que intercambian sobre los temas más
variados, hacen propuestas y toman decisiones conjuntas para
implementar en la práctica temas que atañen a asuntos comunes”.
Formando
comisiones de trabajo, elaboran propuestas que expresan la soberanía
popular, transformándose en protagonistas de la solución de los
asuntos públicos locales: Medio ambiente, agua, electricidad, salud,
transporte, educación, alimentación, recreación, cultura,
economía, etcétera.
Privilegiando
los saberes tradicionales y el fortalecimiento identitario, han
escuchado a los más viejos, han desarrollado varias actividades
junto a estudiantes de la Universidad Libre que él
dirige, quienes hacen práctica en la zona de los talleres de
construcción en barro, salud comunitaria o ingeniería de la
localidad.
Los
planes para los próximos meses están medianamente definidos: Para
septiembre realizarán una “ramada independiente” por cada uno de
los tres territorios donde ya hay asambleas. Octubre tendrá una
semana de los pueblos originarios, y en noviembre se apropiarán de
la noche de brujas mediante la divulgación de historias míticas
locales.
En
diciembre realizarán la “Feria de Todos”, para intercambiar la
auto-producción de los vecinos, hasta llegar Navidad, donde
subvertirán la obligación del consumo en el intercambio de regalos
confeccionados por los niños con material reciclado. Y así hasta el
nuevo año.
Para
el verano, continuarán los trabajos voluntarios de la Universidad,
en el que se espera la llegada de más de cien estudiantes de Chile y
el extranjero, que compartirán saberes con los lugareños.
En
el tiempo que ya llevan trabajando, han realizado actividades como el
“Comprando Juntos” -que trajo productos de caletas de pescadores
de Valparaíso a bajo costo y promovió la lista de productores
locales- y ferias del trueque. Una de las últimas actividades
ocurrió para el “Día del Niño”, donde tuvieron una tarde
recreativa y construyeron un horno de barro comunitario.
El profesor J en la puerta de la
nueva casa de la señora Feli
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UN
PASO MÁS ALLÁ
Sin
embargo, no se quedan ahí. Las tres asambleas ya existentes, con
equipos de trabajo en funcionamiento, definirán en septiembre
próximo los candidatos independientes que disputarán cupos en las
próximas elecciones municipales.
“El
candidato independiente asume el mandato y la responsabilidad de
representar a su barrio o localidad en coordinación con los
candidatos independientes de las otras asambleas barriales”,
explica J.
El
concejal no representará ni a un partido ni a la comuna, sino a su
barrio, y debe dar cuenta y subordinarse a la asamblea vecinal para
opinar o tomar cualquier decisión.
La
señora Sole es la actual presidenta de la Junta de
Vecinos de El Sauce Poniente. Explica que lo más
difícil es abandonar la costumbre de la gente de pedir todo a la
Municipalidad. Aurelia, otra vecina (ambas en la
foto del encabezado), asiente, añadiendo lo difícil que es hacer
entender a la gente que la Junta de Vecinos no se reduce a ser el
vehículo “para pedir cosas”.
“La
gente se acostumbra a que le den todo, pero hay que ser dignos y no
rebajarnos a sólo pedir”, opina. Mientras pelan cebollas
destinadas a escabeche, concuerdan en que las ideas del Profesor las
entienden en la práctica y que, a medida que han realizado
actividades, el interés y participación ha crecido. La misma idea
es recalcada por Ibis.
La
señora Feli (en la foto) luce contenta en su nueva
casa ubicada en la Villa El Esfuerzo, recientemente
entregada tras 17 años de lucha. Ha sido dirigenta vecinal por años,
aunque hoy sólo asesora a la nueva directiva. Trabajó como
temporera por décadas y, como mujer de personalidad fuerte, es la
matriarca de su familia de cuatro hijos.
Para
ella los intereses políticos “dividen a las comunidades” y no se
trata de izquierda o derecha, sino de “los del pueblo” y la
derecha. Concuerda en la necesidad de tener sus propios
representantes, dada las deficiencias de la actual administración
que busca prolongar su mandato.
Ninguna
de estas personas busca el protagonismo de un cargo, e incluso su
particular forma de percibirse las vuelve inseguras. Sin embargo, las
cartas ya están echadas, el proceso continúa y se fortalece y,
probablemente alguna de ellas u otro (lo que viene a dar lo mismo,
dada la manera como ejercerán el cargo) ocupe el sillón que hoy
está en manos de partidos que sólo buscan repartirse cuotas de
poder en uno u otro rincón de este larga y angosta franja de tierra.
Por
Cristóbal Cornejo
El
Ciudadano
Publicado
en El Ciudadano nº 108, segunda quincena agosto 2011.