Este miércoles se pondría en tabla la normativa que sanciona desórdenes
públicos y saqueos, luego que el ministerio del Interior hiciera un
llamado a aprobarla con suma urgencia. Aunque desde el oficialismo han
respaldado la iniciativa, el proyecto no cuenta con mayoría en la
Cámara, pues se le acusa de criminalizar la protesta social e incluso de
ser inconstitucional.
Continúan las repercusiones por el llamado que hizo el ministerio del
Interior a aprobar con urgencia la ley que sanciona los desórdenes
públicos y saqueos, a raíz de la última marcha estudiantil realizada en
Santiago, la que fue calificada por las autoridades como “la más
violenta de los últimos tiempos”.
De hecho, la discusión por la denominada “Ley Hinzpeter”, que hace un
año duerme en el Parlamento, se retomará este miércoles cuando será
puesta en tabla para ser discutida en la Cámara Baja.
Según el diputado del PPD, Jorge Tarud, la iniciativa no cuenta con
mayoría en la Cámara, pues es altamente cuestionada por restringir la
libertad de expresión e incluso de ser inconstitucional: “El ministro se
equivoca cuando señala que, desde la oposición, nunca hemos condenado
la violencia, lo hemos hecho en repetidas oportunidades en forma
pública. Hay que redactar una nueva ley que guarde el equilibrio entre
resguardar el orden público pero también resguardar el legítimo derecho a
convocar a una protesta, que con esta ley estaría absolutamente
reprimido”, recalcó.
El parlamentario indicó que se le ha propuesto al ministro Hinzpeter
que conforme una comisión con diputados de oposición y de gobierno para
que se levante una nueva propuesta que asegure la seguridad pública,
pero también el libre derecho de manifestarse.
Por su parte, parlamentarios oficialistas han llamado a aprobar la
legislación, sugiriendo algunas modificaciones, como aumentar las penas
para quienes cometan delitos con la cara cubierta.
En este sentido el diputado de RN, Cristian Monckeberg, señaló que
“esto creemos que hay que sancionarlo fuertemente y debe estar
establecido en la legislación chilena. Hoy día no existe el saqueo, sólo
respecto de actos de guerra o de calamidad pública producto de un
terremoto, pero un saqueo como los que hemos visto en los últimos meses,
no está sancionado. Si mi delito tiene una pena de 541 días a tres
años, si estaba encapuchado cometiéndolo, bueno, la sanción va a ser un
grado más, es decir, de tres años y un día a cinco años”.
Sin embargo, la normativa también es rechazada por movimientos
sociales y sindicales, como la Confusam, quienes señalan que la
legislación busca criminalizar la protesta social y que el gobierno se
ha aprovechado de las circunstancias para apurar su tramitación, como lo
señala el dirigente de la organización, Esteban Maturana: “Nos parece
un tremendo oportunismo por parte del subsecretario del Interior y del
Gobierno. No podemos menos que expresar nuestro rechazo al llamado a
aprobar la Ley Hinzpeter. Esta ley a lo que apunta es a criminalizar el
movimiento social y llevar a la categoría de delincuentes a las personas
que por uno u otro liderazgo que ejerzan en el mundo social llamen a
movilizarse, pudiendo ser objeto de penas presidio hasta tres años de
cárcel, lo que claramente lo único que pretende es acallar la
movilización social”, subrayó.
La “Ley Hinzpeter” establece figuras penales para la toma de
establecimientos educacionales y otras acciones de protesta social,
tipifica la práctica del saqueo como delito y responsabiliza a los
convocantes por los desmanes en una protesta, es por ello que
parlamentarios como Carlos Montes del PS han señalado que de aprobarse
la normativa, Chile se arriesga a recibir una sanción de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos
Radio U.CHILE.
Casa Blanca, centro del crimen organizado
Hace 4 horas.
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