En ciudades como Lisboa o Oporto los manifestantes han protestado contra los ajustes de la troika. En Roma las protestas acaban con incidentes entre policías y manifestantes.
19/10/2013
Decenas de miles de portugueses volvieron hoy a la calle en diferentes puntos del país para mostrar su negativa frontal a los ajustes aplicados a instancias de la troika y a los cortes del gasto público que prepara el Gobierno para 2014.
Convocados por el principal sindicato luso, la Comisión General de Trabajadores Portugueses (CGTP, de tendencia comunista), los manifestantes censuraron al Ejecutivo conservador liderado por el primer ministro Pedro Passos Coelho y anunciaron nuevas protestas para "derribarlo".
Uno de los objetivos de sus críticas fue el proyecto de Presupuestos para 2014 elaborado por el Gobierno, y que recoge una rebaja salarial para el 90 % de los funcionarios, cortes en las pensiones de los trabajadores públicos y el aumento de los impuestos en productos como el alcohol, el tabaco o los vehículos diesel.
La manifestación llegó con polémica, ya que la idea original de los organizadores era recorrer a pie en Lisboa el famoso Puente 25 de abril, inaugurado en los años 60 en época del dictador António Oliveira Salazar y que cambió de nombre con la llegada de la democracia.
Las autoridades lusas no concedieron el permiso, aunque permitieron una "marcha lenta" de más de 400 autobuses que transportaban a los sindicalistas procedentes de la zona sur de Lisboa, conocida popularmente como el "cinturón rojo" de la capital debido a la fuerte presencia de socialistas y comunistas.
Los autocares recorrieron durante más de una hora los poco más de dos kilómetros que separan una punta y otra del puente, y fueron recibidos con vítores por los manifestantes ya congregados en la ciudad.
Una vez allí, las consignas más repetidas fueron dirigidas al gobierno conservador y la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), a los que criticaron que obliguen a Portugal a mantener la austeridad a pesar de que el país acumula tres años de recesión y que el desempleo se ha disparado hasta niveles récord (16 %).
Similares imágenes se registraron en Oporto, donde los manifestantes llenaron el Puente del Infante y exhibieron su oposición a las políticas de recortes llenando una de las más emblemáticas arterias de la ciudad, la Avenida de los Aliados.
Fuentes de la CGTP -con más de medio millón de afiliados, según sus propios datos- calcularon en torno a 50.000 personas el número de asistentes a esta protesta en Oporto, convirtiéndose así en una de las más multitudinarias de los últimos años.
El secretario general de la CGTP, Arménio Carlos, aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje al presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, al que exhortó a enviar los Presupuestos para 2014 -una vez sean aprobados en el Parlamento- al Tribunal Constitucional para su fiscalización.
El Constitucional ya ha anulado durante los últimos meses varias de las medidas de austeridad aprobadas por el gobierno, algunos de cuyos miembros han acusado al Tribunal de tener intereses partidistas y de cuestionar su credibilidad externa.
Desde el principal partido de la oposición, el Socialista, su líder, António José Seguro, consideró las manifestaciones de hoy como "una señal clara de que los portugueses no se quedan de brazos cruzados" frente a los problemas del país.
Por su parte, tanto el marxista Bloque de Izquierda como el Partido Comunista Portugués consideraron que el Ejecutivo intentó limitar los efectos de la protesta al prohibir el recorrido a pie por el Puente 25 de abril y lamentaron su actitud.
Incidentes en Roma
Al menos quince personas han sido detenidas por los altercados que se han producido en algunos puntos de la manifestación contra la austeridad que ha recorrido este sábado las calles de Roma. Algunos de los manifestantes han instalado tiendas de campaña frente al Ministerio de Infraestructuras y prevén pasar allí la noche.
Según informa el diario 'La Repubblica', los detenidos, trece chicos y dos chicas, tienen todos edades comprendidas entre los 16 y los 25 años, y solo cinco de ellos son de Roma, mientras que el resto proceden de otras ciudades del país. Cuatro de ellos han sido arrestados por los carabineros y otros once por la Policía.
Por otra parte, la Policía ha informado de que ocho miembros de las fuerzas de seguridad han resultado heridos de carácter leve durante la manifestación, que en algunos puntos ha degenerado en altercados ya que grupos de encapuchados han procedido a lanzar piedras y cócteles molotov contra los edificios oficiales.
Además, las fuerzas de seguridad han desactivado tres artefactos explosivos "peligrosos" colocados en el recorrido de la marcha y en la zona próxima a los ministerios de Economía, Infraestructuras y Trabajo.
La marcha, convocada por varias organizaciones bajo el lema "contra la precariedad y la austeridad organizamos nuestra rabia", ha transcurrido de forma tranquila, si bien se han vivido algunos momentos de tensión. El primero de ellos cuando la cabeza de la manifestación ha pasado por delante de la sede de la asociación de extrema-derecha CasaPound.
En este punto, decenas de miembros del movimiento provistos de cascos y palos esperaban a los manifestantes, algunos de los cuales también llevaban objetos para defenderse y se habían dirigido hacia el edificio, pero la Policía ha intervenido separando a ambos grupos y evitando el choque.
El siguiente punto caliente en el recorrido ha sido el Ministerio de Economía. Aquí, un grupo de encapuchados ha lanzado piedras y otros objetos contra el edificio, lo que ha obligado a la Policía a intervenir y cargar contra los jóvenes.
También se han producido algunos incidentes en Porta Pia, destino final de la marcha, delante del Ministerio de Infraestructuras, contra el que grupos de encapuchados y 'black block' han lanzado piedras y botellas, al igual que contra los policías que lo custodiaban. Además, también han prendido fuego a algunos contenedores, lo que ha obligado a los agentes a intervenir.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, ha expresado su "más firme condena por los episodios de violencia aislados" que se han producido durante la manifestación, mientras que el alcalde de Roma, Ignazio Marino, ha dado las gracias a los ciudadanos que han protestado "pacíficamente, a la Policía Local de Roma y a las fuerzas del orden que han garantizado el buen discurrir de la iniciativa".
Entretanto, numerosos manifestantes han iniciado una "acampada social" frente al Ministerio de Infraestructura y han instalado tiendas de campaña para pasar allí la noche. Por el momento, los presentes están charlando y compartiendo comida y bebida, ante la atenta mirada de la Policía.
La idea de los organizadores es celebrar mañana por la mañana una asamblea para decidir cómo continúa la movilización contra las medidas de austeridad del Gobierno de Enrico Letta. "La lucha no termina", aseguran los organizadores de la iniciativa.
ÓSCAR TOMASI (EFE) Lisboa
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