La valiente huelga que iniciaron los portuarios de Angamos afirmó
el derecho de los trabajadores a organizarse como los mismos
trabajadores decidan. Es decir, con la unidad de contratados y
eventuales, contra la división entre trabajadores de primera y de
segunda que mandan con impunidad los patrones, apoyados en el Código
Laboral de la dictadura y en sus Gobiernos, sean de la derecha o de la
Concertación anteriormente.
En el marco de la negociación colectiva, también regida por el
Código Laboral anti-obrero, la patronal esperó los 15 días para
desgastarlos y meter re-emplazantes.
Se encontraron con los trabajadores de pie dispuestos a
enfrentarlos, sosteniendo activamente la huelga en el campamento de
Angamos, decididos a impedir el ingreso de los re-emplazantes. Ya el 26
de diciembre, los amarradores de Antofagasta también en paro como parte
del sindicato nº 2, paralizaron también en Antofagasta, y levantaron su
propio campamento. Y confiando en repetir la experiencia del paro de
marzo-abril del 2013: el paro en solidaridad del resto de los puertos,
que finalmente se produjo: el 6 de enero se extendió el paro en el
Norte: Iquique, Tocopilla, Chañaral y Huasco. Contra la represión
sufrida en Angamos, el 7 de enero, se sumaron los puertos del Sur:
Lirquén, Penco, Coronel, San Vicente, Calbuco, Corral, Puerto Montt y
Chacabuco. Y días antes, el 4 de enero, por demandas propias, se
iniciaba el paro en San Antonio.
La huelga ganaba fuerza nacionalmente. Y la clase patronal y el Gobierno se sentían débiles, y amenazados sus privilegios.
Toda la patronal encendió las alarmas. Los dueños anti-obreros de
Chile unidos criminalizaron la huelga, insultaron a los trabajadores
tratándolos como delincuentes, intentaron dividir a los trabajadores
portuarios de los trabajadores de las empresas exportadoras, pidieron
represión, y la intervención del Gobierno.
No sólo eso, prepararon una maniobra para dividir a los
trabajadores, poniéndoles trampas en el camino. Ofreciéndoles algo para
no perderlo todo. Un sector de la dirigencia de la Unión Portuaria,
mordió el anzuelo. El 9 de enero, la Unión Portuaria del Bío Bío
anunciaba, tras una tensa reunión entre dirigentes en Santiago, que
volvían al trabajo. El Gobierno se volvió a sentir fuerte.
Los diarios dieron cuenta de esto: El Mercurio de Antofagasta
tituló: “Quiebre en paro tras acuerdos de los portuarios en el Sur”. El
Diario Financiero lo mismo: “Movimiento portuario se debilita y
comienzan a deponer huelga en terminales del norte y sur del país”.
¿Qué pasó en estos pocos días? Angamos se mantiene paralizado,
también, todavía, los puertos del Norte y San Antonio. El tiempo corre a
favor de los patrones. Es urgente sacar lecciones para impedir el
aislamiento de Angamos, y prepararse para vencer.
El estado de sitio en Angamos y la unidad anti-obrera de la clase patronal: “divide y reinarás”
La patronal portuaria estableció, en un nuevo acuerdo con el
Gobierno, un estado de sitio en Angamos. Actuando como fuerza de
ocupación, con carabineros de uniforme y de civil de Antofagasta y de
otras Regiones, una entera flota de buses, guanacos, zorrillos,
camionetas de servicios de inteligencia, Fuerzas Especiales, armados con
escudos y carros lanza agua y lanza gases, rodearon el campamento
hostigando a los trabajadores, establecieron controles de tránsito en la
ruta al puerto, hicieron seguimientos y amenazas a los trabajadores y
los dirigentes. Resultado de esta situación, es un trabajador
hospitalizado, con peligro de muerte, ingresado como un accidente, pero
con el sindicato poniéndolo en duda: su moto y su casco no tendría ni un
rasguño.
No contentos con la brutal represión y hostigamiento, la clase
patronal se unificó contra los portuarios: todas las asociaciones
empresariales, sus medios de prensa, su Gobierno, se lanzaron a
presionar a los trabajadores.
¿Cuál fue su primer objetivo? Dividirlos.
¿Para qué? Para así debilitarlos. Como dice el conocido refrán: “divide y reinarás”.
¿Pero cómo es que pudieron dividirlos tan rápidamente, tan fácilmente?
La unidad sindical, o la unidad sindical desde las bases
Ante la ofensiva patronal y un paro que se preveía duro y extenso,
los trabajadores confiaban en la convocatoria por los sindicatos de la
Unión Portuaria a un paro en solidaridad, como en marzo-abril del 2013.
Escasas asambleas convocadas rápidamente en algunos puertos, sin un
trabajo de preparación, y con argumentos distintos –unos planteando que
paralizaban contra la represión, otros que en solidaridad con Angamos-,
terminaron en la convocatoria por los dirigentes de paros en
solidaridad.
A los pocos días, a puertas cerradas, los dirigentes se reunían en
Santiago, primero en la FECH, después en la CEPCH. Una fuerte tensión
dominó la reunión. Previamente, los dirigentes de la Unión Portuaria del
Bío Bío se habían reunido con el Ministro del Trabajo. A las pocas
horas, anunciaban el levantamiento del paro.
¿Por qué? Porque no había ni un solo delegado de asamblea de los trabajadores de base. Así, pueden hacer y deshacer a su gusto.
A la unidad sindical por arriba, aún siendo importante y en base a
acuerdos correctos como las declaraciones y pactos de paros en
solidaridad, hay que fortalecerla con la unidad sindical por abajo, con
los trabajadores de base, tanto para la lucha, como para refundar así
los sindicatos.
Como conclusión del paro de marzo- abril del 2013, desde el PTR dimos
la batalla en sindicatos portuarios sobre la necesidad de refundarlos
en base a delegados por especialidad, para fortalecer los sindicatos. En
la preparación de este paro, dimos la batalla por delegados elegidos en
asamblea para la mesa negociadora. Llamamos a la realización de
asambleas en cada puerto para preparar la solidaridad activa. Planteamos
fortalecer el campamento convocando a los compañeros que, paralizando
como todos, no participaban activamente. Para los encuentros nacionales
de dirigentes, también planteamos la presencia de delegados de
asambleas. Y que las asambleas en cada puerto, no fueran sólo
informativas, sino también resolutivas.
Ninguna de estas propuestas fue aceptada, confiando principalmente en las asesorías legales y los compromisos entre dirigentes.
Aquí está el resultado. Aunque todavía, si sacamos estas lecciones, se puede revertir.
Pero es apenas el primer paso para fortalecer el paro y a los trabajadores portuarios. Hay que dar otros pasos más.
Frente a la unidad de la clase patronal, unidad de la clase trabajadora
Todo paro es una dura prueba de fuerzas contra los patrones y su
intransigencia, sus privilegios, y su impunidad. Este paro de Angamos,
que defiende su derecho a organizarse como los propios trabajadores
decidan, más aún. Y el paro de San Antonio, porque denuncia la
apropiación del sueldo de los trabajadores, que se suma por si fuera
poco, a la precariedad y a los salarios de hambre que pagan las empresas
para enriquecerse a costa de los trabajadores.
Por eso, es algo que impugna a la patronal portuaria, pero también a
toda la clase patronal. Porque cuestiona el Código Laboral anti-obrero
de la clase patronal y sus partidos de la derecha y la Concertación
(ahora Nueva Mayoría junto al Partido Comunista).
Es una lucha que, si bien está protagonizada por los trabajadores portuarios, es de todos los trabajadores.
Por eso no puede quedar encerrada en los puertos. Y también, porque
toda la clase patronal, y su Gobierno, se unieron contra los
trabajadores.
Ante esto, es necesario unir también las filas de todos los
trabajadores. Los trabajadores mineros han solidarizado con los
portuarios. Hay que dar un paso más: tienen que convocar a un paro
minero en solidaridad con los portuarios. Todos los trabajadores de
Antofagasta deben unir sus fuerzas. La CUT de Antofagasta debe convocar a
un paro regional, como primer paso a un paro nacional convocado por la
CUT.
Muchos dicen que la CUT tiene a su cabeza a dirigencias burocráticas,
que además ahora apoyan a Bachelet, y que negocian con los empresarios
de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) reformas al
Código Laboral que permiten mayor flexibilidad, es decir precariedad,
laboral. Es cierto. Pero el único camino para desplazar a las
dirigencias burocráticas es con los trabajadores recuperando sus métodos
de lucha histórica, los paros en solidaridad, la discusión en
asambleas, la unidad de las filas de los trabajadores en la lucha contra
los patrones unidos. Y así, ganar confianza, y mostrar en la propia
experiencia que los trabajadores podemos, y debemos, construir
organizaciones como herramientas para la lucha de clases, independientes
de los partidos patronales de la derecha y la Concertación.
Además, denunciar lo burocrático de la dirigencia de la CUT, y
mantener reuniones a puertas cerradas y sindicatos con unidades por
arriba, es una contradicción. Como bien dice otro refrán: “la mano
izquierda lava la mano derecha, y las dos se lavan la cara”.
A las rencillas estériles entre dirigentes, hay que oponerle la unidad desde las bases de todos los trabajadores.
Sólo así, se comenzará romper el intento de dividir a los
trabajadores portuarios, de aislar el paro de Angamos, de negociar por
separado.
Juntos empezamos, juntos terminamos
La patronal también pretende negociar por separado, por especialidad,
por puertos. Lograr que Antofagasta levante su paro, y deje solo a
Angamos.
Debemos impedirlo. Divididos somos más débiles. Hay que mantener la unidad a toda costa.
Después de debilitarnos, correrán las listas negras. No podemos permitirlo.
Si juntos empezamos, juntos debemos terminar.
Y además, hará que los patrones se sientan más fuertes para sus próximas maniobras anti-obreras.
Las maniobras patronales
Los patrones, ahora sintiéndose más fuertes, preparan nuevas
maniobras. Para terminar con la dinámica de paros portuarios, las
patronales relacionadas con la actividad plantearon casi desde el día
uno del paro, la importancia de establecer una mesa para un marco
regulatorio nacional. Es un anzuelo. Para que aparezca como una
“negociación por rama”. Es una trampa. Lo que quieren, es establecer
ellos los términos de la negociación, y amarrar a los trabajadores por
largo tiempo para que no paralicen por sus demandas.
Y los dirigentes de la Unión Portuaria del Bío Bío, al levantar el
paro, mordieron el anzuelo. Y levantaron el paro fácilmente, como
decíamos, por tratarse de unidades sindicales por arriba, sin que los
trabajadores de base organizados con delegados de asamblea y por
especialidad, puedan decidir y resolver.
No son las únicas maniobras. Para seguir dividiendo a los
trabajadores, la patronal de Ultraport moviliza a los sindicatos
amarillos para atacar a los huelguistas. Y no contento con eso, podría
pasar como contratados a una pequeña porción de eventuales. Esto dejaría
a la gran mayoría de los eventuales, librados a su suerte, y en las
mismas condiciones de trabajo precario. Además, debilitaría al
sindicato, que encontró su fuerza en la unidad entre contratados y
eventuales para el paro de marzo- abril del 2013.
La negociación por rama, solo se impondrá a los patrones en la lucha
unida de todos los portuarios, organizados desde las bases, triunfando
en el paro de Angamos. Y sin permitir que dividan a contratados de
eventuales, y a los eventuales entre sí: todos los eventuales deben
pasar a ser contratados, y con aumento de sueldos para que no vean
disminuidos sus ingresos. Para esto, hay que fortalecer la lucha: las
asambleas deben ser resolutivas, para que el trabajador sepa que sus
posiciones valen. Y el campamento debe ser fortalecido, con una campaña
que convoque a sumarse al paro y en forma activa integrando el
campamento como corazón organizador de la lucha.
El tiempo vuela: a fortalecer el paro
Estas lecciones urgentes tienen que discutirse entre todos los
trabajadores. Y organizarse para llevarlas adelante. Se puede vencer.
Las demandas de los trabajadores son justas.
Y cargan con una enorme responsabilidad: marcará las relaciones de
toda la clase trabajadora con el próximo gobierno de Bachelet.
Si triunfan, las reformas al Código Laboral, podrían ser de acuerdo a
los intereses de los trabajadores, sino, podrían imponerse los términos
de los acuerdos entre la CPC y la CUT, favorables siempre a los
patrones, a cambio de algunas migajas.
Mucho está en juego. La batalla es dura, pero es justa y necesaria.
sábado, 11 de enero de 2014
La huelga en un momento crítico. Primeras lecciones para vencer
1:09 a.m.
Angamos, Mejillones, Portuarios, PTR, Solidaridad de clases, ULTRAPORT, Unión Portuaria Biobio, Unión Portuaria Norte
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¡Viva la huelga de los trabajadores portuarios!
¡Ninguna negociación sin los eventuales!
¡Asambleas de base resolutivas!
¡Refundemos los sindicatos en base a delegados por especialidad y área de trabajo!
¡Fortalezcamos la huelga sumando más compañeros!
¡Por un Paro Regional de la CUT Antofagasta, como primer paso a un Paro Nacional convocado por la CUT!
¡Contratación del 100% de los eventuales con aumento de sueldos!
¡Negociación por rama con piso mínimo del fin al trabajo eventual!
Fuente: PTR.cl
NOTA RPET: Es necesario señalar que como asamblea RPET no compartimos necesariamente las posiciones del PTR, sin embargo, la importancia del paro portuario, la importancia y necesaria solidaridad de clase que se debe ejercer nos obliga. Más aún, luego de que en asamblea decidiéramos ejercer acciones de solidaridad concreta con los sectores en lucha, como los trabajadores portuarios, y también con el pueblo Mapuche. El editor.
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