Mientras los trabajadores se preparan para volver a las calles este martes, el principal dirigente de la central sindical Force Ouvriere (FO) confirmó que no participaran de las movilizaciones.
Jean-Claude Mailly, principal dirigente de la central sindical Force Ouvrière (FO) parece haberse quedado sin excusas para ocultar su intención de abandonar el terreno de la protesta en las calles a cambio de jugar todas sus cartas en la negociación parlamentaria.
El dirigente de FO confirmó que no participarán de la nueva jornada nacional de protesta de este martes 5 de julio “por razones de seguridad”. Detrás de este giro se encuentra un cambio de estrategia de esta central que busca reposicionarse en el juego sindical, tomando distancia del "radicalismo" de la CGT. Es por esto que mientras que se acaba de fijar el recorrido de la manifestación del 5 de julio de Place d’Italie a la Bastilla (en dirección opuesta a la del 28 de junio), Jean-Claude Mailly ha decidido boicotear la marcha. Lo hizo escudándose detrás de dos argumentos, como mínimo polémicos: que hasta ahora “se había hecho respetar la libertad de manifestación” y que por la acción de los “vándalos”, se vuelve “complicado organizar este tipo de manifestaciones”.
"Hicimos respetar la libertad de manifestarse"
Mailly dijo el viernes pasado que hasta ahora se había hecho “respetar la libertad de manifestarse”, al referirse a las negociaciones que las direcciones sindicales habían tenido con el ministerio del interior antes de la marcha del 23 de junio. Esas negociaciones terminaron en el levantamiento de la prohibición de marchar por parte del gobierno a cambio de que los manifestantes acepten un recorrido preestablecido, supervisado por las fuerzas de seguridad y vallando toda la ciudad, para poner a los manifestantes en una suerte de “corral”.
Como si no existiera una represión y militarización permanente en cada movilización, Mailly pareciera olvidar que desde el inicio del movimiento solo se vio un recrudecimiento de la represión, los encarcelamientos y persecuciones. Los gases lacrimógenos se convirtieron en un clásico de cada marcha. Y fue solo la presión social la que permitió que las marchas se realizaran a pesar de las prohibiciones.
Como si no existiera una represión y militarización permanente en cada movilización, Mailly pareciera olvidar que desde el inicio del movimiento solo se vio un recrudecimiento de la represión, los encarcelamientos y persecuciones. Los gases lacrimógenos se convirtieron en un clásico de cada marcha. Y fue solo la presión social la que permitió que las marchas se realizaran a pesar de las prohibiciones.
Mientras que Mailly se niega a llamar a la manifestación de este martes y se aisla de la CGT, avanza en su política de negociar algunas enmiendas a la Ley Laboral, y presionar en el terreno parlamentario.
Aunque el comunicado de la Intersindical (que incluye la CGT, FO, FSU, Solidaires, la UNEF y Fidl) llama a continuar la "movilización", en realidad esta última acción del Secretario General de FO demuestra que las formas de esta "movilización" quedan a criterio de cada dirección sindical.
Aunque el comunicado de la Intersindical (que incluye la CGT, FO, FSU, Solidaires, la UNEF y Fidl) llama a continuar la "movilización", en realidad esta última acción del Secretario General de FO demuestra que las formas de esta "movilización" quedan a criterio de cada dirección sindical.
"Se vuelve complicado organizar este tipo de manifestaciones"
Retomando la retórica y la hipocresía del gobierno, Mailly responsabiliza a los llamados "vándalos" por la falta de libertades democráticas en el país. Habiendo retomado los elementos del discurso del Primer Ministro, se lo podría tomar por el nuevo vocero del gobierno.
En realidad, aun cuando el gobierno no ha cedido en nada –ni siquiera en cuanto a las exigencias mínimas planteadas por Force Ouvrière- Mailly ya anunció el final de la partida para FO. Ni siquiera hubo un último combate; fue una derrota sin batalla final. Y eso que él gritaba hace sólo unos meses, "¡movilización hasta la retirada [de la ley]!”.
Aunque el Secretario General de FO ya haya dado su punto de vista, aún está todo por verse. El texto de la ley de reforma laboral volverá a revisarse en la Asamblea Nacional a partir de este 5 de julio y todavía hay tiempo para librar la batalla y mantener la presión, aunque sea para mantener nuestra exigencia de retiro definitivo de la ley. La base sindical de Force Ouvrière, movilizada frente a esta ley laboral y habiendo demostrado señales de combatividad en varias ocasiones, seguramente tendrán una mirada diferente a la de su dirección.
Traducción: Marisela Trevin
FUENTE: LID
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