Una de las manifestaciones más masivas de los últimos años. Un pilar de la herencia de la dictadura cuestionado en las calles. Hay que derribar el negocio de las AFP con un gran movimiento de lucha y movilización, y avanzar hacia un gran paro nacional.
Un cuestionamiento de masas a uno de los pilares de la herencia de la dictadura
200.000 manifestantes en Santiago y más de medio millón en todo el país. Trabajadores, jóvenes, mujeres, profesionales, familias, abuelas/os se movilizaron. En más de 40 ciudades como Santiago, Valparaíso, Concepción, Rancagua, Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó, La Serena, Talca, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas, entre otras.
El NO+AFP se tomó las calles del país.
El NO+AFP se tomó las calles del país.
Tras la lucha educacional contra la educación de mercado y por la gratuidad, las AFP abren un cuestionamiento de masas a otro pilar de la herencia de la dictadura: el saqueo de las pensiones. Fue un gran pronunciamiento político nacional contra las odiadas AFP: un sistema organizado para millonarias ganancias de grandes corporaciones a costa de jubilaciones que condenan al pueblo trabajador a vivir su vejez en la miseria.
Un nicho clave del capitalismo chileno
De las 336.000 pensiones de vejez, el 91% se encuentra bajo los $156.000 (237 dólares). Los trabajadores jubilan pobres. Mes a mes, ingresan $500.000 millones y se pagan solo $200.000 millones en pensiones. Un verdadero saqueo.
Las AFP son uno de los pilares del capitalismo chileno. Un negocio que ha generado poderosos intereses económicos y políticos, de empresas, una clase social y partidos empresariales como Chile Vamos y Nueva Mayoría.
El enorme capital que administran, que proviene de las cotizaciones (obligatorias) del 10% del salario todos los meses, supera los 167.000 millones de dólares. 20 empresas se llevan 45.000 millones de dólares. Más de 31.000 millones de dólares invertidos en 10 bancos. 14.500 millones de dólares sólo a empresas de grupos Luksic, Matte, Angellini, Paulman. Y a sus gerentes, el año pasado más de 20.000 millones de pesos se pagaron sólo a 266 directores y ejecutivos, el equivalente a 130.000 pensiones.
Las AFP son gran nicho de acumulación para la inversión de las grandes empresas multinacionales y nacionales, enriquecimiento de una clase social minoritaria, y de desposesión por el robo de una parte significativa del salario. Grandes intereses que no dejarán sin resistencia (más bien lo contrario) ninguno de sus privilegios y ganancias que les legó la dictadura y consolidó la transición.
Indignación popular, movilización espontánea, límites y potencialidades
Este cuestionamiento en las calles fue más bien espontáneo que organizado. Escapó al control de los diversos organismos sindicales o estudiantiles, como la CUT o CONFECH (que se plegaron ya masificada su convocatoria), y aún sobrepasó ampliamente los llamados de la Coordinadora NO+AFP, la principal organización que hace años lleva adelante una denuncia y movilización contra este sistema.
Surgió con convocatorias de “indignados” que se expandieron masivamente por redes sociales y se contagió hacia los hogares, empresas, escuelas y universidades, que al calor del escándalo de las millonarias pensiones de la señora Olate y de Gendarmería, desató una indignación nacional y una movilización que excedió ampliamente las expectativas.
Con una composición combinada de familias trabajadoras, de profesionales y clases medias, jóvenes y ciudadanos, un sentimiento transversal de robo e injusticia se transformó en expresión espontánea y masiva de descontento. De desarrollarse como un amplio movimiento de lucha y organización con anclaje en empresas y lugares de trabajo, en las mineras, puertos, forestales, industrias, supermercados, colegios, en funcionarios públicos y trabajadores de servicios, así como universidades, liceos y poblaciones, puede permitir abrir una nueva vía de movilización de masas y combatividad que pueda poner en pie una fuerza social poderosa que enfrente y ponga en jaque a las grandes fortunas y su régimen, encabezando los trabajadores una indignación transversal.
Sin embargo, tiene sus límites, y la enorme masividad debe permitir superarlos para trazar una perspectiva para triunfar: derribar el sistema de las AFP. Su escaza organicidad es un elemento en contra para que pueda extenderse la deliberación organizada que permita un plan de acción. Más diluídos, corre el riesgo de perderse en “hitos” de movilización, importantes pero impotentes.
Su clima más “transversal” a la vez que le da amplitud no puede limitarse a movilizaciones de presión a un régimen que no está dispuesto a ceder en esto, así como tampoco ha sido con la educación no obstante una década de movilización continua del movimiento estudiantil, con combatividad y masividad que buscan desarticular. Un gran nicho de capitalistas y sus partidos y políticos millonarios no pondrán fin a este sistema, será sólo la movilización organizada.
Si ampliamente se transforma la espontaneidad en auto-organización empresas, fábricas y lugares de trabajo, en sindicatos y organizaciones de trabajadores, coordinaciones de base y asambleas, se puede poner en pie un gran movimiento de lucha de los trabajadores. Ligado a universidades, escuelas, hospitales y poblaciones, puede abrir una gran deliberación y organización para planificar un amplio movimiento de lucha. Para hacer que el 10 de Agosto sea un Gran Paro Nacional y movilización de trabajadores, estudiantes, jubilados, mujeres, pobladores.
Esto le daría impulso a un movimiento estudiantil que buscan desgastar y dividir, y hoy se encuentra más a la defensiva ante reformas que consolidan el modelo neoliberal en educación. Sería un factor de fuerza si permite una confluencia más amplia en las calles, y contribuye activamente a esta movilización.
El 10 de Agosto por un gran paro nacional con movilización. Plan de lucha para terminar con las AFP y las herencias de la dictadura
La enorme indignación popular de las súper pensiones millonarias de la ex esposa del Presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade y las jubilaciones millonarias en Gendarmería es parte un hecho más estructural: la crisis del régimen y el enorme descontento social ante las herencias de la dictadura. Indignación, que si se organiza, se puede transformar en una fuerza social poderosa. La movilización de ayer fue un hito y punto de apoyo para desarrollar esta fuerza.
Se ha convocado una nueva movilización el 10 de Agosto y hacia Octubre se plantearía la idea de un paro nacional. Sin embargo, el propio miércoles 10 de Agosto hay que transformarlo en un gran paro nacional con movilización. Un paro activo y combativo. Con asambleas en los lugares de trabajo y empresas, en liceos, universidades y hospitales, y coordinación con un plan de lucha.
Hay que exigirle a las direcciones de la CUT, federaciones y sindicatos, así como a la CONFECH, que rompan su pasividad, su confianza en el parlamento corrupto y un gobierno de falsas reformas, e impulsen las asambleas, coordinación y deliberación masiva con plan de lucha, movilización y organización.
No muchos hoy en vejez o a punto de jubilar aún recuerdan que en varios casos el cambio del sistema (1981) en tiempos de dictadura, se hizo hasta con acompañamiento armado hasta las oficinas, en el marco del régimen militar.
A este sistema no se lo removerá con reformas parlamentarias del gobierno ni lobby de esos salones de corruptos. Se lo derribará con masividad, lucha y organización.
FUENTE: LID
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