Un submarino de la Fuerza Naval de China en el mar Amarillo.
China lanza una maniobra a gran escala en el mar de la China Oriental para probar su defensa antimisiles en condiciones de interferencias electromagnéticas.
“Los ejercicios tienen por objeto perfeccionar la intensidad de asalto, precisión, estabilidad y velocidad, de las tropas en condiciones de fuertes influencias electromagnéticas” dentro de la guerra electrónica moderna, reza un comunicado emitido este martes por el Ministerio chino de Defensa.
De igual manera, recuerda que “una guerra en el mar, basada en la tecnología de la información, es repentina, cruel y corta, lo que requiere una transición rápida al estado de combate, una preparación rápida y una alta eficiencia de asalto”.
Los ejercicios tienen por objeto perfeccionar la intensidad de asalto, precisión, estabilidad y velocidad, de las tropas en condiciones de fuertes influencias electromagnéticas” dentro de la guerra electrónica moderna, reza un comunicado emitido por el Ministerio chino de Defensa.
Asimismo, afirma que estos ejercicios de la Marina de Guerra se desarrollan en un área de 16.000 kilómetros cuadrados y pondrán a prueba, entre otros casos, la defensa antimisiles en condiciones de interferencias electromagnéticas.
Tras comunicar el uso de munición real, misiles y torpedos en los ejercicios, la nota también detalla la participación de buques de guerra, aviones, submarinos y varios radares costeros.
Tareas de reconocimiento, ataques a larga distancia, la defensa contra amenazas simultáneas procedentes del aire, superficie y profundidad, son los puntos más destacados de la agenda de las fuerzas navales chinas en esta maniobra.
Estos ejercicios tienen lugar en medio de la intensificación de las tensiones marítimas en la región. La soberanía del mar de la China Oriental es objeto de una contienda territorial entre China y Japón.
Los dos vecinos se disputan la soberanía de las islas Diaoyu (Senkaku, en japonés). Actualmente el Gobierno de Tokio administra esas tierras y el Gobierno de Pekín las reclama.
Tokio alega que desde 1895, las islas forman parte de su territorio. Mientras, Pekín insiste en que en los mapas japoneses de 1783 y 1785, Diaoyu es identificado como territorio chino. Después de la II Guerra Mundial (1939-1945) las islas quedaron bajo control de EE.UU. que las transfirió a Japón en 1972.
Es de mencionar que el descubrimiento de grandes reservas de hidrocarburos en la década de 1970 en el archipiélago, de seis kilómetros cuadrados de superficie, ha avivado la disputa entre los dos vecinos.
tas/anz/rba
FUENTE: HISPANTV
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