“Entonces ya les habló el padre de hombres y dioses: ¡Escuchadme, ilustre hijos de Gea y Urano, para que os diga lo que me dicta el corazón en mi pecho! Por largo tiempo ya enfrentados unos con otros, luchamos todos los días por la victoria y el poder los dioses Titanes y los que nacimos de Cronos. Pero mostrad vosotros vuestra terrible fuerza e invencibles brazos contra los Titanes en funesta lucha, recordando nuestra dulce amistad y como después de tantos tormentos bajo dolorosa cadena, de nuevo vinisteis a la luz saliendo de la oscura tiniebla por decisión nuestra. Así dijo y al punto a su vez le respondió el intachable Coto:!Divino! No nos descubres cosas ignoradas, sino que también nosotros sabemos cuán excelentes son tus pensamientos e inteligencia. Paladín fuiste para los Inmortales de una cruel contienda y por tu sabiduría regresamos de nuevo saliendo de aquella oscura tiniebla, ¡soberano hijo de Cronos!, después de sufrir desesperantes tormentos entre inexorables cadenas. Por ello también ahora, con corazón firme y resuelta decisión, defenderemos vuestro poder en terrible batalla luchando contra los Titanes a través de violentos combates.”
Hesíodo1
Características del periodo y la lucha de clases a nivel internacional2
El periodo histórico que inició con la implosión de la Unión Soviética, inauguró un redoblamiento de la ofensiva histórica del capital contra el trabajo, y una agudización inaudita de la lucha de clases a nivel mundial. El capitalismo invadió todos los rincones del planeta y se transformó en globalmente hegemónico, impulsando decididamente una guerra abierta; política, económica y militar contra los resabios de socialismo y contra el capitalismo con rasgos de bienestar social o estado de bienestar. Durante las últimas cuatro décadas, pero particularmente desde la caída de la Unión Soviética hemos presenciado una profundización en la recurrencia internacional de los circuitos de producción y de circulación del capital, que generalizó, como señalábamos antes, la relación social de producción capitalista; burguesía versus proletariado, marginalizando aún más y presionando para la desaparición de las formaciones económicas previas y a sus clases correspondientes.
El capitalismo continua desarrollándose bajo las lógicas de valorización y producción constante de plusvalía, es decir, la ley del valor de Marx sigue plenamente vigente. Sin embargo, la forma hegemónica y principal del modo de producción Capitalista es el Imperialismo. Vale decir, el proceso de acumulación y centralización del capital es monopólico y financiero, con niveles de concentración jamás vistos y en tendencia creciente, sin embargo, la ley del valor sigue operando. Las principales estructuras monopólico financieras que operan hoy a nivel mundial son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, apoyados por la fuerza militar de Estados Unidos de América y la Unión Europea a través de la alianza militar OTAN por un lado; la Organización de Cooperación de Shangai (OCS), el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura (AIIB por sus siglas en inglés) y otras estructuras y alianzas promovidas por Rusia y China por el otro. Estos dos bloques se encuentran inmersos en un enfrentamiento abierto por el reparto del mundo, por el acceso a las materias primas, de los mercados y de los respectivos proletariados nacionales e internacionales, que tienen su expresión concreta en las guerras abiertas en Medio Oriente, África, Ucrania y otros espacios de disputa concreta en el mar de China, por ejemplo.
A pesar de la lógica imperial hegemónica, los estados nacionales no han desaparecido, conservan su vigencia y se hacen presente en el conflicto, participando y defendiendo en condiciones de superioridad o inferioridad en el mercado mundial sus intereses y garantizando las condiciones de orden material, social, jurídico y político para la reproducción del capital en general. De forma contradictoria, y en condiciones de subordinación, los estados nacionales aseguran local y regionalmente las condiciones que impone el bloque imperial al cual están suscritos. Por lo tanto, no existen ya las subyugaciones nacionales como fenómeno general, vale decir la forma de dominación imperialista actual no se corresponde con la forma de dominación de una nación central contra otras periféricas, sino que esta forma, que se caracterizó durante el periodo de la dominación colonial y neocolonial, que fue descrita por la teoría de la dependencia, hoy adquiere la forma de dominación imperial que ejerce la burguesía internacional contra el proletariado a nivel mundial. De esta manera, las respectivas burguesías autóctonas son cohortes locales de la burguesía internacional, por lo que no existe alianza posible del proletariado con una burguesía “nacional” antiimperialista. Esta forma es consecuencia concreta del nivel de madurez alcanzado por el capitalismo en su fase imperial, condición que se produce al ser eliminadas las trabas producidas por el retroceso táctico que significó el Estado de Bienestar. En síntesis puede señalarse que la contradicción entre la socialización del proceso de producción y la forma privada capitalista de apropiación de su resultado es hoy prácticamente absoluta y opera a nivel mundial.
Actualmente enfrentamos, como es habitual en la naturaleza contradictoria del Sistema Capitalista, una profundización de la crisis, en un ciclo largo que comenzó en el año 1973 y del cual no ha podido recuperarse. En términos generales la caracterización de la crisis en curso tiene relación con la inmensa sobreproducción de mercancías, empujados por el imparable avance tecnológico y de automatización a todo nivel, que a su vez arrojan, cuando no a la cesantía, a la fantasiosa ensoñación del emprendimiento individual, subcontratación y precarización laborales inauditas3. Este fenómeno, al unísono golpea de vuelta a la tasa de ganancia, y fomenta la especulación financiera con doble propósito: la mantención de un “crecimiento ininterrumpido” y la doble destrucción y precarización de los salarios gracias al incentivo y rescate de los grandes grupos económicos a través de la flexibilización cuantitativa o impresión de dinero sin respaldo4. Esta dinámica, que encuentra su origen en el proceso de circulación y valorización del capital en el cual los monopolios en disputa por la apropiación del producto social luchan por alcanzar las tasas de ganancia media, es precisamente aquí, donde los capitales ineficientes, en un sentido integral, económico, político y militar; son desplazados por los más eficientes. Esta eficiencia está dada por un lado, por una capacidad histórica en la lucha de clases, es decir el poder material para implementar sus iniciativas y por otro, a través de la relación técnica entre la fuerza de trabajo empleada y la masa de medios de producción. Este segundo término, ligado al precio de los medios de producción5, en donde la mayor productividad del trabajo dado por el aumento inusitado de la tecnología (Biotecnología, Cibernética, Robótica, Informática, etc.), repercute en el aumento colosal de mercancías, con cada vez menos cantidad de mano de obra utilizada. Este fenómeno, denominado aumento de la composición orgánica de capital, tiene directa relación con la disminución o precarización del trabajo vivo, repercutiendo aceleradamente en el desempleo, en el incremento de la plusvalía relativa6 y la caída del consumo, afectando dramáticamente las condiciones de vida de la población mundial. Este fenómeno es parte de lo que ya en anteriores análisis habíamos señalado y que el propio Marx describe, en relación a la ley sobre la tendencia decreciente de las tasas de ganancia, señalando: “Pero hemos demostrado que esta ley del modo de producción Capitalista: a medida que este se desarrolla, se produce una disminución relativa del capital variable respecto del constante, y por tanto del capital total puesto en movimiento. Lo cual significa muy sencillamente los siguiente: la misma cantidad de obreros, la misma cantidad de fuerza de trabajo que hacia trabajar un capital variable de un volumen de valor dado, pondrá en movimiento, en el mismo lapso, a consecuencia del desarrollo de los métodos de producción propios de la producción capitalista, una masa cada vez mayor de medios de trabajo, de máquinas y de capital fijo de todo tipo, tratará y consumirá en forma productiva una cantidad cada vez mayor de materias primas y auxiliares, y por consiguiente hará funcionar un capital constante de un valor en perpetuo aumento"7
En este marco los capitalistas, en pleno conocimiento de esta ley, luchan infatigablemente por contrarrestar sus consecuencias8. Es bajo este contexto que se desenvuelve el enfrentamiento interburgués, de carácter interimperialista; que ha tensionado a las burguesías mundiales a volcarse en una ofensiva aún más feroz contra el proletariado y las “capas medias” a nivel mundial, profundizando la crisis en todos los planos, crisis que despierta al fantasma de la guerra “supuestamente’’ superado tras el fin de la Segunda Guerra Mundial y que había permitido a la burguesía reanimar los mitos de la revolución Liberal. Es decir, las pomposas ideas de Libertad, Democracia y Paz, que hoy se desmoronan a medida que el hambre, el terrorismo y la barbarie se expanden por el globo. Junto con aquello vemos como se desmoronan los “proyectos alternativos’’ surgidos durante las dos últimas décadas en Latino América, que buscaban revivir la vieja pieza del repertorio reformista, que comienzan a dar muestras claras de estancamiento y paulatino retroceso.
Una característica adicional a las condiciones globales del desarrollo capitalista en su fase imperial es el distintivo fundamental del Estado moderno, es decir su condición contrainsurgente9. Esta condición expresa el aprendizaje desarrollado desde la aparición de las revoluciones, que le permiten desde mediados del siglo XX, un accionar eminentemente preventivo ante la posibilidad de que las explosiones sociales producidas por las crisis capitalistas culminen en un derrocamiento general de su poder político y militar.
En este sentido podemos sentenciar, producto de lo expuesto, el fin del mito de la democracia burguesa, y por tanto validar la afirmación respecto a que no existirá democracia plena, mientras exista dominación burguesa, relevando de este modo la necesidad histórica, completamente posible de alcanzar la sociedad Socialista.
Características del periodo y la lucha de clases a nivel nacional
La situación nacional ratifica las tesis señaladas a nivel internacional, que señalan el carácter monopólico financiero de la burguesía internacional, su contradicción con el proletariado mundial. La existencia de los estados nacionales como cohortes del sistema imperial mundial, subordinados a sus dictámenes, y en caso de que abran posiciones independientes son y serán acosados y desestabilizados por el imperialismo, y en algunos casos particulares están siendo devastados.
La crisis económica internacional, independientemente de la necesidad de desarrollar la discusión para precisar sus causas, es un hecho que se desarrolla en la actualidad y que conlleva como características generales, una crisis económica, política y geopolítica de disputa interimperialista por la conquista de mercados, acceso a las materias primas, a las poblaciones mundiales, etc. Consecuencia de lo anterior, la lucha de clases se tensiona, poniendo a la orden del día la reorganización potencial de fuerzas anticapitalistas alrededor del orbe. El desenlace de la crisis se visualiza, en términos históricos, en breve plazo. La hegemonía rota de una única potencia imperialista, instaló un escenario de multipolaridad que sitúa un equilibrio inestable, de enfrentamiento permanente por la reconstitución de una hegemonía imperial única, coherente con un escenario de recuperación económica y apertura de un nuevo ciclo de ascenso, crecimiento y estabilidad. Como consecuencia de este enfrentamiento, no acaba de cristalizar una nueva estructura jurídica, política y militar que gobierne los destinos del mundo, en un sentido imperial.
En este marco de crisis sistémica, que ha afectado los precios de las materias primas en el mundo, se arrastra como consecuencia la crisis económica en los países rentistas y subordinados. En el caso chileno en particular, la crisis se conjuga con un estado de madurez del “sistema neoliberal”, único en el mundo y vanguardia ideológica del capitalismo a nivel mundial. Chile es el caso particular de un sistema privatizado al máximo, sin embargo, al mismo tiempo una economía privada apalancada con dineros públicos. El grado de madurez o desarrollo del sistema económico, político y de dominación en general, ha gatillado de motu propio una condición de crisis política, independientemente de la situación internacional. En efecto, la concurrencia y correlación de la crisis internacional y enfrentamiento interimperialista, con las condiciones y tensiones producidas por el grado de madurez del “sistema neoliberal’’, incrementan significativamente el potencial explosivo de la crisis política y económica actualmente en curso.
Las condiciones propias del desarrollo capitalista, sus leyes de desarrollo y su tendencia a profundizar la explotación para salvaguardar sus tasas de ganancia, ha impulsado a la burguesía autóctona a buscar nuevos nichos de renta y extracción de plusvalía: La destrucción de la pesca artesanal, la destrucción del medio ambiente en favor de la gran empresa forestal, el afectamiento de comunidades semi rurales por la instalación de planteles de cerdos, gallinas, etc., la instalación de termoeléctricas, hidroeléctricas y otros, tuvieron como consecuencia el tensionamiento de diversos y heterogéneos sectores sociales que saltaron a la lucha por la defensa de sus condiciones de vida concretas.
Esta ofensiva no concluyó aquí, sino que se viene desarrollando de forma continua contra el proletariado nacional, a través de la precarización permanente del empleo, el establecimiento prácticamente hegemónico del subcontrato y otras formas que fuerzan un aumento de las tasas de extracción de plusvalía al golpeado proletariado nacional. Esta situación de ofensiva permanente del capital y retroceso del proletariado y del pueblo gatillaron las explosiones sociales, primero discretas y aisladas, para abrirse el 2011 a una contraofensiva de ascenso continuo como punto de inflexión del proceso de lucha.
La respuesta de la lucha de masas ha tensionado a la clase dominante, exigiéndole respuestas a la crisis desde una perspectiva de lucha por reivindicaciones concretas. La madurez del modelo, señalada previamente, impidió la realización o propuesta en sentido progresista de reformas que significaran beneficios sociales reales para la población en general, más aún, la condición burguesa de la dominación propició que las “reformas progresistas”, en el plano retórico, profundizaran como resultado tangible la explotación de las clases oprimidas del país, en el plano concreto. Esta situación develó de manera práctica, a una franja del movimiento de masas, la condición intrínsecamente antipopular de la clase dominante y sus representantes políticos. El efecto combinado y desigual del proceso de lucha, agudizó las contradicciones al interior del bloque en el poder, gatillando el inicio de una espiral de denuncias cruzadas de corrupción y de relación político empresarial que concluyó por develar la cara más auténtica del Capitalismo y su esencia corrupta generalizada10. La consecuencia de esta situación es la aparición y posterior profundización de la crisis de legitimidad del sistema político en su conjunto y de sus representantes más insignes.
El rol del reformismo histórico, representado principalmente por el PC, fue de coadyudante del intento de cooptación del movimiento de masas personificado por la Nueva Mayoría, sumándose al proyecto diseñado por la clase dominante para lograr la relegitimación del sistema de dominación burguesa e iniciando un proceso de anquilosamiento a las estructuras del Estado, que le hacen cada vez más difícil romper su estrecho vínculo con el bloque en el poder, lo pone en tensión y genera cuestionamientos en la algunos sectores del movimiento de masas, donde aún tiene conducción. Así mismo, otras fuerzas de izquierda como Revolución Democrática (RD), Izquierda Autónoma (IA), Frente de Estudiantes Libertarios (FEL) y otros, de manera indirecta cumplieron un rol similar desde el interior del movimiento de masas trasladando el cántaro de legitimas luchas a las canaletas de la institucionalidad Burguesa .
Crisis de Legitimidad y de Gobernabilidad
La crisis de gobernabilidad, en tanto concepto, nos atrevemos a definir como la forma burguesa, un tanto cínica, de establecer la situación o condición de estabilidad de la dominación de esta última respecto del proletariado. En efecto, la gobernabilidad como concepto ha sido creada por los buenos burgueses para definir las condiciones más apropiadas para el “sano” desenvolvimiento del mercado11, del crecimiento económico y fundamentalmente, adivinen, del buen desempeño de la tasa de ganancia. Por lo tanto, una condición de gobernabilidad apropiada para el desempeño del capitalismo, evidentemente es inversamente proporcional a los intereses del proletariado. De este modo, la gobernabilidad en crisis, supone el relevamiento de aquellas condiciones que nos acercan, que son necesarias aun cuando no suficientes, para el estancamiento, para el debilitamiento de la hegemonía en la dominación tanto ideológica como material y en condiciones avanzadas o generalizadas, para el establecimiento de una situación pre-revolucionaria, o derechamente el estallido de una crisis revolucionaria. ¿Qué factores determinan entonces, la profundidad de la crisis y el momento específico por el cual transita?
En diversos documentos hemos señalado a la dominación de clase de la burguesía sobre el proletariado, indicando a esta como una dominación de carácter hegemónico, en sentido gramsciano, en donde la hegemonía de la dominación la constituyen dos aspectos contradictorios y de suyo inseparables al unísono. El primero es la dominación coercitiva, material, por la fuerza o la fuerza bruta si ustedes quieren. La segunda parte de aquella contradicción es la dominación mediante el consenso de los dominados, mediante su participación activa, cooptada ideológicamente. Cuando nos referíamos a la crisis de legitimidad, señalábamos majaderamente, que esta correspondía precisamente al aspecto hegemónico de carácter ideológico, en lo fundamental. Lo mismo, cuando nos referimos a la crisis de gobernabilidad, señalamos que el aspecto fundamental en crisis sigue siendo el consenso ideológico, pero que sin embargo transita en un salto de cantidad en calidad, hacia la desaparición misma de la legitimidad, comenzando a afectar la dominación material. Vale decir, es el salto concreto de la protesta y la demostración pacífica e inocua, a la acción de protesta material y concreta que comienza a afectar el desenvolvimiento normal de la sociedad burguesa. También, en un sentido político, marca el tránsito de la lucha por meras reivindicaciones económicas, puntuales y aisladas, hacia la combinación de la lucha económica y política, que desembocarán finalmente en la lucha abierta por el poder.
Características del Período y Táctica de Lucha
En último término, el periodo actual está definido por la aparición de la crisis de legitimidad, debido al desarrollo sostenido de la lucha de masas como resultado de las condiciones propias del desarrollo del capitalismo en Chile, particularmente a partir del año 2011, que representó un punto de inflexión y transformación del proceso de lucha de masas, que transitó de esporádico a ascenso permanente, alojado en una franja específica de sectores afectados directamente en sus condiciones concretas de vida; y que tuvo un carácter principalmente reivindicativo. Hoy asistimos a una transformación paulatina de crisis de legitimidad a crisis de gobernabilidad, en donde las organizaciones revolucionarias y su desempeño en la actual coyuntura y la politización activa y en ascenso de las luchas reivindicativas parciales, derivando desde la lucha económica con visión gremial, en sostenido ascenso hacia la lucha política global y mancomunada serán trascendentales. Por lo tanto en este proceso, se hace fundamental la identificación y agitación de los elementos centrales por los cuales se lucha, tanto aquellos tácticos como estratégicos, el establecimiento de su relación con el enemigo de clase, configurado en la gran burguesía monopólico financiera internacional y autóctona, sus fuerzas armadas y de orden además de toda la casta política en el poder que ha gobernado durante la democracia tutelada.
Los elementos centrales, definidos política y económicamente contra los cuales debemos luchar, en donde se funden la lucha económica y la política, son lo que hemos acordado identificar como los “pilares del sistema neoliberal”, y son la clave de la lucha política al interior del marco de la democracia burguesa actual. Estos tienen como característica el ser inabsorbibles por el actual Estado, en un sentido de progreso, por lo tanto permitirá a la izquierda revolucionaria clarificar e instalar la consciencia proletaria a través de la lucha, de forma de instalar derechamente la necesidad de la disputa por el poder. Es necesario clarificar que el planteamiento considera un ascenso aún más dinámico de la lucha de masas, con flujos y reflujos, pero que sin embargo seguirá inexorablemente su desarrollo. Planteamos estos elementos centrales, como estratégicos para el periodo, para las necesidades del desarrollo de la lucha de masas, política y militar y fundamentalmente para el desarrollo de la consciencia, que constituirá el paso táctico de aprendizaje y acumulación necesarios en la perspectiva estratégica de lucha por el poder. Esta lucha contra los pilares, contra los titanes del modelo, permitirá la instalación de la consciencia política revolucionaria de las masas, dado que la burguesía luchará encarnizadamente por evitar cualquier transformación en sentido de progreso de las vigas maestras sobre las que se sostiene su dominación.
Los “pilares”, o vale decir, los “titanes” que debemos apuntar a vencer y eliminar en esta vuelta, como apuesta táctica hacia las masas son los siguientes:
1.- Fin al sistema de AFP, a través de la instalación de un sistema de reparto solidario y tripartito
2.- Fin al Lucro en el sistema educativo. Educación Gratuita Universal. Fin al CAE y a la deuda educativa,condonación de todos los sistemas de deuda preexistentes.
3.- Solución inmediata a la situación de crisis del sistema de salud. Fin al Lucro en el sistema de Salud. Salud digna, pública y gratuita para todos los habitantes del país.
4.- Renacionalización de los recursos naturales y básicos. Cobre, Litio, Agua, entre otros.
5.- Derogación del Código Laboral de José Piñera
6.- Democratización de las FF.AA. Fin a la distinción de soldados y oficiales. Carrera única, basada en méritos y estudios correspondientes.
Respecto de nuestra apuesta general y en cuanto a método. Nuestro interés, como lo hemos señalado previamente, es desarrollar y profundizar la táctica de la ingobernabilidad, atacando en este periodo a los “pilares del modelo”, a los poderosos titanes del “neoliberalismo” que sostienen, cual viga maestra, todo el entramado de la dominación y subyugación económica, política y militar de nuestra clase. La lucha contra estos titanes, la buscamos para profundizar la crisis del sistema, transitando de la crisis de legitimidad a la crisis de gobernabilidad y finalmente hasta llegar a la crisis pre-revolucionaria. Este proceso, precisamente conlleva la transformación, como decíamos, de la consciencia liberal burguesa en consciencia proletaria para las masas más amplias, fundamentalmente a través de la combinación de la lucha económica y política que nos posibilita la lucha contra los titanes. Esta lucha, con el #NoMasAFP como ejemplo icónico, es lo que nos ha permitido despertar a la consciencia de la lucha a cientos de miles de proletarios de este país, lo que no es menor, puesto que el tema se discute a diario en todos los rincones y en las actividades más diversas. Es por eso que debemos profundizar nuestro esfuerzo de agitación y propaganda integral, relacionado con el desarrollo de la consciencia proletaria en un proceso de lucha activa, al mismo tiempo que construimos las fuerzas orgánicas, derivado y corolario del proceso de ampliación de la verdadera consciencia de clase, producto concreto del resultado material de la profundización consciente de la lucha de clases y de la agudización y revelación de las contradicciones de la sociedad burguesa. En conjunto, por lo tanto, con todas las consignas necesarias y concretas para la lucha contra los titanes, deberemos expresar en lo micro y en lo macro, que las fuerzas que sostienen los titanes no serán derrotados más que con la lucha revolucionaria y por el socialismo, pero esto debe ser desarrollado a condición de enfrentar procesos reales de lucha de masas, amplios y con fuerza real. En último término, todo este proceso constituirá la base para el desarrollo de acumulación de fuerzas de distinto tipo que constituirán la fuerza material para derribar a la burguesía. En resumen, la organización partidaria, a través de sus frentes intermedios y en las organizaciones de masas donde tiene presencia debe convocar a la lucha más resuelta contra los “pilares del modelo”, contra los titanes del neoliberalismo, haciendo saber a las masas que dichas luchas o reivindicaciones no son absorbibles y que necesariamente, la consecuencia de la lucha decidida por transformar dichas condiciones nos llevará a la necesidad de la lucha por el poder, por tanto por el Socialismo. La táctica, en términos de agitación y propaganda, debe desenvolverse como un todo con la estrategia, siempre en el plano discursivo, agitativo, organizativo y práctico.
Palabra, Ejemplo y Acción.
Carlos, Sergio.
Por la Dirección Nacional
Trabajadores al Poder
31 de Agosto, 2016
1Hesíodo, Teogonía. Pág 7,8. http://campus.usal.es/~licesio/L_M_V/Hesiodo_Teogonia.pdf. Zeus arenga a los dioses olímpicos luego de 10 años de batallas contra los Titanes, Coto responde y redobla el aliento en el preludio de la batalla definitiva contra estos últimos, que los llevará a la victoria definitiva y al poder.
2Documento desarrollado como síntesis pública de la 3a Conferencia Nacional de “Trabajadores al Poder”, que señala la precisión de la táctica de periodo y las reflexiones desarrolladas en torno a la situación de crisis internacional y nacional.
3Dentro de 10 o 15 años, según el Área de Recursos Humanos del Banco de Inglaterra, se perderán 15 millones de puestos de trabajo en el país británico (50%). Según Bank of America y Merril Lynch, en EE.UU., desaparecerá un 47% de los puestos de trabajo, un 66% de los empleos básicos habrán desaparecido, y un 33% de empleos sofisticados como médicos e ingenieros, también llenarán las filas de los cesantes. Todo esto provocado por la revolución de la automatización que se está desarrollando. “Crónica de Ruperto Concha, 28 de Agosto de 2016”,http://cl.ivoox.com/es/ruperto-concha-28-agosto-2016-audios-mp3_rf_12694386_1.html.
4Flexibilización cuantitativa (Quantitative Easing), es la inyección de miles de millones de dólares sin respaldo, es decir, papel impreso entregado al mercado, supuestamente para incentivar la economía y rescatar a los grupos económicos, principalmente los bancos para salvarlos porque son “demasiado grandes para caer”, sin embargo, esta enorme cantidad de dinero impreso, jamás ha llegado a manos de los trabajadores, ya sea en forma de empleos, mercancías subvencionadas o cualquier forma, sino que han sido utilizados por los grandes grupos económicos para apalancar su crecimiento ficticio a través de un proceso de recompra de acciones de sus propias empresas, que le han permitido mantener sus valores accionarios en alto, sin que colapsaran, como debieron hacerlo. Este globo financiero solo ha sido posible mantenerlo con más Flexibilización Cuantitativa, pero todo tiene un principio y un final. Ver “Keiser Report en español: Flexibilización cuantitativa para el pueblo (E815)” (https://www.youtube.com/watch?v=HVBsKjrsj-g), “¿What is a Ponzi Scheme?” (http://planetponzi.com/blog/what-is-a-ponzi-scheme).
5Marx, Carlos. El Capital, Capitulo IX, Formación de una tasa general de ganancia (tasa media de Ganancia) y transformación de los valores mercantiles en precios de producción.
6“La producción de plusvalía absoluta se consigue prolongando la jornada de trabajo más allá del punto en que el obrero se limita a producir un equivalente del valor de su fuerza de trabajo, y haciendo que este plustrabajo se lo apropie el capital. La producción de plusvalía absoluta es la base general sobre que descansa el sistema capitalista y el punto de arranque para la producción de plusvalía relativa. En ésta, la jornada de trabajo aparece desdoblada de antemano en dos segmentos: trabajo necesario y trabajo excedente. Para prolongar el segundo se acorta el primero mediante una serie de métodos, con ayuda de los cuales se consigue producir en menos tiempo el equivalente del salario. La producción de plusvalía absoluta gira toda ella en torno a la duración de la jornada de trabajo; la producción de plusvalía relativa revoluciona desde los cimientos hasta el remate los procesos técnicos del trabajo y las agrupaciones sociales.”, Marx, Capital, Libro 1, Sección 5, Capitulo IV.
7Marx, Carlos, El Capital. Tomo III. Pág. 234.
8“Situación Política Nacional e Internacional - Diciembre de 2014”, http://unicasolucionrevolucion.blogspot.cl/2014/12/situacion-politica-nacional-e.html.
9“Profundización de la política contrainsurgente en Chile”,https://unicasolucionrevolucion.blogspot.com/2015/02/profundizacion-de-la-politica.html
10La corrupción está en el ADN del Capitalismo (Parte I). https://unicasolucionrevolucion.blogspot.com/2015/04/la-corrupcion-esta-en-el-adn-del_6.html.
11“La gobernabilidad se refiere a dos conceptos. La primera, surgida de los informes de Banco Mundial, la define como un estilo de gobierno caracterizado por un mayor grado de cooperación e interacción entre el Estado y actores no estatales en el interior de redes de decisiones mixtas públicas y privadas.”,https://es.wikipedia.org/wiki/Gobernabilidad
FUENTE: Trabajadores al Poder
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