Se convoca a una jornada de solidaridad internacional por Jihad Diyab el ex preso de Guantánamo residente en Montevideo que lleva a cabo una huelga de hambre pidiendo por reencontrarse con su familia.
La situación del ex Guantánamo expone las responsabilidades del gobierno Uruguayo y Estadounidense, que ya ocupa las portadas de medios nacionales e internacionales.Como informáramos con anterioridad, Diyab lleva un mes de huelga de hambre, y algunas semanas sin ingerir líquidos.
Una muestra del creciente deterioro de la salud de Diayb es que hace cuestión de unas horas Diyab tuvo un desmayo, a lo que se pidió asistencia a Salud Pública quienes lo estabilizaron con suero para hidratarlo, siguiendo el protocolo médico que indica que si el paciente pierde el conocimiento su doctor tiene la potestad de decidir por él qué medidas de urgencia tomar para salvarle la vida.
Acciones de solidaridad
Según lo comunicado por el grupo de Vigilia por Jihad Diyab se convoca a concentrarse frente a la embajada de Estados Unidos en Uruguay, y a las embajadas de Estados Unidos y Uruguay en otros países, entre el miércoles 14 y el viernes 16 de setiembre.
En el comunicado se denuncia la cárcel de Guantánamo y las condiciones brutales bajo las que estuvo detenido Diyab, por las cuales el ex recluso lleva a cabo un juicio contra Estados Unidos: “Jihad mantiene un importante juicio en contra del gobierno estadounidense para que se den a conocer los videos en los que se muestra la alimentación forzada a la que fue sometido en la cárcel de Guantánamo, y el mundo entero pueda ver la brutal violencia que sufren las personas allí encarceladas.”, así mismo se denuncia que Diyab sigue siendo perseguido por el gobierno norteamericano.
Por otra parte intelectuales, personalidades, colectivos y organizaciones sociales que están empezando a hacer circular un petitorio por las redes, sumando así más solidaridad a la lucha de Diyab.
Desacreditando la solidaridad
En las últimas horas distintos medios locales han difundido que el ex Guantánamo está siendo influenciado negativamente por “su entorno”, haciendo referencia directa a quienes están cotidianamente solidarizándose con él desde hace semanas. Para afirmar esto argumentan que fueron determinantes en el rechazo de atención médica en el Hospital de Clínicas, subestimando a Diyab en su capacidad de raciocinio y voluntad, dejándolo como alguien influenciable y manipulable. También difundieron que su último comunicado público no fue traducido correctamente, acusando así a quienes están sosteniendo la campaña de solidaridad de tener “intencionalidades políticas”. Lo que expresan estos medios no es más que intentar desviar la atención a las causas de la huelga de hambre que sostiene Diyab, las cuales expresó sistemáticamente desde que ha llegado a Uruguay y comprendió que no podría lograr reunirse con su familia de forma viable en nuestro país y necesitaba ir donde están ellos, reclamo al cual ni el gobierno nacional ni el estadounidense han dado respuesta.
Las personas como un objeto de intercambio
“Yo para venderle unos kilos de naranja a Estados Unidos me tuve que bancar a cinco locos de Guantánamo” expresó Mujica en el mes de mayo en una charla que diera en Córdoba, Argentina, quien fuera presidente al momento de la negociación por la venida de los ex presos de Guantánamo. Poco tiempo después, el actual ex presidente intentó dar explicaciones afirmando que no fue una condición de Estados Unidos el recibir a dichas personas, sin embargo expresó que “después de tomada esa decisión, sin condiciones por el Uruguay y de palabra, hubo como una bonhomía en la decisión norteamericana y nos concedieron que pudiéramos entrar en el mercado con los citrus”. Pese a que, en principio la acción de Mujica cobró popularidad por entenderse un gesto humanitario, considerando además que es un ex preso político de la dictadura, con estas palabras le valió el repudio de organizaciones de DDHH y sociales.
Sebastián Artigas
FUENTE: LID
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