Artistas, escritores, comunicadores, ecuatorianos, amigos todos:
Artistas, arqueólogos y comunicadores durante dos años hemos trabajadoconjuntamente con campesinos y líderes sociales para visibilizar, através de la posición humanista del arte, la zona de La Esperanza, unatierra que comparten las provincias del Guayas y Santa Elena, una tierra pobre, donde viven los campesinos más pobres de la región. Nohay agua ni luz en La Esperanza, allí solo hay una pequeña escueladonde hasta hace poco una niña de 13 años impartía clases a 40 niñosque caminaban hasta dos horas para llegar a ella. De todos los millonesque se gastan en cultura, en la gastada cultura que heredamos deoccidente las atestadas urbes latinoamericanas, este año La Esperanzarecibiría $26.000 dólares para construir tres cabañas que alojarían ainvestigadores y estudiosos de arqueología. Y es que en estas tierras,que los campesinos arañan día a día para sembrar el maní y el ajonjolícon el que comercian para sobrevivir, ellos habían encontrado pequeñosrestos de sus antepasados los chonos. Cerámicas rotas y pequeñostiestos precolombinos fueron guardados celosamente en las míseras casasde estos valientes montuvios. Con este válido pretexto los campesinosde La Esperanza, desplazados de las tierras fértiles también suyas porsiglos, decidieron aceptar ser parte de un proyecto que se afianzaba enla necesidad de dar valor a la ecología de la zona, su herenciaarqueológica y el amor que su gente siente por el campo, lo que incluíasu firme decisión de no migrar hacia las ciudades.
Hoy 25 de junio de 2010, en pleno gobierno de la Revolución Ciudadana,estos dignísimos ecuatorianos han sufrido el peor de los crímenes: las autoridades de la provincia del Guayas, el gobernador, el intendente yla policía han quemado sus casas, han dejado a sus hijos en el monte;sus animales, gallinas, vacas, caballos y acémilas han corridodespavoridos por los gases y las balas, al igual que sus dueños, que hoy duermen en el camino de tierra que llevaba a La Esperanza.
Sabemos que otros montuvios, otros herederos chonos de toda laprovincia han sido desalojados por el gobierno, sin que medienexplicaciones, sin pena, sin compasión. No hay títulos dicen las autoridades. Es verdad, ninguna familia campesina de la zona los tiene.No los tiene Teófilo y sus cuatro hijos, ni doña Blanquita y sus siete nietos, ni Luchito con sus 11 hijos y 7 nietos, tampoco los chonos las tenían y eran sus tierras.
Pero los que sabemos leer y escribir, los que sabemos leer entrelíneas, también sabemos dónde se dirigen las nuevas leyes y a quiénesfavorecen; conocemos que esas tierras, las de los campesinos pobres queno tienen títulos que digan que son de ellos, están destinadas a losnuevos ricos del país, a esos que saben que el petróleo se acaba, quelos recursos para ser cada vez más ricos en el futuro van a salir delbiodisel y que para producirlo se necesitan las tierras que hoy ocupanlos campesinos de la Costa del Ecuador. También sabemos que elnarcotráfico es un potencial que muchos quieren explotar, y que elnarcotráfico que se está instaurando en el país necesita tierras.
Esta noche los campesinos de La Esperanza duermen en la intemperie,mañana irán a la Isla Trinitaria, seguramente a refugiarse con otroscampesinos que ayer fueron también desplazados y que tuvieron que hacersus casas sobre la basura que dejan los habitantes de las ciudades. Sushijos, en el mejor de los casos, serán los sirvientes de los nuevosricos que hace la política, en el peor, formaran parte de la miseria yel infierno que se vive en la Penitenciaría de Guayaquil y en lascárceles del país.
Proyecto La Esperanza llega a su fin. http://www.proyectolaesper/ anzaecuador. blogspot. com
Quienes hicimos este proyecto hoy somos testigos de la impasiblecrueldad con que se despoja de sus tierras a los más pobres yvulnerables habitantes del litoral ecuatoriano. Queremos hacer públicoel sistemático desalojo y desterritorializaciò n de los montuvios ysolicitamos su firma para la inmediata devolución de sus tierras a loscampesinos de La Esperanza: que los niños y niñas que hoy duermen sobrela dura tierra vuelvan a los despojos que quedan de sus casas.
Marco Antonio Alvarado López, artista visual Matilde Ampuero
Ante los hechos denunciados, pedimos su solidaridad especialmente con losniños, que ya están enfermándose por la forma en que están viviendoeste momento; ellos necesitan comida, frazadas y alimentos. Favor comunicarse al 090836493/042344897
fuente: pachimatutegarcia@yahoo.es
Artistas, arqueólogos y comunicadores durante dos años hemos trabajadoconjuntamente con campesinos y líderes sociales para visibilizar, através de la posición humanista del arte, la zona de La Esperanza, unatierra que comparten las provincias del Guayas y Santa Elena, una tierra pobre, donde viven los campesinos más pobres de la región. Nohay agua ni luz en La Esperanza, allí solo hay una pequeña escueladonde hasta hace poco una niña de 13 años impartía clases a 40 niñosque caminaban hasta dos horas para llegar a ella. De todos los millonesque se gastan en cultura, en la gastada cultura que heredamos deoccidente las atestadas urbes latinoamericanas, este año La Esperanzarecibiría $26.000 dólares para construir tres cabañas que alojarían ainvestigadores y estudiosos de arqueología. Y es que en estas tierras,que los campesinos arañan día a día para sembrar el maní y el ajonjolícon el que comercian para sobrevivir, ellos habían encontrado pequeñosrestos de sus antepasados los chonos. Cerámicas rotas y pequeñostiestos precolombinos fueron guardados celosamente en las míseras casasde estos valientes montuvios. Con este válido pretexto los campesinosde La Esperanza, desplazados de las tierras fértiles también suyas porsiglos, decidieron aceptar ser parte de un proyecto que se afianzaba enla necesidad de dar valor a la ecología de la zona, su herenciaarqueológica y el amor que su gente siente por el campo, lo que incluíasu firme decisión de no migrar hacia las ciudades.
Hoy 25 de junio de 2010, en pleno gobierno de la Revolución Ciudadana,estos dignísimos ecuatorianos han sufrido el peor de los crímenes: las autoridades de la provincia del Guayas, el gobernador, el intendente yla policía han quemado sus casas, han dejado a sus hijos en el monte;sus animales, gallinas, vacas, caballos y acémilas han corridodespavoridos por los gases y las balas, al igual que sus dueños, que hoy duermen en el camino de tierra que llevaba a La Esperanza.
Sabemos que otros montuvios, otros herederos chonos de toda laprovincia han sido desalojados por el gobierno, sin que medienexplicaciones, sin pena, sin compasión. No hay títulos dicen las autoridades. Es verdad, ninguna familia campesina de la zona los tiene.No los tiene Teófilo y sus cuatro hijos, ni doña Blanquita y sus siete nietos, ni Luchito con sus 11 hijos y 7 nietos, tampoco los chonos las tenían y eran sus tierras.
Pero los que sabemos leer y escribir, los que sabemos leer entrelíneas, también sabemos dónde se dirigen las nuevas leyes y a quiénesfavorecen; conocemos que esas tierras, las de los campesinos pobres queno tienen títulos que digan que son de ellos, están destinadas a losnuevos ricos del país, a esos que saben que el petróleo se acaba, quelos recursos para ser cada vez más ricos en el futuro van a salir delbiodisel y que para producirlo se necesitan las tierras que hoy ocupanlos campesinos de la Costa del Ecuador. También sabemos que elnarcotráfico es un potencial que muchos quieren explotar, y que elnarcotráfico que se está instaurando en el país necesita tierras.
Esta noche los campesinos de La Esperanza duermen en la intemperie,mañana irán a la Isla Trinitaria, seguramente a refugiarse con otroscampesinos que ayer fueron también desplazados y que tuvieron que hacersus casas sobre la basura que dejan los habitantes de las ciudades. Sushijos, en el mejor de los casos, serán los sirvientes de los nuevosricos que hace la política, en el peor, formaran parte de la miseria yel infierno que se vive en la Penitenciaría de Guayaquil y en lascárceles del país.
Proyecto La Esperanza llega a su fin. http://www.proyectolaesper/ anzaecuador. blogspot. com
Quienes hicimos este proyecto hoy somos testigos de la impasiblecrueldad con que se despoja de sus tierras a los más pobres yvulnerables habitantes del litoral ecuatoriano. Queremos hacer públicoel sistemático desalojo y desterritorializaciò n de los montuvios ysolicitamos su firma para la inmediata devolución de sus tierras a loscampesinos de La Esperanza: que los niños y niñas que hoy duermen sobrela dura tierra vuelvan a los despojos que quedan de sus casas.
Marco Antonio Alvarado López, artista visual Matilde Ampuero
Ante los hechos denunciados, pedimos su solidaridad especialmente con losniños, que ya están enfermándose por la forma en que están viviendoeste momento; ellos necesitan comida, frazadas y alimentos. Favor comunicarse al 090836493/042344897
fuente: pachimatutegarcia@yahoo.es
29 de Jun, 2010
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