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lunes, 5 de marzo de 2012

Superar la Lucha Electoral por el Falso Poder: Desplegando Luchas Reivindicativas y Políticas, Elaborando Pliegos del Pueblo y Construyendo Poder Popular (05/03/2012)


En el campo Internacional se mantiene la pugna de los bloques imperialistas en torno a la disputa por la hegemonía con claros retrocesos de EE.UU en el terreno económico y con avances de China, en tanto que Europa asiste a fuertes crisis internas producto del intento de las clases dominantes de incrementar la super-explotación y de poner término a los beneficios sociales que gozaban sus trabajadores. Los indignados son por una parte el manifiesto descontento de los que añoran el estado de bienestar perdido y la expresión de resistencia a las medidas que la dominación intenta imponer. La pugna principal sigue siendo, sin embargo, la disputa en el terreno de las fuerzas militares en que se articulan EE.UU. y Europa para cercar y contener la expansión de China y Rusia y de paso fortalecer sus posiciones en medio oriente y en el control del petróleo y los medios de producción, trasporte y distribución en la zona.

El peligro de un conflicto a escala mundial se relativiza, pero se incrementan las agresiones locales directas o indirectas contra Siria y contra Irán, constituidos hoy en la piedra de tope del avance imperialista por la decisión asumida por China y Rusia de vetar cualquiera aventura guerrerista tipo Libia.

Desde el punto de vista estratégico, significa que el imperialismo de EE.UU. no tiene, de parte de Europa, disputa de su hegemonía en Latinoamérica por el debilitamiento de la influencia de España, Francia y Alemania, sumidas en contener sus propias crisis. Sin contrapeso, EE.UU. aumenta su presión sobre los regímenes progresistas locales[1] que han ido morigerando su discurso radicalizado hacia el campo internacional, manteniéndose en lo interno en gobiernos que desarrollan algunas reformas y proyectos importantes pero que no son de carácter revolucionario o anticapitalista.

En ese marco general se mantienen válidas algunas afirmaciones que hemos realizado previamente:

En el plano internacional: Durante los próximos años, el capitalismo seguirá desdoblando y agudizando sus crisis sin llegar a un colapso definitivo o derrumbe, principalmente porque a pesar de las contradicciones entre los bloques EE.UU./RUSIA/CHINA/ALEMANIA, la “globalización” de la economía genera un alto nivel de dependencias mutuas. No obstante lo anterior, la lucha por los mercados y control de energía, agua y materias primas sumado a que la economía de USA se sostiene en el desarrollo del complejo militar industrial, llevará a USA a incrementar su presencia militar y sus guerras limitadas a escala planetaria y particularmente en América Latina. Esto presionará aun más a las clases dominantes de la región a un alineamiento y defensa cerrada del modelo de dominación y al despliegue de fuerzas militares para presionar y/o defender sus intereses.
En latinoamérica se incrementará la lucha de los pueblos enfrentando a regímenes socialdemócratas por un lado y a regímenes de derecha cada vez más autoritarios que intentarán frenar el ascenso de masas que se elevará por la pauperización creciente de las masas populares y capas medias en el marco de la crisis. Cabe recordar que en latinoamérica existen tres ejes de alineamiento: el imperialismo de USA con los gobiernos de Chile, Colombia y Perú, el eje de la socialdemocracia europea con influencia en Brasil principalmente y que trata de agrupar a Uruguay, Paraguay y Argentina, y el eje Bolivariano con Venezuela, Ecuador y Bolivia principalmente. Es probable que se produzcan intervenciones militares mixtas de fuerzas locales y de USA para enfrentar dicho ascenso, así como las tensiones por dominar el agua, las reservas energéticas, forestales y minerales que buscarán las fuerzas imperialistas.”

En Chile tanto el campo de las clases dominantes como el campo de los explotados muestra dinamismo y particularidades que afectarán los escenarios de lucha y las respuestas que el movimiento popular pueda desplegar, siendo lo principal la mantención de una tendencia al alza de la lucha de clases enfrentando fragmentos de las clases dominadas directamente al Estado y al poder, manteniéndose el Gobierno en la respuesta contención con represión-dilatación y desactivación del conflicto como premisa para negociar y hacer retornar a las masas al cause de la legalidad y los marcos heredados desde el pinochetismo.

Lo primero a despejar es que el Bloque en el Poder, las clases dominantes burguesas en alianza con el capital financiero internacional, no están siendo cuestionados de modo alguno, ni se sienten intranquilos respecto a sus posiciones. A lo más se inquietan por la efervescencia social, las movilizaciones, y el clima de mal gobierno extendido. Pero saben, por ahora, que no hay una alternativa política que los enfrente y que por otro lado, las posibles alternativas políticas legales, tanto de la derecha, como de la concertación, están absolutamente alineadas respecto a la defensa del modelo económico y político y de sus intereses como clase.

Lo segundo es entender que los partidos burgueses intentan -igual que en el campo popular lo hacen las organizaciones de izquierda reformista y revolucionaria- representar los intereses de clase, pero desde su perspectiva política. La pugna existente entre RN y la UDI es una pugna histórica de proyectos políticos que al agudizarse entran en contradicción, sobretodo respecto a como enfrentar al movimiento de masas (con más o menos represión) y respecto a sus posiciones valóricas. De otra parte también expresan intereses corporativos de grupos que disputan posiciones al interior del aparato del estado para privilegiar sus negocios, acceder a información privilegiada y desarrollar el clientelismo político en las masas.

Por lo anterior es posible la existencia de tendencias que intentan redefinir los campos de acción de las fuerzas políticas, tal como lo intenta RN en sus conversaciones privilegiadas con la DC, que tienen como efecto inmediato el respaldo de la DC a la “reconstrucción” post terremoto del gobierno de Piñera. Y este es un segundo nudo pendiente a resolverse en la coyuntura: si se produce un nuevo realineamiento político en base a un eje RN-DC y que dejaría por un lado a la UDI aislada y por otro lado la posibilidad de una Concertación 2.0 en base a las restantes fuerzas más el PC y los díscolos tipo Meo, con una nueva franja neoreformista constituida por todos los desgajamientos del PC, G80, Igualdad, Brisa, UNE, etc. En cualquier caso, todas estas fuerzas disputan y disputarán “espacios de falso poder” en el escenario legal, electoral, usando la movilización de masas como elemento de presión y acumulación de fuerzas como lo expresa claramente la Jota, a través de Camila Vallejo, respecto al movimiento estudiantil que debiera -según su parecer- ingresar a la arena política institucional.

El aspecto más importante de la coyuntura, sin embargo, es el despliegue que vienen desarrollando franjas del campo popular. Al término de las movilizaciones estudiantiles se sucedieron algunas movilizaciones de pobladores en contra de la aplicación de la nueva ficha de protección social, gatilladas sobretodo por los grupos políticos que poseen EGIS y que cruzan su trabajo político con pobladores, con sus iniciativas para sobrevivir económicamente. Estas tibias movilizaciones donde también se expresó ANDHA Chile Democrático, fueron seguidas por movilizaciones parciales de trabajadores de distintos sindicatos, de trabajadores portuarios, de gente afectada por el terremoto, por retoma de la iniciativa de comunidades mapuches y principalmente por la lucha de Aysén en el extremo sur y por el agua en la zona central y norte del país.

Nuevamente se trata de un movimiento de masas que moviliza a sectores sociales específicos (los más afectados por alguna carencia o reivindicación concreta), pero que no logra sumar a la totalidad ni del sector social, ni de las clases. Es una franja de masas radicalizada, heterogénea en su conducción política (disputada por reformistas, revolucionarios, anarcos, ecologistas; incluyendo senadores, diputados, alcaldes y concejales de diversas tiendas), que no se limita a las formas de luchas legales y accede a todo tipo de formas de luchas: ocupación de locales, puentes, instituciones, lucha callejera, corte de caminos, control de poblados, zonas. El fenómeno de la amplitud y radicalidad se contrapone con lo limitado del objetivo de lucha, pero es el fenómeno concreto que está ocurriendo.

La discusión de fondo: ¿Siguen siendo estas movilizaciones brotes cíclicos, esporádicos, sin continuidad ni proyección a largo plazo? Todo indica que con el comienzo del año escolar se replantearán las movilizaciones de secundarios y universitarios: los primeros con las manos vacías y una cosecha de dirigentes expulsados de los liceos y con sus organizaciones golpeadas. Los segundos, encabezados por la “izquierda autonomista”, desafiados a mantener la movilización y lucha estudiantil alejada de los marcos de la mesa de negociaciones, el parlamento y la disputa electoral. Es posible que asistamos a las movilizaciones de sectores que se radicalizarán en cuanto a formas y contenido, pero estas movilizaciones, en su masividad, deberán sortear el desafío de las campañas electorales ya iniciadas. En síntesis: la característica y proyección del movimiento de masas va a depender de la capacidad de pasar por sobre la contingencia electoral y la capacidad de los revolucionarios de influir en estas luchas, ganar conducción y proyectarlas hacia la construcción de instancias de coordinación y luchas más amplias, embriones de poder territorial local.



Los desafíos para el año son:
  • Salir de la dispersión y atomización del movimiento de masas jugándose por reconstruir organizaciones para la lucha reivindicativa y política construyendo Poder Popular.
  • Construir un Pliego del Pueblo que permita unificar y coordinar luchas.
  • Pasar por encima del escenario electoral y no entrar a la negociación o escenarios institucionales legales, parlamentarios, donde las fuerzas acumuladas se diluyen en disputas por un Falso Poder.
  • Seguir privilegiando la lucha como escuela, como principal herramienta de enseñanza, desarrollo y crecimiento.

En definitiva ir construyendo las bases para un movimiento más sólido que nos permita seriamente convocar a un proceso en ascenso desde la desobediencia civil, a la resistencia popular anticapitalista!


Trabajadores al Poder
Marzo, 2012


[1]Principalmente Venezuela, Ecuador y Bolivia
Radio Popular Enrique Torres

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