Hemos sido los estudiantes desde el supuesto retorno a la democracia quienes hemos asumido como lucha el cambio a la estructura de la educación, impuesto por un modelo individualista y segregador implementado en dictadura.
El movimiento social emergente de estos últimos años ha concebido la democracia de una forma distinta: participativa, amplia y donde cada una de sus voces es igual de importante para la toma de decisiones. Después del 2006 tuvimos que aprender a enfrentar aquellos que nos traicionaron tomados de las manos, cambiando de nombre una ley que sólo ratificaba la educación como un bien de consumo. A pesar de ello, nuestra lucha alentó a otros sectores a continuar peleando por sus derechos, y en conjunto hemos tenido que enfrentar diversas formas de represión ejercidas desde el Estado, (en ambos gobiernos del duopolio): Brutal represión policial con antecedentes de varios manifestantes heridos, secuestrados, torturados; abusos sexuales hacia estudiantes, llegando incluso al asesinato de Manuel Gutiérrez, en protesta convocada por la CUT el 2011.
El 2012 los secundarios dijimos Yo no presto el voto, con la claridad de que esta democracia se ha empeñado en ignorar nuestras demandas. Este año también creemos que votar o no votar no da lo mismo, porque sufragar es reforzar un sistema y darle representatividad a aquellos candidatos para que durante los próximos cuatro años sigan gobernando para los grandes capitales, y a espaldas de las grandes mayorías.
Necesitamos más redes de organizaciones populares y extensas movilizaciones para recuperar nuestros derechos fundamentales. Ya nos traicionaron y nos mintieron más de una vez, por eso:
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