El escenario estudiantil que se ha presenciado este año, se ha visto caracterizado fundamentalmente por luchas que se han originado a partir de problemáticas internas de los diferentes establecimientos de educación, sucesos que no dejan de ser relevantes pero que abren cierto cuestionamiento a la cohesión del movimiento estudiantil en general. Por otra parte, hemos visto que el actuar mismo, del sector que parece protagonizar este movimiento, ha encontrado frecuentemente su camino en las mesas de diálogo con la misma clase política que dice repudiar.
Nosotros, como “Colectivo poder popular”, creemos en primera instancia que la CONFECH,como principal actor mediático, no ha tenido la capacidad, como siempre, de llevar la conducción del estudiantado en lucha, situación nada novedosa, que se explica por el gremialismo, reformismo y posturas de centroderecha que caracterizan a los grupos que últimamente han ganado estas tradicionales federaciones de estudiantes, las cuales se encuentran enmarcadas en una “elite”del sector estudiantil y que por lo tanto, incluso aun cuando existiese esa capacidad por parte de estos grupos que lidera la FECh,
tampoco serviría como generador de una movilización entendida a largo plazo que responda a las necesidades reales de organización de las clases populares. Entendiendo que una inmensa parte de los estudiantes pobres de la educación superior ocupan las universidades privadas, se comprende también la falta de identificación de éstos con la tibia postura de quienes decíamos, parecen protagonizar el movimiento estudiantil y a partir de esto, esa falta de cohesión que implica unificar la demanda a modo nacional en el ámbito educacional.
Por lo ya expresado y ante la intranquilidad de las bases en general, que no reciben una propuesta de lucha y de avance por parte de estos grupos gremialistas, es que se generan estas pugnas de manera más aislada,
por problemas internos, que son de forma evidente, los que detectan más fácilmente los estudiantes de cada espacio,demostrando que hay ánimo, que hay ganas, que hay moral; y que, hay que decirlo también, no ha estado presente o no ha logrado consolidarse un conductor revolucionario de la demanda estudiantil, que dote de un carácter popular a esta agitación social, es así como se aprecia una dispersión de problemas, no solo este año, sino que también el anterior, claros ejemplos son los fraudes enlas acreditaciones, el caso puntual de la Universidad del mar, el tema de la democratización en algunas casas de estudio, el cierre de colegios municipales en la florida, etc.
Creemos, por otra parte, que el movimiento estudiantil, a pesar de la crítica que se le pueda hacer, es el sector más articulado hasta el momento y debiese servir como un agitador de los demás grupos de arraigo popular, tales como los trabajadores y pobladores, comportándose como un ente al servicio de los intereses de las clases populares en general y no solo como un grupo de jóvenes que entienden la educación gratuita como el fin de una lucha, para esto creemos que es preciso,y por eso mostramos nuestra disposición al respecto, empezar a trabajar desde ya en la unificación, no solo de los estudiantes pobres y su radicalización en cuanto a la organización y línea estratégica que generan, sino también en las relaciones que sean posibles de construir en estos momentos, entre los grupos que nos identificamos como revolucionarios, para llevar a cabo las transformaciones sociales que necesitamos, a partir de lucha, organización y conciencia.
¡¡POR LA CONSTRUCCIÓN DEL PODER ESTUDIANTIL AL SERVICIO DEL PUEBLO!!
Tomado de: Colectivo Poder Popular
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