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lunes, 6 de enero de 2014

LA CONCIENCIA Y LA ORGANIZACIÓN PROLETARIA SE CONQUISTA, PERO TAMBIÉN SE PIERDE.

1. PREAMBULO:

LA CONCIENCIA Y LA ORGANIZACIÓN PROLETARIA SE CONQUISTA, PERO TAMBIÉN SE PIERDE.

AUTOR: MARCELO DARIO CORNEJO VILCHES.
      
            
  

UNA NOTA NECESARIA: La intensa lucha política e ideológica en que estoy comprometido en el plano internacional ha impedido, en cierta forma, la difusión de este importante material del profesor Marcelo Darío Cornejo Vílches (Chile) que desde noviembre de 2013 estaba en mi poder. Queda pendiente la difusión de su voluminoso y científico libro: “Acumulación de capital en Chile: Crisis y desarrollo. Últimos 40 años”. Un saludo combativo para usted profesor Marcelo y los estimados compañeros de Chile. Con infinitos recuerdos y mucha estima. Siempre: Enrique Muñoz Gamarra.

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Una de las tesis que a mi juicio debe ser analizada, discutida y fundamentada es la referida a los ejes y dimensiones sobre las que se construye y define una clase social. Una primera aproximación  nos remite a descartar aquella concepción economicista que define la realidad en sus aspectos puramente materiales y, a consecuencia de lo anterior, circunscriben una clase social sólo a la base material sobre la que se funda. Pero, la historia nos enseña que la clase social no sólo se define por su aspecto material,  además hay aspectos subjetivos sustantivos y determinantes a considerar. En el plano subjetivo, la moral, la identidad, la historia de luchas, los proyectos, las organizaciones sociales y políticas, sus desarrollos, contradicciones, aspiraciones, derrotas y victorias, los individuos con sus atributos y pellejerías, son todos elementos que resuelven y deslindan a la clase social y su conciencia.

A este respecto, la pregunta ineludible es ¿cuál es la historia de lucha que tienen los proletarios en Chile?  Circunscrita la pregunta a la historia de lucha, con todo el legado fundacional del movimiento obrero desde las mancomunales, no cabe más que afirmar claramente que son los estallidos y explosiones, a veces fugases, contra-hechas y e incompletas  -como se quiera-, pero que está plasmada ineludiblemente a la historia del poder popular y la acumulación de fuerza político social revolucionaria para una revolución socialista. Empero, hoy en la Formación Económico Social local es un dato incuestionable que la base campesina del poder popular desapareció. En este marco, bien podría plantearse que dada la desaparición del campesinado no tiene sentido hablar de poder popular y en rigor debiésemos remitirnos estrictamente a la inmensa mole cuantitativa que es la clase proletaria en Chile. Pero es aquí donde a mi juicio debe hundirse los afilados dientes de la dialéctica para asumir como problema a resolver  el hecho de que si la lucha de clases del proletariado exige la construcción de un proyecto histórico anticapitalista, antiburgués, socialista y revolucionario, etc; ¿de qué manera recuperamos la memoria histórica que nos legaron las luchas de hace un siglo o de hace 40 años en perspectiva de construcción de conciencia de clases?

A mi juicio en algún punto se debe partir. Los procesos fundacionales de conciencia de clases no parten de la nada. El desarrollo material tampoco. Dicho esto, la construcción de subjetividad  debe partir recuperando la componente vectorial histórica fundamental del poder popular. Es tarea histórica del presente avanzar hacia nuevos niveles de construcción de conciencia de clases proletaria, la que se da solamente y exclusivamente en el plano de la creación de organizaciones políticas de poder de clases con carácter dual, embriones del nuevo Estado proletario, de la dictadura proletaria, pero en lucha permanente, dinámica, frontal contra el Estado Burgués y el sistema de dominación en general. Sólo la lucha permanente en escalas, profundidades y amplitudes cada vez mayores dan la conciencia de clases necesaria para asegurar un saldo histórico positivo para la clase proletaria en su lucha contra la burguesía y la sociedad de clases capitalista. Pero, esto no es una abstracción, no lo debe ser jamás para quienes aspiran a realizar una revolución. Si Lenin se valió de los Soviets, ¿por qué no valernos de las experiencias del poder popular para la construcción de conciencia y organizaciones de combate proletarias? No es ocioso recordar que los Soviets surgieron en el transcurso de la primera revolución rusa, la de 1905. Su creación no fue debida a la iniciativa de ningún partido ni grupo político, aún cuando muchos de los individuos que lo protagonizaron, hayan pertenecido a orgánicas políticas diversas y dispersas, los soviets nacieron al calor de la dinámica y explosión de masas durante el desarrollo de los acontecimientos político-sociales de la lucha de clases hacia el año 1905. Lo anterior explica que los Soviets no surgieran de una sola vez, con las líneas definidas y bien conformadas como les vimos aquel Gran Octubre de 1917, sino que fue el resultado de la transformación de los distintos organismos sociales y políticos de combate y conflicto creados en el curso y alero de la lucha de clases con las masas como protagonistas insustituibles.

Las experiencias de enfrentamiento de la clase proletaria en Chile recogen como experiencia histórico contemporánea el gran paraguas del Poder Popular y la Construcción de Fuerza Político Social Revolucionaria desplegada y acumulada en sus límites. Quizás pasen 50 años y tengamos la experiencia político histórico organizacional para ya no hablar más de poder popular sino de poder proletario lisa y llanamente. Pero, reitero, la hebra hay que (re)tomarla en algún punto, y esa referencia histórica no puede ser parte de la política ficción de algunos  cerebros muy imaginativos llenos de habilidades novelescas y competencias psíquicas futuristas, sino del campo histórico real de lucha de clases. Por la misma razón, es un error gravísimo domesticar, desarmar, entrampar, aturdir, despolitizar y desideologizar a la clase proletaria con mayores o menores cuotas de participación en las más diversas estrategias y espacios estatales burgueses.

Hoy esta discusión es relevante no sólo para aclarar desde el punto de vista teórico e histórico el por qué hablar de poder popular si la alianza de clases que le dio sustento –proletariado y campesinado-, ya es inexistente por los propios procesos de proletarización del desarrollo del capitalismo en Chile cuyas dinámicas materiales nos han acercado aún más a la necesidad material del socialismo. Llama poderosamente la atención que justamente quienes han sido más críticos con la historia del poder popular, la estrategia y táctica del MIR y la acumulación de fuerza político social revolucionario, sean hoy entusiastas copartícipes de las salidas burguesas al actual resquebrajamiento político de la fisonomía en que se nos ha presentado la hegemonía burguesa por medio de llamados a anular o participar de asambleas constituyentes y elecciones de autoridades representativas. A este respecto cabe preguntarse, ¿cuál es la experiencia y fortaleza de lucha y ruptura, de organización y estrategia política que es capaz de tejer la clase proletaria bajo las cornisas de los ingenios políticos de la burguesía? ¿Cuál es la resultante vectorial, en términos de  la densidad política de conciencia de clases,  si la clase proletaria se incorpora como vagón de cola en las iniciativas estratégicas y tácticas que implementa la burguesía en el plano político? Sobran razones para sostener que entre el llamado a participar que hace de un lado la burguesía para las elecciones y asambleas constituyentes y, de otro lado, la construcción y promoción de poder popular como andamiaje para la construcción de ese factor subjetivo tan determinante para la revolución proletaria, ciertamente que, a mi juicio, no hay donde perderse  y, ese proceso subjetivo histórico inicial, ese ethos de inicio, no es otro que el poder popular revolucionario y proletario.

II.- A LA LUZ DEL CAPITALISMO EN CHILE, ¿ES POSIBLE HABLAR DE UNA BURGUESÍA NACIONAL O DE FACCIONES BURGUESAS EN PUGNA?, ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN A NIVEL GLOBAL?

Es de suyo asignar la verdadera naturaleza del capital. Este es una relación social que no está definida por cuestiones de índole nacional o territorial. Su lógica, si es que pudiésemos hablar de “lógica” no es otra que la tensión existente entre ley del valor y concentración. De aquí derivan varias consecuencias: de un lado la conformación de un mercado mundial capitalista, de otro la desaparición de las fronteras entre sectores económicos y entre entidades políticas y culturales y, por último, la creación mundial de una imponente masa de miles de millones de proletarios y proletarias. Pero la integración mundial del capital además de exacerbar sus contradicciones internas, crea la plataforma para burguesías cada vez más estandarizadas y homogéneas, cuyo afiatamiento regional –y las tensiones geopolíticas que de ahí pudiesen derivarse-  descansa precisamente en los diferentes ritmos con los que se cuaja y condensa el capital en renta.

En definitiva, al menos en Chile, la burguesía se nos presenta como un sólido sector social con diferentes giros, en el sentido de que parte de su composición referida a la burguesía más provinciana con menor razón y magnitud de capital no alcanza a convertirse en una fracción que dispute el control a esta gran burguesía globalizada a la que, por ejemplo, pertenecen los grupos económicos. Ahora bien, es muy relevante observar una situación coyuntural muy relevante a saber, en su conjunto las turbulencias de la crisis económica del mercado mundial están comenzando a llegar a las playas de la economía local. Para el capital significa un reacomodo a nivel planetario, acaparando para su protección, todas las formas de renta posibles, maniobra que a la que ya no alcanzan sujetarse capitales (de la misma burguesía global) invertidos en forma de mercancía y de dinero y que en este momento comienzan a resentir sus valores. Es el caso de Saieh cuya apuesta ha sido la forma capital-mercancía (con todas sus inversiones en medios de comunicación, componente sustancial de la cadena de valorización en la producción de mercancías), y la forma capital-dinero (la aseguradora que acaba de rematar).  A mi juicio, la burguesía va a recrudecer a nivel local y mundial sus esfuerzos para blindar capitales en los sectores "más seguros" a saber, la renta y algunos eslabones claves del sector productor de medios de producción (alta tecnología aplicada, por ejemplo). También hay que observar cuál es el comportamiento en la relación de capitales China-Brasil. Ese eje es un vector muy importante para el reacomodo de los grupos de inversión que ascenderán y bajaran y la lógica con que lo harán. Claramente los chino-brasileros han apostado a la renta. Es un problema para los gringos que también apuestan a lo mismo y ven que el mercado mundial de la renta queda un tanto estrecho frente a la repartición de ganancias para capitales de tan colosales magnitudes.

En este contexto, en la medida que la burguesía de capitales medianos y pequeños se encuentren enlazados a la cadena mundial de valor, verán resentir sus intereses con la misma rapidez con la que reclaman sus magnitudes proporcionales de plusvalía, produciéndose evidentes desavenencias (al menos en el plano político formal) respecto al cómo enfrentar este reacomodo global.

En el análisis de coyuntura económica que  publicó la revista Trabajadores al Poder de la JPR3 hace cerca de un año, plantee que esta sería la forma en que el capital ajustaría cuentas: la renta absoluta.

Un problema particular que se deriva de lo anterior dice relación con la contabilidad, la economía burguesa separa el sector de la construcción de la minería. Es una cuestión formal pero no deja de ser relevante para obtener cálculos un poco más refinados. A mi juicio, la construcción no está separada de la minería. Al menos no como lo presentan los medios de comunicación. El sector de la construcción es el pie de monte de la minería, por lo que un aumento en la construcción viene a implicar una mayor concentración y refugio de capitales en la renta, una mayor profundidad estratégica en lógica político militar para el capital, que ve aumentar su retaguardia respecto al frente de batalla y por lo tanto aumenta su seguridad. A revés, una caída en la construcción, automáticamente expone al capital global a escenarios de grandes inestabilidades toda vez que se agudiza la lógica del "sálvese quien pueda" imponiéndose el capital de mayor masa y potencial, es decir, los capitales de mayores magnitudes que exigen mayores cuotas y tasas de plusvalía se enfrentan con otros que también exigen su espacio en el refugio (la renta). En este escenario se hace necesario y evidente "imponerse" a como dé lugar. Sírvase a este respecto considerar por ejemplo, la crisis global gestada a finales de los ochenta y que hace necesaria la “Primera Guerra del Golfo”. Luego la entrada masiva de la ex URSS y el ex campo socialista (con China incluida) harán necesaria la "guerra contra el terrorismo" en clave 11-S del 2001, episodio cuya acumulación de tensiones se expresara en la agudización de las contradicciones propias del capitalismo particularmente tras la crisis subprime, germinando  luego en la llamada crisis inmobiliaria (Portugal, Italia, Grecia, España, entre otros), que lanza a la OTAN sobre Irak, Afganistán, Pakistán, Libia, Siria, (y entre medio la primavera árabe).

En este escenario conviene hacer notar el atasco geopolítico de EE.UU (es decir, la OTAN) en Siria, hecho que demuestra dos cosas: primero, que la magnitud del capital no puede medirse en función del PIB del país. Si así fuese, hace bastante rato EE.UU y la OTAN se habrían impuesto en Siria. De lo que se sigue que, una fracción no menor de ese PIB es originado por capitales entrelazados (es decir, capitales chinos por ejemplo en los EE.UU, pero que no se cuentan como PIB de China, sino de EE.UU). Segundo, a medida que se agudizo la crisis inmobiliaria de la construcción, se agudizaron los problemas geopolíticos. (v.gr. ahí tenemos los casos de Libia y Medio Oriente). No en vano, fue desde España que la OTAN lanzo dos ICBM hacia Siria la primera semana de septiembre de 2013. Como sabemos los ICBM son los Misiles Balísticos Intercontinentales  que, sin cabeza nuclear y con un tipo de explosivo "suave",  puede provocar la conmoción y pavor  en la población destruyendo al menos entre  5 a 10 km cuadrados a la redonda. Pero, sorpresa,  los EE.UU y sus países vasallos de la OTAN no estaban preparados militar, psicológica ni políticamente para algo que parecía increíble: Rusia le bajó los dos ICBM en menos de media hora (uno fue destruido en primera fase y el otro lo desviaron con medios electrónico-informáticos y satelitales). El ataque de EE.UU duró exactamente lo que Rusia demoro en detectar y bajar los ICBM. En ese estado de "shock" ante  un escenario político militar absolutamente impensado, Obama es sentado en la mesa de negociaciones a vista y paciencia de todo el mundo.

No significa que el nivel de consumo del mercado mundial sea el origen de las crisis. Tampoco significa que la plusvalía no pueda realizarse por estrechez de mercado. En clave dialéctica, es la unidad de los contrarios: la conversión del capital en renta y sus posteriores tensiones geopolíticas entre bloques regionales, el ensamblaje en una sola gran matriz homogénea de valorización de capitales de los distintos sectores económicos y productivos  (sistema bancario-financiero-servicios con la producción industrial y extracción de materias primas) a escala planetaria bajo la tensión entre acumulación y centralización del capital, los acelerados procesos de proletarización de la humanidad, los grados cada vez mayores de integración y homogeneización de la burguesía mundial, la estandarización de la producción mundial, son todos procesos históricos cuyas contradicciones van instalando cada vez más la revolución socialista y proletaria como una necesidad histórica ineludible para la sobrevivencia de la humanidad en su conjunto.  

Para comprender estos y los otros muchos procesos históricos derivados es que hemos analizado en este libro los puntos menos abordados y conocidos por la juventud proletaria a saber,  Análisis del Proceso de Producción; Los Réditos y sus Fuentes: La Fórmula Trinitaria; La Apariencia de la Competencia; Acumulación y Reproducción Ampliada;  Diferente Composición de los Capitales en Diversos Ramos de la Producción, y consiguiente diferencia entre las Tasas de Ganancia; Formación de una Tasa General de Ganancia (Tasa Media de Ganancia) y Cómo los Valores de las Mercancías se Convierten en Precios de Producción;  Nivelación de la Tasa General de Ganancia por la Competencia. Precios de Mercado y Valores de Mercado. Plus-ganancia; Efectos de las Oscilaciones Generales del Salario sobre los Precios de Producción; Ley de la Baja Tendencial de la Tasa de Ganancia: La Ley en Cuanto Tal; Ley de la Tasa Tendencial de la Tasa de Ganancia: Causas Contra-restantes; Desarrollo de las Contradicciones Internas de la Ley; Transformación de Plusvalor en Capital.

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 2.-

 

“Acumulación de capital en Chile: Crisis y desarrollo, últimos 40 años”

APROPÓSITO DE LOS PROBLEMAS MAL PLANTEADOS SOBRE EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO

AUTOR: MARCELO DARIO CORNEJO VILCHES.

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Una nota necesaria: La intensa lucha política e ideológica en que estoy comprometido en el plano internacional ha impedido, en cierta forma, la difusión de este importante material del profesor Marcelo Darío Cornejo Vílches (Chile) que desde noviembre de 2013 estaba en mi poder. Queda pendiente la difusión de su voluminoso y científico libro: “Acumulación de capital en Chile: Crisis y desarrollo. Últimos 40 años”. Un saludo combativo para usted profesor Marcelo y los estimados compañeros de Chile. Con infinitos recuerdos y mucha estima. Siempre:Enrique Muñoz Gamarra.

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Hoy en día, habida cuenta del desarrollo del capitalismo, hablar de pueblo no es lo mismo que hace 40 años, cuando la clase campesina y proletaria, junto a importantes segmentos de marginales, artesanos y profesionales de la llamada "clase media", eran aglutinados en un solo frente, el pueblo, toda vez que el objetivo principal en ese entonces era dotar de cierta homogeneidad identitaria a tan variopinta composición de clases que compartían la necesidad de realizar profundas reformas estructurales en el plano material y político. Hoy, el pueblo, sigue teniendo ese carácter identitario y cultural que tuvo en su origen. Sin embargo, ya no existe ni la clase campesina, ni la "clase media", ni el artesanado. Todas estas clases han sido proletarizadas de forma acelerada. La clase proletaria se ha multiplicado por tres en los últimos 24 años. Así mismo, tampoco cabe reconocernos meramente como "trabajadores", toda vez que, en tanto proceso de valorización, la producción de mercancías solo concibe la existencia de una clase social específica capaz de valorizar al capital, esa clase social es la clase proletaria, cuya distinción intima es la venta de la fuerza de trabajo a cambio de un salario en condiciones donde el capital es una relación histórica y social específica cuya propiedad  privada es condición fundamental para su producción. Dicho esto, no debe olvidarse que en tanto proceso de trabajo, la producción de mercancía considera como intervinientes a diversas clases sociales, entre ellas a una que es fundamental: la burguesía. Por lo mismo, cuando se habla de "trabajadores", conceptualmente no se excluye a la burguesía y políticamente se la  incluye junto a sus diversas facciones en las plataformas de lucha en clave pluclasista. De lo anterior se sigue que, menos se avanza en la elaboración de concepciones políticas e ideológicas de clase si nos reconocemos meramente como "explotados". Se recordara que al interior de la burguesía existen diversas facciones de clase, algunas de ellas alegan ser explotadas por otras facciones. Es el caso de las llamadas PYMES. Este sector de la burguesía, comparado con otros sectores de la misma, también es explotado desde punto de vista tributario, productivo y financiero, por lo que los "explotados" vienen a suplir el rol que en su momento desempeño el concepto abstracto y pluriclasista de los "productores", por oposición a comerciantes y terratenientes. Estas falencias políticas e ideológicas tienden a ser superadas en ciertos niveles de profundidad estratégica con el concepto de "dominados". Se avanza así un par de pasos al demostrar que la enajenación y la consiguiente alienación tienden a reproducirse permitiendo a la burguesía hegemonizar la sociedad con el menor esfuerzo posible. El dominado asume con cierta “naturalidad” su condición y sirve de esta manera a los intereses de una hegemonía dinámica que le relega constantemente a la condición de objeto de la historia. Se abre así, la necesidad de romper la dominación comprendendiendo la historia en clave subjetiva superando el puro economicismo. Sin embargo, no basta con reconocer la hegemonía y sus relaciones de dominación, pues estas descansan sobre relaciones sociales y materiales concretas de explotación asalariada y de propiedad privada de los medios de producción y el capital. Estas tienden a ser ocultadas deliberadamente cuando, apelando a la dominación, se pone como principales contradicciones políticas de la sociedad, la oposición entre matriarcado y patriarcado, oligarquía y pueblo, democracia versus autoritarismo, colonias versus metrópolis imperiales, centro contra periferia, machismo versus feminismo, etc. En todas y cada una de estas contradicciones se rebasa y oculta la contradicción principal: la contradicción de clases irreconciliable entre burguesía y proletariado, un proletariado mundial y regional creciente y que abarca a un poco más de la mitad de la humanidad en su conjunto. El Eensamblaje en una sola gran matriz homogénea de valorización de capitales de los distintos sectores económicos y productivos a escala planetaria (sistema bancario-financiero-servicios con la producción industrial y extracción de materias primas) bajo la tensión entre acumulación y centralización del capital, los acelerados procesos de proletarización de la humanidad, los grados cada vez mayores de integración y homogeneización de la burguesía mundial, la estandarización de la producción mundial, sólo indican una gran tendencia: terminan desapareciendo los antiguos diques y barreras estructurales que separaban a los distintos sectores de la economía y que distinguían a trabajadores de cuello y corbata de trabajadores con overol. En este libro derrumbamos y aclaramos uno por uno todos  los mitos, leyendas, mistificaciones, confusiones y problemas mal planteados concernientes a la existencia de una clase media desempeñándose en un sector servicios improductivo con intereses distintos a una pequeñísima clase obrera en extinción y que estaría siendo reemplazada por un “acelerado desarrollo tecnológico”, base para una supuesta sociedad del conocimiento que ya no conocería de plusvalías ni de capitalismos “decimónicos”. Estaríamos en presencia de un post capitalismo, de una sociedad post moderna, cuyos principales problemas derivarían de la mala distribución de riqueza conforme a la densidad del “capital humano” y la configuración de modelos de “capitalismo verde” compatibles con la diversidad sexual, cultural, etc.   Quedan así sepultadas todas las principales contradicciones del sistema capitalista y del imperialismo.

Con el texto que ustedes tienen en sus manos, ACUMULACION DE CAPITAL EN CHILE,  los porfiados hechos, procesos y contradicciones que han sido ocultados, ignorados y amputados son aquí  plenamente expuestos y analizados rigurosa y críticamente conforme al modelo científico que nos legaran Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir I. Lenin.
    
Fuente: Enrique Muñoz Gamarra             

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