Los hechos se desarrollaron cuando los pobladores pedían a los vehículos que circularan con moderación ya que el constante tráfico aumentaba considerablemente el flujo de agua hacia sus viviendas. Frente al infructuoso esfuerzo, los pobladores decidieron prender unos neumáticos para crear una franja de seguridad y también para llamar la atención de las autoridades en busca de una respuesta de ayuda.
Sin embargo, efectivos policiales, lejos de escucharlos y ayudarlos, los reprimieron con gases lacrimógenas y rompieron los vidrios de vehículos de los pobladores.
La población Tornini aún espera la ayuda que ha sido la gran ausente del día.
Asimismo, la crítica recurrente en los diversos sectores cercanos al centro de Copiapó es hacia los vehículos que se pasean sin el debido cuidado, agravando la situación de quienes hacían esfuerzos denodados por evitar la inundación de sus viviendas.
Cabe señalar, además, la tardía actuación de las autoridades, las que no fueron capaces de prever el desastre aún cuando contaban con toda la información. Al respecto valga recordar que las inundaciones y aluviones sufridos en la región en el año 1997, se suscitaron luego de que llovieran 14mm de agua. En esta ocasión estaban pronosticados más de 20mm de agua en menos de 24 horas de lluvia.
Paradójicamente, mientras Copiapó y la región de Atacama recibe una avalancha de periodistas y autoridades, ni una sola letra, declaración o comentario de lo vivido por los pobladores de Tornini a salido al aire.
FOTOS Y TEXTO:
José Manuel Gutiérrez Bermedo
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