Luego del escándalo y ante la imposibilidad de evadir responsabilidades públicas, salió al paso Eliodoro Matte, contradictoriamente desmarcándose de responsabilidades directas y pidiendo perdón por el caso de colusión de tissue. Sin embargo, esta empresa está vinculada a una serie de hechos de conspiración, asesinatos, violaciones a Derechos Humanos, impactos socio ambientales, con un amplio historial ¿tampoco sabían nada?
No es posible atender el actual contexto mediático del denominado “colusión Tissue” “cartel del confort” o “caso bomba tissue”, sin considerar una serie de hechos que han dañado progresivamente el bienestar de un País y la paz social.
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Eliodoro Matte, uno de los dueños de la CMPC ante el escándalo por colusión en Chile en papelería, a través de su canal oficial “El Mercurio”, señaló: “Quiero pedirles perdón no solamente a los empresarios sino a la opinión pública, y, en especial a los consumidores y a mis colaboradores por estos hechos repudiables. Solo me queda comprometerme a trabajar porque algo así nunca más vuelva a suceder en nuestro compañía”[1]
Previo a esto, con fecha 28 de octubre 2015, la empresa de los Matte, emitió un comunicado público [2]
Los hechos
Como uno de los mayores casos de colusión detectados en el país, calificó la Fiscalía Nacional Económica (FNE) [3]
“Bomba” fue el nombre en clave que utilizaron los involucrados -en referencia al lugar donde se reunían- para denominar el modelo que les permitía llevar a cabo el plan.
Algunos de los ejecutivos de CMPC que participaron en estas reuniones fueron Eduardo Serrano Spoerer, Alejandro Nash Sarquis, Felipe Alamos Swinburn, Cristián Rubio Adriazola, José Luis Aravena Aguirre, Fernando Riquelme Nejasmic y Cecilia Häberle Tapia. Mientras que de Pisa asistieron Eduardo Hola Cheul, Miguel González Pinto y Felipe Baraona Undurraga.
La FNE precisó al respecto que “los ejecutores de la conducta eran conscientes de su ilicitud. Así lo demuestran distintas conductas llevadas a cabo por los ejecutivos quienes evitaron traspasar información en formato digital o por correo electrónico institucional, por lo que preferían el uso de documentos impresos. Crearon cuentas de correo electrónico personales con el objeto de intercambiar información del acuerdo, hicieron uso de celulares de prepago para comunicarse con la competencia y, ejecutivos de CMPC llegaron incluso a deshacerse de computadores arrojándolos al canal San Carlos de Santiago en diciembre de 2011”.
Parte de un historial ¿también desconocido?
Funcionarios y ejecutivos de la papelera CMPC Laja – San Rosendo luego del golpe de estado en Chile estuvieron involucrados en detenciones, desapariciones y ejecuciones de trabajadores de la planta ¿tampoco sabían nada sus dueños de esta masacre?[4]
Seguramente el grupo Matte CMPC – Mininco tampoco se enteró del asesinato del joven Mapuche Alex Lemún [5]
Muy probablemente, tampoco el grupo Matte se enteró que la principal empresa de seguridad de Forestal Mininco a fines de los 90 y principios de los dos mil, estaba encabezada por un ex agente del servicio de inteligencia de la dictadura militar (CNI), como fue el caso de Ossepar y de Alfredo Rodríguez y de la serie de denuncias de autoatentados incendiarios y conspiraciones con el propósito de reprimir, criminalización y estigmatizar demandas Mapuche[6]
En la misma lógica, tampoco debieron haber sabido que sus más de 750 mil hectáreas en Chile de plantaciones forestales de monocultivos de pinos y eucaliptus han causado estragos, sequías, empobrecimiento en los territorios y que su lucro se ha hecho a costa de la depredación de numerosos territorios y de miles de habitantes rurales [7]
Tampoco supieron que decenas de espacios sagrados, de relevancia cultural y religiosa para el Pueblo Mapuche, se encuentran dentro de predios de la empresa forestal Mininco y que estas no se han reparado[8]
En la misma burbuja, tampoco llegó la información de que hay varios predios que son reclamados por comunidades Mapuche a quienes se les ha despojado de sus derechos territoriales, varios obtenidos de mala forma durante la dictadura militar y que eran parte de procesos de reforma agraria destinados a sectores campesinos y comunidades. Tampoco se enteraron[9]
Ni que en numerosos sectores, las fumigaciones de las plantaciones forestales han causado graves daños e impactos a la salud de la población rural[10]
Ni que hay miles de personas rurales, familias campesinas y comuneras que viven sin agua en zonas donde se concentran la mayor cantidad de plantaciones de monocultivos de plantaciones de pinos y eucaliptus, junto con la enorme pérdida de biodiversidad y de ecosistemas [11]
Quizás, nunca se enteraron que dentro de un predio de su empresa, en la comuna de Carahue, luego de una ola de incendios, murieron 7 brigadistas y que fue más fácil culpar a través de sus operadores políticos a causas Mapuche en vez de asumir responsabilidades[12]
Tampoco de las posible relación entre incendios forestales y las plagas de la avispa taladradora, accediendo a cobros de seguros por siniestros[13]
¿Tampoco supieron que la empresa consultora que les otorgó la certificación ambiental, en contra de todo principio FSC, de manera absolutamente irregular, lo premió por su “enorme” aporte a la sustentabilidad y medio ambiente, contribuyendo así a un buen lavado de imagen internacional?[14]
Seguramente fueron sus operadores ejecutivos, sin que ellos se enteraran, los que se congregaron con la multigremial en el llamado “golpe blando de los camioneros”, polarizando y llevando a situaciones extremas al País, en este Chile 2015[15]
En la grave contaminación que se ha generado por plantas de celulosas – papeleras de CMPC como en Renaico y Laja, a ríos, esteros, aire, tierra y poblaciones ¿tampoco tienen responsabilidades sus dueños? ¿Tampoco supieron? No se ha escuchado ninguna petición de perdón[16]
¿Es posible creer en una petición de perdón?
No es posible atender el actual contexto mediático del denominado “colusión Tissue” “cartel del confort” o “caso bomba tissue”, sin considerar una serie de hechos que han dañado progresivamente el bienestar de un País y la paz social.
¿Cuál es el aporte de estas empresas? Lucro para sus bolsillos a costa de permanentes depredaciones, amparados en amplias redes políticas y empresariales, las que bajo constantes colusiones vienen manteniendo modelos de crecimiento, enormes brechas de desigualdad y un descontrolado poder que incluso, atenta contra sus propios “principios” capitalistas: el libre mercado.
Más allá de las revisiones que ha señalado la empresa ante estas situaciones de engaño a todo un País, bueno sería también, así como tienen numerosos operadores de sus intereses quienes han venido actuando en el devenir para mayor crecimiento, conspiración, violaciones a Derechos Humanos, depredación de territorios, bajo enfermizas formas de competencia y oligopolio, pudiesen por primera vez, en ese acto de “humildad” que dice Eliodoro Matte y que destaca El Mercurio, revisar sus prácticas verdaderas, asumiendo voluntariamente de una vez por todas el decrecimiento y el enorme fracaso de sus líneas neoliberales de la industria forestal- celulosa – energética, poniendo a disposición sus mentes para generar negocios a base del respeto, las consideraciones a su prójimo y el cuidado por la tierra y las aguas, porque parece que se olvidan que están navegando en el mismo barco de toda la humanidad y que a causa de sus criterios y ambiciones, junto a otros de la misma hueste (llámense Luksic, Angelini, Edwards, Paulman, entre otros), están llevando a un abismo a grandes mayorías de inocentes, incluyendo a sus futuras generaciones.
Ojalá sectores empresariales con este tipo de prácticas, logren dimensionar en algún momento, que han venido construyendo una falsa realidad sobre una posición superior en la humanidad, que no están en el alero de un Dios y que desde esa perspectiva, están destruyendo obras y elementos naturales indispensables para la existencia de la vida y el bienestar colectivo.
No solamente es la colusión Tissue, es también la corrupción de las mineras con sectores políticos; es la ley de pesca, la privatización del mar, Angelini y los pagos a parlamentarios. Son las forestales y el Decreto Ley 701 que pretende prorrogarse, con descarados niveles de intervención. Son los proyectos hidroeléctricos – energéticos que siguen multiplicándose y que pretenden intervenir todos los ríos del País.
Por ello, no puede omitirse en este escándalo, el grave daño que la industria forestal y de celulosa, junto al extractivismo minero, acuícola y desarrollo energético, vienen causando a la vida de los territorios, aplastando todo a su paso, siendo maquillado por indicadores económicos y por amplias campañas comunicacionales. La forma en que se sostiene y se pretende seguir expandiendo este modelo neoliberal, es un verdadero desquiciamiento, fuera de todo sentido común.
Paradójicamente, perfiles de estas personas llevan adelante este tipo de actividades, son de misas seguidas, trasladan capillas a sus fundos, son cercanos a algunos religiosos ideologizados y se congregan en grupos sectarios denominados “legionarios de cristo” o bien “opus dei”.
Finalmente, ojalá también comprendan, dentro de eso actos de “humildad” del que hablan, que ningún imperio, ningún modelo, ningún privilegio de elite, ningún tipo de poder, ningún acto de crueldad, son para siempre. Toda competencia desenfrenada y brutal, económica o ideológica, termina auto destruyéndose, raíz de todos los males occidentales.
Cada cual elije el camino que quiere seguir y que ir sembrando en el andar.
Notas
Por Alfredo Seguel
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