El Senado brasileño aprobó este martes el proyecto de ley para congelar los gastos en salud y educación durante 20 años. Lo hizo en medio de la crisis de Temer, el luto por Chapecoense y con represión en las calles.
Sin respetar siquiera el luto oficial por la tragedia de Chapecoense el Senado de Brasil votó este martes un brutal recorte que congela los gastos para salud y educación durante 20 años. Se trata de una de las ofensivas más ambiciosas del gobierno golpista de Temer, que atraviesa uno de sus momentos de mayor debilidad en medio de escándalos y pedidos de impeachment de parte de la oposición.
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Con decenas de heridos y detenidos, los manifestantes fueron reprimidos por la Policía mientras que los senadores aprobaban esta enmienda constitucional que congela todos los gastos públicos, menos el de los fondos destinados al pago de la deuda externa.
El Senado respaldó, por 61 votos a favor y 14 en contra, la enmienda constitucional que debe pasar por una nueva ronda de votación el 13 de diciembre antes de ser aprobada finalmente por Michel Temer.
La oposición denuncia que el límite al gasto propuesto por Temer afectará a la educación y a los servicios de salud. Temer, que atraviesa en la última semana una crisis política por escándalos de corrupción, intentó hacer el proyecto de ley más aceptable y propuso retrasar los recortes a esos sectores por un año, lo que es inaceptable para los manifestantes.
Las protestas muestran el creciente malestar social con la campaña de austeridad de Temer, en momentos en que la economía atraviesa por su peor recesión desde la década de 1930, que ha dejado a 12 millones de personas sin trabajo.
La policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud de manifestantes, en la explanada del centro de Brasilia donde se encuentran los ministerios.
FUENTE: LID
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