Declaración de Principios BRILCA, de Brigadas Luciano Cruz Aguayo

La organización

Las Brigadas de Agitación y Propaganda Luciano Cruz Aguayo (BRILCA) son una organización revolucionaria que surge en el seno de la clase trabajadora, que brota desde la conciencia de miles de explotados que trabajan para enriquecer a sus patrones y a las grandes corporaciones nacionales y extranjeras, que nace de los pobres, de los oprimidos por el yugo del capital, y que se origina al interior de las poblaciones aplastadas y postergadas por la sociedad burguesa chilena.

La organización nace en respuesta a la insostenible realidad que día a día debe someterse el pueblo pobre, el pueblo trabajador, y todos los pobladores que no pertenecemos al selecto grupo de personas y familias que dominan y manejan a beneficio propio el rumbo económico y político de nuestro país. Somos aquellos que vemos que con nuestro esfuerzo del trabajo diario a lo largo de jornadas esclavizantes, con salarios que no alcanzan para vivir dignamente, unos pocos acumulan grandes riquezas, se hacen de altos niveles de poder y gozan de incontables privilegios, todo bajo el amparo de sus leyes sutilmente dispuestas para perpetuar su poderío.

El trabajo de las Brigadas va dirigido directamente a levantar la conciencia del pueblo pobre y trabajador, a dar a conocer la realidad de clase en que estamos inmersos y a desenmascarar la criminalidad del sistema capitalista del que somos víctimas. El trabajo de la organización se desarrolla a través de todos los medios de propaganda masiva, utilizando diversas herramientas populares de comunicación, para fomentar y levantar la agitación social, confrontando directamente la información entregada —y tergiversada— por los medios masivos controlados por la burguesía, educando al pueblo pobre, basados siempre en la convicción de que como clase trabajadora tenemos mucho que decir, exigir y conquistar.

Por dignidad, honor y respeto al pueblo pobre y trabajador, declaramos la formación de nuestra organización con los siguientes puntos:

1. Constituimos una organización revolucionaria y anti-imperialista al servicio de las demandas del pueblo,
denominada BRILCA, con el objetivo inmediato de levantar la conciencia de clase en todos los rincones del país, persiguiendo la aspiración de construir una herramienta concreta de liberación, como primer paso a la construcción de un instrumento mayor de lucha contra los enemigos del pueblo.

2. Las principales herramientas a potenciar en esta primera fase de la lucha de ideas, son los murales, los afiches, los panfletos, los papelógrafos, páginas web, mail masivo, revistas, boletines, tv y radios comunitarias.

3. La BRILCA practica sus formas de lucha a través de acciones directas que resulten tangibles tanto para explotados como para explotadores, confrontando directamente a través de todos los medios propagandísticos la realidad del pueblo explotado y agitando enérgicamente las diversas formas de levantamiento del pueblo pobre y trabajador.

4. Nuestro principal campo de batalla temporal está constituido en las ideas que activen acciones revolucionarias del pueblo, por lo cual, la BRILCA se organiza en sindicatos, centros de alumnos, poblaciones, centros culturales, deportivos, y organismos de clase.

5. La denuncia, la contrainformación, la organización constante de las masas oprimidas y la construcción de poder popular es la tarea cotidiana de la brigada.

6. La BRILCA es una organización autogestionada e independiente que no pertenece a ninguna organización superior ni partido político.

7. La BRILCA es una organización que se financia con la autogestión, con ayudas mutuas, y con todas las formas necesarias que no atenten contra la integridad del pueblo pobre, ni promuevan el enriquecimiento o lucro personal.

8. La BRILCA considera su forma de trabajo tan válida como cualquier otra, por lo que no reprocha otras formas de lucha contra la explotación del hombre por el hombre que practiquen personas u organizaciones hermanas.

Nosotros nos ponemos de pie, levantando la bandera rojinegra rebelde latinoamericana, con Luciano Cruz Aguayo en nuestro pensamiento, porque los héroes del pueblo no sólo son asesinados o desaparecidos, otros vencen en vida y no conocen la derrota. El carismático Luciano vuelve como organizador incansable de la rebeldía popular, su coraje y valentía se mezcla entre nosotros, sus virtudes y defectos nos recuerda la humanidad presente en cada revolucionario, sus osadas acciones nos impulsan a una mayor determinación en la lucha, recordando a este héroe del pueblo damos continuidad a la gran tarea histórica de los trabajadores de Chile, la revolución socialista y la liberación nacional del yugo neoliberal.

Nuestro pensamiento

El imperialismo, los explotadores y los poderes facticos han puesto a su servicio una gran maquinaria de propaganda junto al desarrollo de los medios de información. Nos mantienen en una prisión de ideas que sustenta la sociedad del consumo y explotación. El capital ampara un monopolio informativo que ha eliminado nuestra identidad nacional y ha ocultado en un mar de infamia e idiotez nuestras problemáticas. Han pintado las carencias sociales de necesidades individuales que dificultan la organización. Promueven la delación, el chisme, la arrogancia, el lujo, la envidia, el individualismo y la mentira, como métodos de superación de la marginalidad que enfrentamos cotidianamente los pobres en este paraíso de ricos.

Nos han empobrecido, nos humillan en los recintos de trabajo, nos condenan al hacinamiento, nos privan de educación, cultura, medicamentos, atención hospitalaria, tierra, trabajo, hogar, libertad, nos han desorganizado.

Los imperialistas cogen nuestra tierra, los capitalistas locales se pelean las tajadas, los lacayos gobernantes nos condenan al subdesarrollo, todos desgarran las riquezas, se llevan los bosques, los minerales, se reparten el mar, cosechan los mejores frutos, exprimen la vida de millones de obreros, empleados, temporeros, pescadores, campesinos, extinguen la vida del mapuche, del aimara, de los pueblos originarios y juegan con el destino de las familias cesantes y pobladores sin hogar.

Los trabajadores del campo y la ciudad construimos Chile y creamos las riquezas, el trabajo de millones de trabajadores solo llega al bolsillo de los ricos. Ganamos lo justo para comer, arrendar, vestirnos y pagarnos el transporte a las empresas y fábricas de ricos para seguir trabajando, mientras envejecemos con lo justo, vemos como nuestros hijos continúan en escuelas y liceos mediocres para que sigan trabajando a los ricos, vemos la dificultad para cuidar a nuestros ancianos y minusválidos, y pobres de quienes se enfermen o sufran calamidades naturales que las plegarias no sanan, ni reconstruyen hogares.

En la sociedad neoliberal actual, los explotadores han transformado el derecho de recibir educación en sólo una aspiración para el pueblo, han utilizando a los profesionales que han logrado trabajos mejor remunerados, para aparentar que el negocio de la educación es la única forma de salir de la miseria, logrando así ocultar al pueblo la real causa de las desigualdades y de las injusticias: el sistema capitalista.

La vulgaridad cultural promovida por la elite, nos quiere llenar de “sueños americanos”, de suerte a la vuelta de la esquina, algunos lo logran, otros miles siguen en las mismas, en la miseria, se lanzan al vicio, el vicio los corrompe y se consumen en el olvido, sin vida, sin esperanza.

El circo continúa, la entretención no para, la intimidad atada a la mercancía, la ayuda y solidaridad amarrada al consumo, el desarrollo personal vinculado al “éxito económico” mientras todo sigue igual, el imperialismo golpea salvajemente otros pueblos, inicia guerras, siembra el horror, impone su ley.
Nosotros avanzamos hacia la revolución socialista en Chile para terminar con la dictadura del capital sobre nuestras vidas que sólo ha traído subdesarrollo, retraso y muerte para los postergados del país. Nos proponemos alcanzar la revolución socialista destruyendo el estado burgués actual para construir una sociedad dirigida por el proletariado, que termine con la explotación del hombre por el hombre, asegure buenas condiciones de vida con dignidad, salud especializada y gratuita, educación en todos los niveles y gratuita, trabajo estable, transporte digno, vestimenta, identidad cultural, seguridad social para desvalidos, tierra para el que la trabaja, respeto y autodeterminación étnica, cuidado del medio ambiente, espacios de recreación, desarrollo científico y tecnológico al alcance de todos, todas aspiraciones posibles sin la concentración de riquezas en grupos minoritarios, luchando contra la burocracia y corrupción y continuando la lucha contra la dominación imperialista sobre los pueblos del mundo.

Nuestra interpretación de la realidad radica principalmente en el estudio del marxismo-leninismo, en las experiencias latinoamericanas de lucha y otros pensadores revolucionarios.

Hacemos un llamado a los jóvenes empobrecidos, estudiantes postergados, pobladores hacinados sin hogar, intelectuales silenciados, cesantes y a los trabajadores del campo y la ciudad a levantar colectivamente la voz contra la ofensiva comunicacional que por años adormeció nuestra conciencia.

Quienes comparten nuestro simple manifiesto de la situación general, son bienvenidos en esta herramienta que se templa al calor de la lucha de los pobres de Chile.

¡Trabajadores al poder!

Mayo del 2010 – Santiago – Chile

Núcleo Central BRILCA