Además de Freirina, este holding también ha sido denunciado en
reiteradas ocasiones por sus malas prácticas de una de sus plantas en la
comunidad pepiukelén en Pargua y ha expandido diversas pisciculturas
contaminantes en diversos puntos cordilleranos. Referentes sociales han
hecho un llamado a la ciudadanía conciente, a no comprar productos de
esta empresa por su enorme responsabilidad en materia de derechos
humanos y medio ambiente. Estas son las marcas: SuperCerdo, SuperPollo,
Sopraval, SuperSalmón, La Crianza.
Freirina
destapó a una industria contaminante y depredadora, que ha venido
siendo “justificada” por sectores públicos y gobernantes,
exclusivamente, por las “fuentes de trabajo” , que sin embargo,
proporcionalmente no se ha medido los impactos que ha generado a
actividades agrícolas o de turismo o situaciones sanitarias y medio
ambientales.
AGROSUPER
del grupo Vial, del empresario Gonzalo Vial Vial, de acuerdo a cifras
públicas tiene ventas totales de más de US$ 1100 millones y según cifras
arrojadas, un personal permanente de unos 14.000 trabajadores. El
mercado de los pollos lo lidera su marca Super Pollo, la cual registra
ventas anuales superiores a las 223.000 toneladas, que representan el
55% de participación del mercado nacional. Cuenta con oficinas en
Italia, Estados Unidos, México y Japón.
La
empresa tuvo serios problemas sanitarios, por olores y contaminación de
espacios a causa de sus prácticas en la localidad de Freirina ubicado
en la denominada tercera región, provincia del Huasco y diversas
agrupaciones y pobladores se levantaron por la dignidad y bienestar de
los habitantes y ante un reciente anuncio de cierre de la planta,
declaraban lo siguiente: “La experiencia y los hechos nos permite
desconfiar de Agrosuper y de su dueño Gonzalo Vial, quien, junto al
gobierno, pretendió pasar por sobre nuestra comunidad, sin respetarnos
ni escucharnos y violentando nuestra cultura y nuestra historia. Las
acciones criminales de sus “guardias de seguridad” son una grave ofensa
que no ha hecho más que consolidar la decisión de que debe salir ahora
de nuestro territorio”.
Cabe
mencionar que uno de los voceros, Yahir Rojas, fue víctima de sicarios
mercenarios de la empresa, quien señalaba al programa semillas de agua:
“Me encañonaron y me tiraron al suelo. Eran guardias privados de
Agrosuper. Luego de la primera golpiza fui subido al pick up de una
camioneta, después me llevaron al interior de la empresa. Fui encadenado
y golpeado. Tenía mucha sangre”, narra Rojas, vocero del Movimiento
Socioambiental del Valle del Huasco, golpeado en la madrugada del 6 de
diciembre. Yahir narró que al ver el arma de fuego de uno de los agentes
de seguridad, no hubo más que hacer. “Tenían perros, fierros y armas de
fuego”.
Cabe
mencionar que el Observatorio Latinoamericano de conflictos
ambientales, OLCA, señaló a través de su coordinador Lucio Cuenca que
“La empresa se autocierra para generar un chantaje, ya que instala la
sensación de que hay que elegir entre medioambiente y trabajo”. Para
Cuenca “la responsabilidad de todo esto es exclusivamente de Agrosuper y
de los gobiernos que aprobaron esta planta faenadora”.
Otras
plantas de la empresa también han sido denunciadas por malas prácticas,
como en la región de O”Higgins y en San Pedro de Melipilla, pero una
que ha venido siendo constante por referentes del Pueblo Mapuche es en
la localidad de Pargua, Región de los Lagos.
Voces Mapuche denunciando al grupo Vial
Reiteradas denuncias por vertimientos de líquidos contaminados al río y
napas de la comunidad. Problemas de olores y fuerte quiebre social
interno entre quienes trabajan para la industria salmonera y entre
quienes se oponen a su funcionamiento que se ha emplazado en pleno
territorio de comunidades Mapuche Huilliche.
Por
las reiteradas denuncias de la comunidad, hay hasta un fallo de la
Corte Suprema en contra de la empresa y como han señalado sus
integrantes “ha violado sistemáticamente nuestros derechos con la venia
de los organismos públicos que tienen competencia medioambiental en esta
región”.
Para
el werkén de la comunidad Pepiukelén, afectada directamente por la
planta, señala que “Acá los principales impactos dicen relación con la
contaminación del agua en el río Allipén a través de químicos utilizados
en sus procesos, y el verdadero asesinato de un humedal, el que
prácticamente se está secando producto de su accionar además de malos
olores permanentes , olores naucebundos la mayoría del tiempo, ruidos
molestos, muchas veces a altas horas de la madrugada cuando activan las
calderas, la contaminación de nuestros campos, lo que ha disminuido
drásticamente la productividad de los mismos, la merma en nuestro ganado
en general producto de la falta de pastos, entre otros impactos severos
a la comunidad, sin contar el inmenso daño social que están haciendo
ahora y que ha sido igual en otros tiempos”.
Sobre
la situación de judicialización que han debido enfrentar por las
permanentes denuncias, señala: “ las querellas con montajes en nuestra
contra son evidencia de esto último, de las cuales en estos momentos hay
3 que los tribunales tramitan de forma inmediata, sin considerar
primero que están basadas en montajes”.
Para
Vera Millaquén se hace importante que se asuma una actitud más activa
de la ciudadaníoa en Chile que castigue estas prácticas: “Me parece lo
mínimo llamar a boicotear los productos de este consorcio que ha
sustentado sus grandes ganancias con la vulneración de leyes,
resoluciones administrativa, y judiciales, incluso de la corte suprema, y
que ha contado además con la grave complicidad de autoridades
públicas”.
La
empresa, no solo ha afectado este territorio Mapuche, sino además se ha
emplazado con pisciculturas en diversos puntos cordilleranos,
particularmente en la región de la Araucanía. Al respecto se señala: “Se
ha dicho que este tipo de actividades es progreso y que genera fuentes
de empleos, eso es falso y además nada se ha dicho sobre los despidos
masivos que se están haciendo, sobre las prácticas antisindicales y los
graves problemas que genera esta industria en temas de soberanía
alimentaria”, señala el Grupo Mapuche por Derechos Colectivos”.
Las
pisciculturas que son parte de la cadena de la nociva industria
salmonera en Chile que ha causado graves depredaciones en la región de
los Lagos – Chiloé afectando gravemente a las economías locales y los
ecosistemas, hoy, está generando graves estragos en las zonas
cordilleranas de la Región de la Araucanía, particularmente en las zonas
de Cunco, Melipeuco y Curarrehue.
Las
pisciculturas son generadoras de alimentos artificiales para los peces
en desarrollo, en donde los no consumidos se expanden por los ríos,
sumándose a esto las fecas, la orina y el uso de antibióticos, causando
lodos crudos contaminantes para las aguas y los territorios.
Boicot a los productos de Agrosuper
Una campaña para boicotear los productos de la empresa Agrosuper se
inició en las redes sociales a mitad de año. Diversas organizaciones han
llamado a no comprar lo que distribuye este negocio en distintos países
como una manera de manifestar el repudio a la serie de irregularidades y
los continuos abusos cometidos por esta firma.
“En
especial se quiere expresar solidaridad con los habitantes de Freirina,
que han debido soportar por meses la contaminación y la prepotencia de
esta empresa así como la represión de gobierno chileno ante su legítima
protesta por el proceder de Agrosuper”, señala en uno de sus
comunicados.
Dentro de los productos que se ha llamado a no comprar, están: SuperCerdo, SuperPollo, Sopraval, SuperSalmón, La Crianza.
Alfredo Seguel
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