Hace más de 50 días jóvenes y adultos se tomaron una ladera del Río Mapocho para exigir una solución a los problemas de vivienda que existen en nuestro país. Deudores, allegados o damnificados, no importa, todos unidos por la continua lucha por un techo digno.
“Nuestra lucha es más grande que una casa… barrio y vida digna” dice uno de los lienzos más grandes colgados del Puente Pío Nono. Pues en uno de los lugares más concurridos de esta ciudad se alojan familias a exigir un derecho básico, la vivienda.
Rafael Soto, Vocero de la Federación Nacional de Pobladores (FENAPO) y Dirigente de la Agrupación de Allegados Don Bosco de La Florida, está sentado en una mesa, rodeado de pobladores tomando mate y dispuesto a responder mis preguntas.
Haciendo un poco de historia ¿Cómo fue el proceso hasta hoy de la lucha de los pobladores para obtener una vivienda?
En Chile el movimiento poblador venía constituyéndose desde la toma de 1957 en La Victoria, que fue la primera toma en toda Latinoamérica, hasta la construcción mixta de los pobladores con el Estado. En el gobierno de Allende, el poblador había sido parte del diseño de su barrio y, Pinochet con su modelo, le quita el protagonismo a los pobladores y se lo entrega a la empresa privada. El Estado y el sector privado empiezan a hacer ciudad, pero con una visión empresarial, el Estado entrega lo que es un derecho como un beneficio, de esta manera sectoriza y segrega a través de una ficha socioeconómica y construye una mentalidad empresarial.
Es decir, el empresario para alcanzar mayores márgenes de utilidad, para optimizar los recursos, compra terrenos donde sean más baratos. En general, los terrenos más baratos son los que no tienen conectividad y mucho menos equipamiento. Estos chilenos fueron erradicados a la periferia y hasta el día de hoy sigue sucediendo, aunque en menor cantidad, de allí comienza la lucha de Esperanza Andina, la Toma de Peñalolén y distintos grupos, como el Movimiento de Pobladores en Lucha, Movimiento Pueblo sin Techo, que son expresiones en las comunas donde los terrenos son más caros y la gente ya no quiere ser erradicada en la periferia. A partir de estas acciones, hoy día el mundo académico, político-social,artístico, se da cuenta de que nosotros tenemos la razón.
En el resto de América Latina, que vive el mismo proceso, termina en experiencias cooperativistas y de ayuda mutua, que van resolviendo los temas habitacionales como en Uruguay y Argentina. Pero en el caso de Chile se consolidó el modelo neoliberal. Entonces hoy día cada vez que aparece un conflicto, el Estado le pone más plata al modelo para resolverlo, pero sigue manteniéndolo y sigue replicándose de la misma forma. Nos han generado algunos terrenos en comunas donde es más caro el terreno, pero el constructor no quiere construir porque ya no tiene los márgenes de ganancia que tenía antes, entonces al no ser atractivo para el empresario, Bachelet anuncia mayores montos en los subsidios, lo que nosotros creemos que con un subsidio y el protagonismo de los pobladores sería posible construir dos viviendas, pero hoy día el 25% de los dineros que se le asignan a cada poblador por un subsidio van a parar, sin hacer nada, al empresariado.
La alternativa que va apareciendo para otra gente es endeudarse, que todos sabemos en lo que termina: se crean nuevos ANDHA Chile o sectores de trabajadores y pueblo pobre pagando el doble de lo que vale una vivienda con la agravante de que sólo con el subsidio el sector privado se está llevando una cantidad importante de dinero.
¿Qué hecho puntual es el que los llevó a ocupar este espacio durante ya dos meses?
Dentro de nuestra agrupación existen alrededor de 3000 familias con subsidios, en muchos casos con terrenos comprometidos, pero el Estado no ha podido levantar una sola vivienda. Hoy día los pobladores lo que están exigiendo es una pronta solución y es muy probable que el Estado inyecte más plata al modelo. Pero nosotros entendemos que el problema es mucho más grave, cuando el Estado resuelve inyectarle más plata se soluciona la coyuntura en un periodo determinado pero está reproduciendo un ciclo permanente de lucha por la vivienda dado el modelo que se implementa en Chile a partir de la Dictadura.
Hoy día nosotros estamos acá resolviendo el tema de las familias que tienen subsidio, terreno, pero a lo que aspira la Federación Nacional de Pobladores es que el modelo de asignación de vivienda cambie y que la administración reconozca a la vivienda como un derecho.
Actualmente ¿La FENAPO trabaja con otras organizaciones similares como ANDHA Chile?
La Federación Nacional de Pobladores son distintas agrupaciones unidas por el tema de la vivienda. Tenemos asambleas en el norte que tienen que ver con los damnificados del terremoto y, al igual que en el norte, tenemos una asamblea en Valparaíso que nace en el seno del incendio; grupos de allegados que a lo largo de la historia han estado peleando por un terreno y deudores habitacionales que hoy día teniendo su vivienda se encuentran con el riesgo de ser rematadas porque el monto de las deudas son muy altas
¿Qué es lo que esperan con esta ocupación?
Nosotros estamos diciendo hoy día que no vamos a salir por nuestra cuenta, sabemos que el desalojo puede ser en cualquier momento. El gobierno ha jugado a que no existimos aquí, no estamos, a que el frío nos va a cansar o los conflictos internos de las organizaciones, nosotros lo que pretendemos acá es dar un ejemplo de lucha y de difusión del problema y con desalojo o sin desalojo, con campamento o sin campamento, hacer crecer la lucha en Chile por el derecho a la vivienda digna y barrio digno.
¿Han tenido reuniones con el gobierno y el Ministerio de Vivienda?
Permanentemente tenemos reuniones con el Estado, reuniones de trabajo, técnicas, mesas sociales. Pero como decía anteriormente, nosotros creemos que no podemos negociar en la oficina, tenemos que negociar desde la calle. Hemos planteado mantenernos en movilización permanente, tratando de esa manera con el Estado y logrando avances mucho más significativos que en la casa.
¿De qué trata la movilización permanente?
Hoy día planteamos vías constituyentes populares, nosotros creemos que hay que cambiar la Constitución, ya este modelo no da para más. La Constitución del 80 niega el derecho a la vivienda, la educación, a la salud. Chile es otro Chile y, desde nuestra lucha, tenemos que contribuir no a un cambio en la Constitución, sino a cambiar la Constitución.
Cambio que no sólo exigen ustedes, sino que es parte de todas las movilizaciones sociales de estos últimos años
Hemos conversado con estudiantes, sindicatos, entre otros, y hemos planteado que la lucha tiene un elemento común que es la Constitución de 1980. Desde nuestra lucha queremos coordinar distintos esfuerzos hacia el cambio de la Constitución.
Los sábados nos reunimos, lo que llamamos una mesa social, donde han llegado organizaciones de todos lados y hemos dicho que ya basta de apoyar, los mapuches, los estudiantes, los sindicatos llaman a apoyar. Nosotros creemos que hoy día tenemos que unirnos, generar ayuda mutua entre todas las organizaciones y ser capaces de generar coordinación y una coordinación que nos permita golpear desde nuestras propias luchas el mismo día y a la misma hora.
¿Han podido coordinar algo?
Estamos haciendo un llamado para el 6 de agosto. La primera experiencia de este tipo en donde los grupos que se encuentran en lucha puedan coordinarse para poder golpear juntos
¿Y esto sería a través de marcha o de qué forma?
Las marchas, las tomas llegaron a su fin. Yo creo que hoy día viene la acción directa y es necesario que grupos de pobladores puedan ocupar Ministerios, es necesario interrumpir el tránsito, realizar acciones. La protesta que no molesta no contribuye en nada.
Por: Valentina Leiva, Periodista.
FUENTE: EL TÁBANO.
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