martes, 4 de agosto de 2015
Carta de agradecimiento trabajador en huelga de hambre de Metro (CCL3)
1:09 a.m.
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Santiago 2 de agosto de 2015
Una huelga laboral sirve para aprender que todavía quedan personas solidarias, honestas y entregadas, capaces de darlo todo, sin ningún tipo de distinción ni esperando nada a cambio, contar de apoyar lo justo.
Mi nombre es Javier Ángel Vilches Tapia, regger de pluma en la construcción de la línea tres de Metro. El día 17 de julio, comencé, junto Rodolfo Ahumada, una huelga de hambre como medida de presión para que la empresa española y el estado respondieran a la demanda de nuestro sindicato por un sueldo y condiciones dignas de trabajo.
Durante los dieciséis días en que privé a mi cuerpo de la comida, fue gracias a la tolerancia y compañía de Rodolfo, al apoyo de todos los que llegaron hasta los pies de mi cama, de los que salieron a la calle a exigir que nos escucharan y a las acciones de quienes se tomaron el tiempo para decirle al mundo que aquí se estaba pisoteando la dignidad de los trabajadores, lo que me dio ánimo para seguir.
El sábado decidimos dejar la huelga de hambre porque gracias al apoyo de todos ustedes logramos cambiar la correlación de fuerzas y hoy vislumbramos un escenario favorable para los trabajadores, incluso para nuestro compañero Sebastián Carvajal, quien espera por una nueva operación para recuperarse de la brutal golpiza que le propinó carabineros durante la velatón por el asesinato de Nelsón Quichillao.
Creo que lo mínimo que puedo hacer es agradecerles. Quisiera enviar una carta a cada uno, pero fueron tantos los que en forma anónima pelearon al lado de nosotros, que es imposible. Hasta aquí llegaron nuestras familias, compañeros de trabajo, médicos, estudiantes, periodistas, abogados, pobladores, curitas, dirigentes sociales, sindicalistas, y muchas otras personas que me han devuelto la confianza en que otra sociedad es posible, en que juntos podemos generar un cambio y construir un país más justo… A todos ellos gracias, gracias, porque me han hecho crecer como persona y han reforzado mi fe en Dios
Me habría gustado que las autoridades públicas y los políticos hubieran pasado un par de días con nosotros para que se contagiaran con la atmósfera, cargada de valores, que se respira aquí… No estuvieron, pero no importa, porque por aquí pasó el futuro de Chile y nos dejó esperanza, un futuro calzado en los zapatos de estudiantes peleando por nuestros derechos, de profesionales con verdadera vocación de servicio y una Vicaría que sigue estando al lado de los trabajadores.
Esta es una pelea que comenzamos puros hombres, pero en una parte del camino se nos hizo muy difícil de llevar. Fueron mujeres las primeras que llegaron a poner el poner el hombro, a inyectarnos fuerzas y a seguir la pelea codo a codo junto a nosotros, a ellas todo mi respeto y gratitud.
Fue una de estas mujeres las que me dijo “al final de esta lucha la dignidad te va a hinchar el pecho”… Lo único que me queda por decir es que tenía razón.
Javier Ángel Vilches Tapia
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