Henrique Capriles inició una gira en busca de sumar apoyo internacional. El lunes visito Paraguay y sorprendió por el encuentro con el presidente argentino Macri ¿Qué objetivo busca fortalecer?
Fotografía: EFE
Henrique Capriles inició una gira por Paraguay, Argentina y Brasil, en busca de sumar apoyo internacional en la ofensiva que viene teniendo por el pedido de revocatorio. Este lunes, visitó Paraguay donde se reunió con el presidente Horacio Cartes, el mayor aliado que ha encontrado la Mesa de Unidad Democrática (MUD) en la activación de la “Carta Democrática” de la OEA.
La visita sirvió más bien para consolidar esta alianza. Sin embargo lo que ha sido más llamativo es la visita a Argentina ese mismo día para encontrarse con Mauricio Macri, cuyo gobierno tuvo una posición en la reciente reunión del Consejo Permanente de la OEA que no fue del agrado de los sectores más duros de la MUD.
El martes Capriles será recibido por el gobierno de Temer que se transformó en un nuevo aliado luego del golpe institucional a Dilma Rousseff.
La gira que realiza Capriles, principal referente de Primero Justicia, se da en un clima atravesado por tensiones tanto hacia el interior de Venezuela, como en las relaciones exteriores del gobierno de Maduro, sobre todo en la OEA, tal como se evidenció en la última reunión en Estados Unidos.
En este sentido, y tomando en cuenta que este mismo lunes ha tenido su inicio la 46 reunión anual de la OEA en República Dominicana, y que se considera tendrá su punto más álgido nuevamente al tratar si se activa o no la Carta Democrática sobre Venezuela, la derecha mueve más sus fichas buscando una presión mayor a favor del intervencionismo que viene encabezando Luis Almagro, y con respecto al cual el gobierno argentino se movió más hacia una posición que fue considera “dialoguista”.
Es de recordar que las alas más conservadoras de la MUD como la que impulsa el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allud (AD), así como también Leopoldo López de Voluntad Popular y María Corina Machado de Vente Venezuela, pusieron el grito en el cielo cuando en la última reunión de la OEA, la delegación argentina en vez de apoyar la invocación de la Carta Democrática, llevó una propuesta alternativa, que terminó siendo apoyada por los 34 países miembros y considerada como triunfo por el chavismo. Capriles no se sumó al coro de cuestionar al gobierno argentino por su posición, muy al contrario, a su manera, intentó hacer ver la votación de la OEA también como un triunfo la MUD para no tensionar la relación con el gobierno de Macri y los otros países.
En este contexto, Capriles, llegó a Buenos Aires al mediodía de este lunes tras su parada en Asunción. Del encuentro en Argentina, que se mantuvo a puertas cerradas, participaron el presidente Mauricio Macri, el jefe de gabinete Marcos Peña, el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, y el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo.
Macri, que durante toda su campaña electoral se manifestó a favor de implementar la Carta Democrática, ha virado en su postura tomando una posición “dialoguista”, que es alentada por Obama junto con el Papa Francisco. El presidente argentino en su giro político llegó a declarar que “no cree que la Carta Democrática de la OEA vaya a servir para ‘destrabar’ la situación en Venezuela”, al mismo tiempo que la Argentina es uno de los firmantes junto con Chile y Uruguay, del comunicado que celebra la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) para iniciar la validación de firmas y activar el referéndum revocatorio del mandato de Nicolás Maduro. Mucho se habló de una supuesta reunión discreta llevada a cabo entre la canciller argentina Susana Malcorra con la también canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en la que supuestamente se habrían concretado acuerdos hacia la próxima reunión de la ONU, donde Malcorra será candidata a Secretaria General de dicho organismo.
De la reunión trascendió que para Capriles esta “gira relámpago” no es un reclamo a la posición conciliadora de Buenos Aires con el gobierno de Maduro. “Nosotros nos sentimos satisfechos con la primera discusión en la OEA porque es importante el sólo hecho de que se esté debatiendo la situación”, había dicho desde Asunción. Pero “pedimos para la próxima semana que se debata el informe de [el secretario general de la OEA, Luis] Almagro respecto a los DDHH en Venezuela, la libertad de los presos políticos y el respeto a la Constitución”, según declaraciones reseñadas por el diario El País.
Capriles busca un mayor juego de cintura, reposicionarse dentro de la propia MUD, ya que ha sido el principal impulsor del Revocatorio, a diferencia de Ramos Allup (AD) que proponía una enmienda constitucional para recortar el mandato de Maduro y del sector más duro aún como el de Leopoldo López y María Corina Machado que propiciaban forzar directamente “la salida” de Maduro mediante acciones en las calles.
En un claro intento de acercamiento de lo que algunos analistas consideran hacia una posición “dialoguista”, aunque no por ello menos reaccionaria, Capriles busca conseguir de esta manera apoyo para concretar este año el referéndum revocatorio. Por eso en declaraciones este mismo lunes aseguró que “venimos a pedir que Mercosur y Unasur sean firmes en que Venezuela tiene que respetar la Constitución. Maduro pretende bloquear la solución constitucional y es importante que la región lo sepa. No estamos buscando ni la injerencia ni que ningún país se meta, pero sabemos que Maduro busca las instancias internacionales para comprar tiempo”. Como vemos, un tono un tanto distinto al del sector más duro de la MUD, y no es casual que el viaje lo haya realizado sin ninguno de los otros componentes de la alianza derechista.
Las declaraciones de Capriles no hacen más que confirmar que está dispuesto a todo tipo de virajes para lograr el revocatorio, reacomodarse dentro de la línea a la que apuntaría el gobierno argentino, ya que figura como uno de los principales candidatos a la presidencia una vez que ésta se intervenga. Pero Capriles busca ubicarse como ala centro dentro de la MUD como una camino para llegar al gobierno, y ocultar sus planes reaccionarios y proimperialistas si logra su objetivo de gobernar.
Es por eso que todo tipo de argumentos “constitucionales” y de “respeto a las leyes” que enarbolan desde el chavismo y la MUD en la actual confrontación política, muy lejos están de algún beneficio para el pueblo, muy al contrario apuntan a la urgencia de descargar aún más la crisis sobre la espalda de los trabajadores y del pueblo venezolano, como ya lo hace Maduro y para lo que se prepara también la derecha.
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