Según una investigación del diario El País, este fin de semana policías del Estado Español confirmaron una red de complicidad y asociación de los “Zetas” y el gobierno de Coahuila.
El diario El País detalló este fin de semana que el principal enlace de los Zetas en Europa mantuvo relaciones con ex funcionarios, alcaldes y funcionarios pública del gobierno de Coahuila.
De acuerdo con dicha investigación, Juan Manuel Muñoz Luévano, enlace de los “Zetas”, mantuvo relaciones e intercambios financieros con Homero Ramos (procurador de Coahuila), Adrián de la Garza (procurador de Nuevo León) o Torres Charles (ex procurador de Coahuila) y la red llegaba a la Humberto Moreira.
El caso de Humberto Moreira antecedió el nuevo escándalo de los “Zetas”. Ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI, fue detenido en Madrid, por presunto lavado de dinero, asociación delictuosa y corrupción. Estuvo al mando de operaciones de los “Zetas” en Europa y estuvo al mando de todo tipo de operaciones financieras mientras estaba al mando del principal partido del país: el PRI.
El escándalo subió de tono cuando se encontró que las transacciones contables del grupo criminal ascendía en apenas seis días a un monto de 75 millones.
Partidos al servicio de los empresarios: asociación con el crimen organizado
En menos de 10 años el duelo es parte esencial de la catástrofe nacional: 160 mil muertos, más de 25 mil desaparecidos y un millón de desplazados. Los partidos del Pacto por México (PRI, PAN y PRD) se han inmiscuido en todo tipo de asociación con los carteles del narcotráfico.
México sufrió transformaciones muy profundas en menos de 10 años. Las reformas estructurales (educativa, energética, laboral ) se implementaron junto a la militarización del país y la “Guerra contra el Narcotráfico”
Hay quienes dicen que hasta un 40% de los partidos políticos y sus órganos de gobierno mantienen relaciones con el crimen organizado. Existe una asociación de sectores del narcotráfico con el régimen mexicanos y sus tres niveles de gobierno y, al mismo tiempo la estrategia de seguridad nacional, la militarización, ha causado una crisis de los derechos humanos. Bajo el discurso de la llamada guerra contra el narco – que ha implicado en primer lugar una terrible militarización del país-, lo que hay en realidad es una colusión o asociación entre el estado y los carteles, con el hecho de que esa asociación, sufre cambios bruscos y rupturas constantes con la disputa por las plazas y con los intentos sea del gobierno por disciplinar a determinados grupos delincuenciales, como por la acción ofensiva de estos para “liberar” aún más su accionar en determinadas zonas.
El caso de Coahuila es muy emblemático. Recién fue encontrado el más grande campo de exterminio del país. Se encontraron más de 4,500 restos humanos. El grupo de los “Zetas” fue creado por ex militares, ex federales. Su último dirigente fue miembro del Grupo Aereomovil de las Fuerzas Armadas: un cuerpo de élite.
Este régimen político mexicano, que ha sufrido una transformación desde 2006, es un régimen podrido en el que se ha incrementados la violencia del estado: además de la desaparición de los 43 en Ayotzinapa, en Tlatlaya, en Tanhuato y recientemente en Nuevo Laredo. Los trabajadores, las mujeres, la juventud, los pueblos originarios no podemos esperar nada de esta democracia para ricos y de sus partidos.
Es urgente construir una alternativa política independiente y revolucionaria que luche en una perspectiva socialista e internacionalista para enfrentar este régimen político podrido y enfrente los planes de los partidos políticos que gobiernan para el imperialismo estadounidense y las trasnacionales con la movilización en las calles.
FUENTE: LID MEXICO
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