Desde el pasado tres de febrero Haití vive momentos de tensión debido a una huelga general convocada por el movimiento social que exige, además del retiro de las tropas militares, la renuncia del dictador Martelly y el fin de la ocupación militar instalada desde hace diez años, bajo el pretexto de estabilizar al país después del terremoto.
Las calles de una Haití cada vez más empobrecida, estaban semidesérticas, pues el transporte público no circulaba y muy pocas personas tienen auto particular, por lo que las escuelas y bancos cerraron sus puertas. Las avenidas se llenaron de humo por los neumáticos encendidos por los manifestantes.
A la huelga se sumaron los transportistas del sector público que protestaron por la alza de la gasolina, y que después de 48 horas de paralizada la capital, lograron negociar una rebaja del combustible por parte del gobierno, pero que aún lo consideran insuficiente.
Redacción Desinformémonos
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