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jueves, 29 de septiembre de 2016

AMÉRICA DEL SUR / BOLIVIA: CASO KATANAS Instituciones del Estado encubren trata y tráfico de mujeres


Foto: La Razón
El pasado 19 de septiembre, en la ciudad de La Paz, se destapó lo que al parecer es una de las redes de trata y tráfico más pesadas de Bolivia.
Noemí Cámara, hija del propietario del centro nocturno Katanas Marco Cámara, denunció el pasado lunes que dentro del establecimiento existía trata y tráfico, e inició una querella junto con su abogada Paola Barriga contra funcionarios de la Policía, la Dirección de Migración y la Alcaldía de La Paz. Marco C. junto con su principal colaborador (ambos con órdenes de aprehensión en La Paz) habían montado una red de protección que los alertaba sobre los operativos de control municipal y migratorio a cambio de pagos en efectivos e incluso con los servicios que ofrecía en el lugar conocidos como “cortesías”.
Noemí C. además señaló que la primera denuncia que inició fue en enero de este año dirigiéndose al Ministerio de Gobierno sin resultados y dirigiéndose luego a la Alcaldía, hasta que en junio de este año tuvo que recurrir a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), porque su demanda no encontraba asidero.
Por su parte Juan Carlos Córdova, hermano de los dueños del centro nocturno “La Diosa” (cuya localidad se sitúa al frente de Katanas), también señaló que “Trabajé con Cámara durante 15 años y puedo decir que todo lo que dice su hija es verdad. Yo viajé a Cuba, compraba mujeres a $us 100, las traía y les prometía que aquí ganarían mucho dinero como modelos, luego las explotaba”.
Este caso no hizo más que develar el trasfondo de los Estados proxenetas y capitalistas que no hacen más que volver en mercancía lo que tocan. La prostitución ha sido el centro de muchos debates religiosos, morales, teóricos y políticos, sobre los cuales muchos antiguos revolucionarios teorizaron al respecto, que aunque la prostitución suele ser reprobada socialmente, esa condena, como dice Engels, “ nunca va dirigida contra los hombres que la practican, sino solamente contra las mujeres; a éstas se las desprecia y se las rechaza, para proclamar con eso una vez más, como ley fundamental de la sociedad, la supremacía absoluta del hombre sobre el sexo femenino”.
Los orígenes de la prostitución se remontan al inicio de las sociedades de clase, cuando surgen la propiedad privada, la familia y el Estado. Desde los tiempos en los que los vencedores de las guerras sometían a sus contrincantes al trabajo de esclavo, y al mismo tiempo, elegían entre las mujeres del clan vencido, para rendir servicios sexuales, al igual que utilizarlas para obsequiar favores a funcionarios del Estado. Si bien en la antigüedad las sociedades se organizaban en grupos, desde el surgimiento de las clases sociales, surgen dos nuevas instituciones, la familia sobre la base del matrimonio monógamo, concebida para proteger la propiedad privada y garantizar la herencia de la propiedad a través de un linaje de herederos legítimos, y su contra cara la prostitución.
En los auges del capitalismo del siglo XIX las terribles condiciones de explotación de los trabajadores asalariados, empujaron a muchas mujeres a la prostitución. Lo cual se convirtió en una de las industrias más importantes a nivel mundial. Según datos de la ONU, se estima que 2,5 millones son el número de víctimas de trata y tráfico, además de revelar que por cada persona identificada como víctima de trata existen otras 20 sin identificar.
La naturalización de violencia de género dentro de la sociedad convirtió hasta el lenguaje en un triste eufemismo, con la ilusión de que al usar “trabajadoras sexuales”, la palabra “trabajadoras” dignifique a las mujeres y que por arte de magia semántica desaparezcan las profundas implicaciones sociales, económicas y psicológicas. Así como un alivio para la conciencia.
No dudamos en exigir al Estado y sus gobiernos cómplices que garanticen igualdad de oportunidades para todas las mujeres. Si la realidad es que la prostitución surge y se expande gracias a la unión entre patriarcado y capitalismo, es utópico pensar que la solución puede salir del mismo sistema económico que la produce.
De nada sirve la persecución y criminalización de las mujeres en situación de prostitución, cual caza de brujas. Muy al contrario, es importante dirigir nuestra lucha a exigir la creación de nuevas alternativas laborales, que permita acabar con las situaciones precarias o de pobreza que cada vez empujan a más mujeres y jóvenes a la prostitución. De tal forma, solo mediante la lucha contra la desigualdad y el capitalismo, es posible avanzar en la lucha contra la explotación y opresión de las mujeres, una lucha que sólo es posible con la unión de toda la clase trabajadora.
Denunciamos abiertamente a todas las instituciones Estatales que son cómplices de estas redes de trata y tráfico, que hacen posible la mercantilización de mujeres privadas de su libertad, nos solidarizamos con las víctimas y defendemos su derecho ineludible de autoorganizarce contra la persecución policial y en la lucha por sus derechos, con absoluta independencia de los explotadores dentro y fuera del Estado.
¡Vivas y libres nos queremos!

Nostariel Kalajsic

FUENTE: LID

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