"Nos consideramos sobrevivientes a las dictaduras, al militarismo, hemos mantenido la dignidad de los presos políticos revolucionarios del continente, de Chile, de Perú....Venimos con la más voluntad de juntarnos a la construcción del mundo nuevo, seguir empujando el carrito de la historia, con humildad, ser uno más. Pero lo que más queremos trasmitir, es dignidad. La dignidad del prisionero político, la dignidad del luchador social". Fueron las primeras declaraciones de Jaime Castillo Petruzzi a su llegada a Chile.
Petruzzi, fue condenado junto a cuatro chilenos , por un tribunal militar sin rostro. La detención de los chilenos ocurrió en el contexto del conflicto armado que vivió Perú contra movimientos insurgentes en los años 80, cuando el país vivía un estado de emergencia con la suspensión de garantías que generaron numerosos abusos de derechos humanos. Es por eso que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), condenó al Estado Peruano en mayo de 1999, por “violar el principio de legalidad debido a la formulación que tenía el tipo penal de traición a la patria, así como violó varias garantías judiciales, tales como el principio del juez natural y el derecho a la publicidad del proceso”. El dictámen ordenó a Perú garantizar un nuevo juicio con plena observancia del debido proceso legal, reformar las normas judiciales consideradas violatorias de la Convención Americana de Derechos Humanos, y pagar 10 mil dólares por gastos del caso.
FUENTE: PRENSA OPAL
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