LECTURAS DE EL CAPITAL
PARA LA JUVENTUD PROLETARIA Y REVOLUCIONARIA
Este trabajo es un eslabón más de una larga y
contínua cadena de producción teórica, intelectual y político-ideológica.
Si los seres humanos somos hijos de las
circunstancias, debo mencionar a las personas que acompañaron este nuevo
trabajo como protagonistas que plasmaron sus reflexiones aquí, en este libro.
Mis estudiantes de los colegios y liceos Ignacio
Carrera Pinto, LTP Malloco, Carpe Diem de Curacaví, Andino Antuquelen de El
Manzano, Liceo Madre Vicencia, Colegio Darío Salas, Colegio Nueva Aurora de
Chile.
A los colectivos Darío Rebelde, Centro Cultural
Alerce de la Bandera, Preuniversitario Popular Oscar Fuentes, al colectivo El
Escalón, las Aces, al Cordón de Estudiantes Revolucionarios, al Colectivo Poder
Popular Santiago y de Concepción, a la Radio Popular Enrique Torres, a la JPR3
de todo Chile, al colectivo Lumpen Crew, a los compañeros de la UNE de Temuco,
a compañeros del colectivo PTR e Izquierda Comunista, a compañeras y compañeros
de la CAM, a queridos y admirados compañeros y compañeras que pertenecieron al
MIR y el FPMR, a compañeros y compañeras de diversos colectivos anarquistas, a
los compañeros y compañeras de los sindicatos de subcontratistas del cobre en
El Teniente, a los y las compañero/as portuarios y temporeros del Valle del
Aconcagua, a los pobladores, mineros, hombres y mujeres que lucharon tan
decididamente en Freirina, a los trabajadores sindicalizados del retail de
Temuco, lo mismo que al colectivo por el poder pupular de Temuco. Al mismo tiempo
debo mencionar a las miles de personas que, desde su anonimato, leen, propagan
y estudian mis trabajos a lo largo y ancho de Chile y el mundo. A todos ellos
está dedicado este Libro.
Cabe mencionar también algunas individualidades de
gravitante presencia en mi vida. Al maestro Guillermo Rodriguez Morales, viejo
roble y faro de combatividad, consecuencia y continuidad revolucionaria. Al
sereno, leal y firme revolucionario Felipe Fiodorov, a un viejo compañero de
infancia con el que nos hemos reecontrado muy gratamente, el Rodrigo de radio
Popular Enrique Torres, a mi amiga de energías místicas Alejandria Parra
(hojitas), a mi princesa Elena S. Kursova Bakunina, al incansable e inquieto
“Caballo” Lucas y la noble juventud combativa aglutinada tenazmente por él en
el Smolny, a ese noble y leal negro -el Okra-, a mis amadas hijas, Martinita
Ignacia y Jazmincita, a mis hermanos de la vieja guardia que tanto sufrieron
conmigo en medio de encarnizados combates y feroces y casi aniquiladoras
tempestades, el Pato Tapia y el Leo Fuentes. A los que fueron mis estudiantes
desde básica pasando por la media y que hoy se alzan como mis más leales y férreos
amigos, el Andy Ferrer (a mi juicio, hoy convertido en un “Portavoz” en
formación de la juventud proletaria nacional y latinoamericana), el Martín (un
fiel lonko y waichafe de tomo y lomo) el Adan, la Cata, la Celeste, mi
entrañable y querido flaco Keny, y el corchito. Como no mencionar también a mi
primo, mi destacadísimo amigo protagonista de mil y una travesía en los
procesos de cobertura periodística que se dan desde el campo popular en contra
de la dominación, Andrés Figueroa Cornejo. En el mismo sentido, no puedo dejar
de mencionar al Tillo y el patito de la UNE en la UFRO, excelentes, queridos y
leales compañeros pese a las importantes diferencias políticas que tenemos.
No puedo dejar de mencionar también
a la compañera Mery Rivera y Margarita (madre del Caballo) ambas de Radio
Popular Enrique Torres, así como a Luís Hernández noble estudiante proletario
de la Usach, y Laurita Kiur Duclos junto con Moriach Rude Rodo, ambas
extraordinarias y combativas jóvenes proletarias.
PRÓLOGO
Es otoño, un nuevo otoño. En una plaza de las
afueras de Santiago escucho aquel himno tan propio de aquellos innumerables
protagonistas de la guerra civil española “Negras tormentas agitan los aires /
nubes oscuras nos impiden ver…”
Cuando escucho este hermoso himno, no puedo más que
emocionarme. Si son 100 veces las oportunidades de escucharla, son mil
emociones, pensamientos y preguntas que surgen. Inquietudes nacidas de la
práctica, análisis nacidos de la lucha político-ideológica.
De este modo, el presente libro, está destinado como
arma de estudio, de lucha y de organización, como parte de una inquietud de
largo aliento: la caracterización del capitalismo Latinoamericano en general y
chileno en particular, asi como sus fundamentales tendencias, contradicciones y
fuerzas histórica engendradas por él mismo y que pugnan por una revolución
socialista de carácter anticapitalista. Está destinado a la juventud
proletaria, la esperanza, “la semilla que sembráramos en la conciencia digna de
miles y miles…” de la que habló el presidente Allende aquel martes 11, y “todas
las fuerzas de la historia” de la que nos habla aún Miguel Enríquez Espinoza
desde aquel 17 de julio de 1973.
El trabajo nace marcado por un contexto de
controversias agudas, confusiones, desaciertos y debilidades estratégicas de lo
que es llamado, “campo popular”, “izquierda” o mejor dicho, “las izquierdas” y
fuerzas autodefinidas como “anti capitalistas, populares y revolucionarias”.
Es un esfuerzo preñado de sacrificio destinado a
echar bases y raíces profundas de un marxismo revolucionario, bolchevique,
leninista, adscrito e inscrito en la necesidad de forjar una praxis dialéctica
con el único método posible, el materialismo dialéctico.
Como es mi costumbre, este nuevo trabajo se
construye bajo los criterios de estricto rigor teórico y científico plasmado en
mis anteriores artículos y libro “Acumulación de Capital en Chile: Crisis y
desarrollo. Últimos 40 años”.
.
No me canso de señalar la principal debilidad
estratégica de los esfuerzos revolucionarios latinoamericanos y chileno en
particular: la ausencia o escasez de fuerza social revolucionaria con una
sólida e imperecedera conciencia y proyecto de clases, formación política
ideológica de base dialéctica, marxista y revolucionaria, de concepciones
básicas que sirvan para entender que una revolución regional no existe sin una
revolución internacional, que una revolución no se sostiene solo por la buena
voluntad de sus líderes, sino por la existencia además de estrategia, táctica,
visión histórica, claridad teórica e ideológica de masas y una imbatible praxis
proletaria de carácter irreductible. Es una constante histórica nuestra que
asesinando a los líderes o, liquidando las estructuras intermedias que
conectan a las organizaciones revolucionarias con el movimiento de masas, los
procesos decaen, se desperfilan o derechamente se extinguen.
Pero, ¿cuáles son las negras
tormentas y nubes oscuras que nos impiden ver? En este libro se pretende
proseguir el enfrentamiento teórico, político e ideológico con aquellas oscuras
fuerzas engendradas por la burguesía y propagada por lo que va quedando de la
pequeño-burguesía a saber, el ciudadanismo, el academicismo, el oportunismo, el
eclecticismo, el populismo, el liberalismo, el reformismo, el socialismo
utópico, el romanticismo y nacionalismo económicos, tentáculos diseminados como
una maraña de ilusiones, falsas concepciones y distorsionadas creencias en
nuestras estructuras, lógicas y productos mentales y que , se rebelan a cada
verbo, cada adjetivo, cada discurso, cada “apuesta política”, cada práctica
individual y colectiva auto definidas como “popular y revolucionaria” y que,
únicamente exhiben su origen de clases burgués y sus criminales consecuencias
tras las derrotas pagadas caramente por nosotros, la clase proletaria. Se
trata, en definitiva, de enfrentar la bancarrota teórica e ideológica de las
izquierdas. A este respecto, no debe olvidarse que las ideas de la sociedad son
las ideas de la clase hegemónica y que, por tanto, nuestras ideas, nacidas en
el seno de la sociedad capitalista, vienen marcadas y delineadas por ese
carácter de dominación. Sin embargo, al mismo tiempo, mientras el proletariado
se erige como clase libertadora de la humanidad, va forjando las nuevas
componentes ideológicas como armas de liberación. A medida que se desenvuelven
las contradicciones principales del capitalismo, la lucha entre las
concepciones burguesas y proletarias, entre la dominación y la liberación, van
haciéndose cada vez más compleja y encarnizadas. Pero, ¿cómo distinguir las
concepciones burguesas cuando estas aparecen disfrazadas y disimuladas entre la
clase proletaria? La única forma de hacerlo es con el método materialista
dialectico. Este nos obliga a concebir la praxis como proceso de síntesis entre
lo teórico y lo práctico. Exige superar la separación introducida entre el
“hacer” y “el estudiar”.
Este texto, por tanto, ha sido
concebido para reforzar un imperecedero proceso de construcción ideológica y
teórica para la praxis revolucionaria y proletaria y, por tanto, para
des-construir y develar las profundas raíces burguesas de una importante
fracción del arsenal político e intelectual ocupado y reproducido cándidamente
en los esfuerzos históricos en que participan fuerzas política y sociales que
luchan contra el capitalismo y su superación revolucionaria. ¿Cuáles son las
abundantes concepciones burguesas que impregnan nuestra praxis? He aquí un
esfuerzo sistemático y sostenido para identificarlas y rebasarlas, no olvidando
aquello que nos dice Marx en su presentación a El Capital, los economistas son
los científicos de la clase burguesa, mientras los comunistas son los
científicos de la clase proletaria. He aquí una herramienta para abandonar nuestros
oficios de economistas para convertirnos en verdaderos comunistas.
Las fuentes citadas de El Capital
corresponden a la edición en español producida en México por el Fondo de
Cultura Económica del año 1973. Del mismo modo se ha reproducido aquí los
capítulos digitalizados por la Universidad Complutense de Madrid cuya versión
digital esta disponible en el sitio
http://pendientedemigración.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital3/MRXC
Desde los capítulos IV a IX de este
libro, se desarrolla el análisis dialéctico hecho por el autor sobre las
características, composición y tendencias de la Clase Proletaria y el
Desarrollo del Capitalismo en perspectiva de Lucha de Clases. Desde los capítulos
X a XXI, el autor ha incorporado alguno de los más determinantes y menos
estudiados aspectos de El Capital, realizado por Marx empleando el materialismo
dialéctico y que vienen a ser una parte sustancial, importantísima y clave para
la comprensión de la lucha de clases y las tendencias y derroteros que sigue el
capitalismo a nivel mundial y local.
Siguiendo la máxima del Comandante
Ernesto Guevara de la Serna, la revolución es el acto de amor de mayor
trascendencia generado por la humanidad. Ocupen este libro para abrirse paso
hacia El Capital de Marx, con tenacidad y valentía. Es parte de aquellos actos
libertarios y de amor de las que nos habla el Ché.
Les desea una buena praxis
Marcelo D. Cornejo Vilches.
Profesor, proletario y comunista
PRESENTACIÓN
( A la memoria de Juan Pablo Jiménez, dirigente
sindical muerto “por una bala loca” según informe de la PDI, un día antes de
presentar una demanda judicial contra los patrones de su empresa, dirigente
sindical clasista, miembro de la Radio Popular Enrique Torres)
Tras
el subtítulo “Trabajo Económico contra el Ciudadanismo, el Populismo, el
Reformismo y el Revisionismo” y en el marco de su colección “Lecturas de El
Capital para la juventud proletaria y revolucionaria”, Marcelo Cornejo Vilches
presenta un extenso texto en el que destacan dos temas principales: la
presentación de la dialéctica materialista como método de análisis y en segundo
término una serie de capítulos dedicados a apoyar la lectura de El Capital
entregando diversos elementos complementarios y actualizados para apoyar el
estudio de los textos imprescindibles de Marx.
Obviamente
este trabajo se inserta además, en la contingencia política chilena, en el
terreno de la lucha ideológica y política frente a la claudicación y abandono
de las posiciones revolucionarias que, como grave epidemia, se manifiesta sobre
todo entre los medios de la academia, de los llamados “intelectuales de
izquierda” que hasta hace no mucho hacían gala de una intransigencia
abrumadora, vomitando balas e insurrecciones en sus escrito, para, llegada la
hora de lo electoral, repetir ya un chiste que por ser tan repetido ya está
podrido: desvestirse y mostrar sus verdaderos intereses y posturas asumiendo el
rol histórico que desde Bernstein, Kausky, Martinov, Martov y similares, vienen
asumiendo: negar la necesidad de la lucha por el poder, el rol del
proletariado, de la violencia y la lucha armada en toda estrategia concreta y
sostener posturas ideológicas cuyo destino ultimo y concreto es desviar a los
militantes revolucionario y a las fuerzas revolucionarias de su objetivo
histórico: construir las fuerzas ideológicas, políticas y materiales para
enfrentar y destruir el dominio de la burguesía y sus aparatos de dominación
para instalar la dictadura del proletariado.
No
es casualidad, sobretodo en Chile, que en cuanto comienzan a generarse los
primeros brotes de un alza en la lucha de clases, en cuanto comienzan a darse
gérmenes de lucha independiente de fuerzas sociales que no se subordinan a las
ideologías burguesas, aparezcan estos cantos de sirenas, lo que obliga a los
revolucionarios a hacerse cargo de los peligros que estas tendencias incuban,
por lo tanto, la necesidad de enfrentarlos en la lucha ideológica, aun cuando
estos debates puedan aparecer como áridos, elitistas, ajenos a las luchas
concretas. Sin embargo, más que necesarios, es históricamente necesario y así
lo demuestra la enorme cantidad de militantes de la izquierda chilena que en
los últimos años han abandonado sus partidos originales, partidos que fueron
parte de la negociación pactada con la burguesía que dio paso a la actual
democracia contrainsurgente, partidos que fueron fraccionados, divididos, atomizados
o arrastrados a la claudicación mientras los militantes de bases confiaban en
la “sabiduría de los viejos”, preferían el trabajo practico concreto ante el
“pajeo intelectual” o que simplemente
no tenían las armas teóricas y políticas para intervenir con fuerzas y
determinación en la verdadera operación de liquidación de las organizaciones
revolucionarias operadas ya hace un par de décadas y cuyos resultados concretos
de dispersión y atomización de fuerzas revolucionarias siguen presentes en el
Chile actual.
Rayando en la ingenuidad, muchos prefieren evitar el debate
ideológico en aras de una unidad pragmática entre posiciones contradictorias
que tarde o temprano se enfrentaran. Por ello es que, cualquier intento serio
de unidad debe contener más allá de la voluntad, bases políticas e ideológicas
reales, respaldadas por un trabajo de base real y no una sumatoria de
declaraciones de buena crianza y voluntad que solo permite parar referentes que
tendrán escasa trascendencia en el tiempo.
Marcelo Cornejo Vilches es un compañero que viene aportando
desde su práctica política social concreta a tales procesos, desde su trabajo
como profesor de Educación Básica, desde su participación en diversas escuelas
y jornadas levantadas por organizaciones populares, desde su programa radial en
Radio Enrique Torres, desde sus aportes teóricos a la Revista Azimut de
“Trabajadores al Poder” y principalmente desde sus innumerables trabajos
económicos publicados en las redes sociales o editados como libros que circulan
sobre todo entre la juventud revolucionaria.
Como tantos otros militantes revolucionarios asume los costos
que este oficio implica y que ya ha golpeado duramente a su familia. Y cuidado
que los ataques no solo vienen desde el poder, sino que también desde el
costado, desde quienes se reclaman también revolucionarios y que desde sus
posturas ciudadanistas, reformistas o desde la academia intentan descalificar
sus aportes.
Hace ya casi veinte años nos conocimos en Radio Cerro Navia y
desde esa época nos hemos ido encontrando en la dura tarea de construir fuerza
social revolucionaria, en distintos espacios sociales concretos, en
organizaciones de pobladores, de jóvenes, de pobladores, de estudiantes, en
foros, en debates donde no siempre hemos coincidido, asumiendo al mismo tiempo,
con respeto, la necesidad del debate, del intercambio a veces duro, pero
necesario.
Sin duda, la lectura y estudio de este texto, es necesario
para todos aquellos y aquellas que asumen la necesidad de construir
colectivamente una estrategia de lucha revolucionaria por el poder, de todos y
todas aquellas que no delegan este trabajo a otros supuestamente iluminados,
con supuesta mayor capacidad intelectual, a quienes comprenden que tan
necesario como imprimir una revista, participar de una lucha concreta,
desarrollar una obra cultural, artística, participar de una marcha, de una
barricada, empuñar un arma para luchar, tan necesario como aquellas tareas, es
la de asumir el trabajo teórico que nos permite desbrozar el camino por el cual
marcharemos y definitiva permite dibujar el camino por el cual transitaremos.
Por ello, sin más, recomiendo entrar a las páginas de este
texto de Marcelo Cornejo Vilches armados de un lápiz y un cuaderno para ir
anotando, para debatir sus aseveraciones consultando los textos originales
señalados, en definitiva, trabajando el texto como lector activo, porque
Marcelo no es ni más ni menos que un revolucionario que pretende provocar y
estimular al lector en su propia y necesaria liberación: la ruptura más radical
posible con la ideología burguesa.
Guillermo
Rodríguez Morales (Alma Negra)
Maipu,
Febrero de 2013.
1 comentarios:
ladrón
Publicar un comentario