“¿Cuál es el objetivo de las feministas burguesas? Conseguir las mismas ventajas, el mismo poder, los mismos derechos en la sociedad capitalista que poseen ahora sus maridos, padres y hermanos. ¿Cuál es el objetivo de las obreras socialistas? Abolir todo tipo de privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la mujer obrera le es indiferente si su patrón es hombre o mujer.”
Alexandra Kollontai
El 8 de Marzo de 1908, 129 mujeres trabajadoras que realizaban sus labores en una fábrica textil de Nueva York decidieron irse a huelga en protesta por las paupérrimas condiciones laborales. Es así como decidieron tomarse la fábrica debido a la resistencia de la patronal a aceptar la huelga. Así, cientos de mujeres de la clase trabajadora a lo largo de la historia han luchado por reivindicaciones económicas y políticas en contra de la opresión y la explotación que sufren diariamente, incluso liderando procesos revolucionarios como el ejemplo de las compañeras Clara Zetkin, Alexandra Kollontai, Rosa Luxemburgo, Haydee Santamaría y más cercanas Lumi Videla, Paulina Aguirre, entre muchas otras.
Hoy en día, las condiciones laborales siguen siendo pauperizadas para nuestra clase. Vemos, en nuestro país, una reforma laboral -orquestada por la Concertación y hecha a la medida de la burguesía- que restringe la huelga de los/as trabajadores/as y no soluciona de ninguna forma la precarización laboral. Por ejemplo el problema del subcontrato sigue aumentando, llegando a cerca de un millón de trabajadores, lo que representa el 17% de los asalariados, de los cuales un 26% son mujeres. Cabe destacar que esta reforma capitalista NO considera el fomento a la organización de las mujeres, ni el aseguramiento de un trabajo con condiciones laborales dignas. Además, no se pronuncia siquiera sobre la desigualdad salarial que existe entre mujeres y hombres, que actualmente se expresa con una brecha salarial de $147 mil pesos, siendo que los ingresos que reciben las trabajadoras equivalen a un 70% del ingreso percibido por los hombres.
Creemos que las condiciones humillantes de explotación y opresión que sufren las mujeres no podrán ser resueltas sino se combate la principal contradicción del problema, la que sin vacilaciones ubicamos en la contradicción capital-trabajo, al igual que en todos los problemas que aquejan a la clase trabajadora. Por ende la emancipación femenina solo podrá ser resuelta en la lucha radical por el Socialismo a nivel continental y mundial, combatiendo a muerte toda expresión del germen capitalista.
Por eso como Octubre Revolucionario saludamos en su día a la mujer, pero no a todas las mujeres, sino que a las mujeres de la clase trabajadora, a nuestras mujeres que día a día luchan desde sus trincheras para acabar con la miseria que entrega a nuestros pueblos el sistema capitalista, a las que se levantan tomando la bandera que durante la historia de la lucha de clases han alzado muchas mujeres, la bandera de la lucha revolucionaria por el Socialismo.
Por un día de la mujer trabajadora clasista y combativo
¡¡ Doblemente explotadas
Doblemente revolucionarias!!
0 comentarios:
Publicar un comentario