El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en un encuentro nacional de sindicalistas en Sao Paulo, 23 de marzo de 2016.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha asegurado que no piensa echarse atrás por las acusaciones presentadas en su contra, y que ayudará a Rousseff a gobernar el país.
"Aunque fuera la última cosa en la vida, voy a ayudar a Dilma a gobernar este país. Sacarla del poder es golpe", ha afirmado este miércoles Lula da Silva en un encuentro nacional de sindicalistas en Sao Paulo, donde fue recibido con el grito: "¡Lula, guerrero del pueblo brasileño!".
"Nosotros ganamos las elecciones y ellos tienen que respetarlo. Si quieren la Presidencia que esperen a 2018. Yo esperé pacientemente hasta ganar, entonces ellos que se preparen. No vamos a aceptar un golpe en este país", ha agregado, para después decir que se equivocan si piensan que solo puede ayudar a Rousseff como ministro.
"Aunque fuera la última cosa en la vida, voy a ayudar a Dilma a gobernar este país. Sacarla del poder es golpe", ha afirmado el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
También ha dicho que aceptó el cargo de ministro de Casa Civil para ayudar a Rousseff y al pueblo brasileño.
Lula da Silva es investigado en el caso por la trama de corrupción en Petrobras, en la que un cártel de empresas pagó sobornos a ejecutivos y políticos para asegurarse contratos en la estatal. De ahí que los investigadores de la Operación Lava Jato sospecharan que su nombramiento buscaba protegerlo de la justicia ordinaria.
A su juicio, quienes lo acusan de corrupto no son ni "la mitad de honestos" que él. “Si alguno de ellos fuera la mitad de honesto que yo, desisto de la vida política", ha explicado.
Asimismo, ha manifestado que no teme a las investigaciones que pesan sobre él y que no quiere que las personas sean aprehendidas por la desinformación de los medios de comunicación antes de ser investigadas debidamente y sin violar los derechos humanos. "Se equivocan los que piensan que estoy en contra de la lucha contra la corrupción. Si no, no hubiera creado condiciones para la Policía Federal", ha subrayado.
"Me gustaría preguntarles de forma tranquila [a los investigadores] si discuten cuánto perjudicó la Operación Lava Jato a la economía brasileña, si no es posible combatir la corrupción sin cerrar empresas y crear desempleo", ha cuestionado.
Las declaraciones de Lula da Silva se producen horas después de que el Gobierno brasileño anunciara que será un "consejero especial" de Rousseff, si la justicia bloquea definitivamente su nombramiento como jefe de Gabinete.
El magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Teori Zavascki ordenó la jornada de hoy al juez federal que lleva la investigación sobre Lula da Silva en el caso de corrupción de la estatal Petrobas, de transferir las pesquisas a la más alta instancia judicial del país.
Mientras que, por otro lado, el STF ratificó el martes la suspensión de la designación de Lula da Silva como ministro jefe de la Casa Civil, cargo que juró el jueves.
Las acusaciones que pesan contra la presidenta, formuladas por juristas y cuatro partidos de la oposición, se fundamentan en unas supuestas irregularidades cometidas por el Gobierno entre 2014 y 2015 en sus balances, de los que habría ocultado unas millonarias deudas acumuladas con la banca pública.
mep/anz/mrk
FUENTE: HISPANTV
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