AFP PHOTO MYCHELE DANIAU
En 1981, Monsanto ya estaba al tanto de que el glifosato podía provocar cáncer en mamíferos, según archivos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés).
Todo sobre este tema
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el glifosato, el ingrediente activo del herbicida Roundup, el más utilizado de Monsanto a nivel mundial, se "clasifica como probable carcinógeno para los seres humanos". La compañía rechazó el informe y aseguró que su producto es inofensivo para la salud.
Sin embargo, tras estudiar los archivos de la EPA sobre el glifosato en el momento de su registro inicial, se descubrió un cambio repentino en la visión sobre la toxicidad del químico por parte de la agencia gubernamental, informa el portal 'Global Research'.
Los experimentos realizados por Monsanto en animales con el glifosato entre 1978-1986, demostraron que el componente químico tenía graves incidencias en el organismo. En 1981 la EPA sabía de esos "siniestros resultados", por lo que en un principio se negó a emitir los permisos a la compañía para su comercialización.
Un año más tarde Monsanto presentó nuevos informes en los que supuestamente había reducido al mínimo los efectos y confundió los datos, y sobre esa base la EPA aceptó emitir los permisos. Pero la compañía sabía que un control de sus datos amenazaría sus ambiciones, por lo que pidió archivar los documentos como secretos comerciales.
RT
0 comentarios:
Publicar un comentario